Wuhan, China, vuelve a estar en la mesa de discusión sobre la COVID-19 después de poco más de tres años del inicio de la pandemia que partió en dos la historia contemporánea del planeta y que todavía enseña las consecuencias de la misma.
Las afirmaciones y diversas explicaciones sobre un supuesto origen de la COVID-19 en un laboratorio de la ciudad china de Wuhan protagonizaron las discusiones en todo el mundo, y aunque algunos daban mayor crédito, muchos consideraban que ese tipo de teorías no eran más que especulaciones producto de la tensión propia de la situación.
Luego de más de 3 años, un investigador afirma que el virus de la COVID-19 que puso en jaque al mundo dejando millones de muertos y un descalabro en la economía, fue creado en un laboratorio de la ciudad de Wuhan.
Chao Shao, investigador chino, asegura que el virus fue ‘fabricado’ de manera intencional por China como un arma biológica y que el trabajo de los investigadores era propagar la cepa más efectiva en varias especies.
Shao, concedió una entrevista a la defensora de derechos humanos china, Jennifer Zeng, y en ella afirma que la COVID-19 fue creada como un arma biológica, la cual se originó después de que a un investigador le fueron entregadas cepas de coronavirus por parte de un superior para que estas fueran propagadas reforzando su poder en un laboratorio y analizando la manera de hacerlo efectivamente.
Colegas desaparecidos
El investigador de Wuhan también admitió que varios de sus colegas desaparecieron durante los Juegos Mundiales Militares celebrados en esta ciudad en el año de 2019, pues el mundo occidental conoció del poder de la COVID-19 un año después, mientras que las investigaciones y creación de la COVID-19 en un laboratorio se remontan a un tiempo anterior.
El investigador afirma que no se sabe nada sobre los colegas y las razones de su desaparición pueden incluir parte del trabajo de propagación del virus, aunque sospecha que su suerte no dependió exclusivamente de acciones relacionadas netamente con la virología.
Durante el inicio de la pandemia en occidente se tejieron versiones y se escucharon testimonios desde Wuhan y otros lugares de la China en los que se afirmaba que varios investigadores y activistas de derechos humanos que denunciaron a la COVID-19 como una invención con fines de ‘arma biológica’ fueron perseguidos, silenciados y desaparecidos.
En la entrevista, Chao Shao reveló que su misión también consistió en propagar el virus en detenidos uigures en Xianjian y realizar una investigación sobre el desarrollo del virus en esta población carcelaria.
Los uigures son un pueblo étnico chino con práctica del islam que mantiene un conflicto con el gobierno chino debido a sus intereses separatistas, este pueblo tiene identificación con los musulmanes de Asia central y tiene población en países como Kasajistán, Uzbekistán y Kirguistán.
Fuente consultada: Colombia.com
