Vamos por muy mal camino

7 Min Lectura

Por: Jesús Vallejo Mejía

Se equivocan de medio a medio los que creen que el que nos desgobierna es un liberal de izquierda que anhela reanudar la Revolución en Marcha de López Pumarejo en el siglo pasado.

Sus declaraciones de los últimos días en Berlín y París muestran a las claras que no es un socialdemócrata, sino un comunista empedernido que adoba los dogmas del marxismo-leninismo con ingredientes de un ecologismo radical y de la funesta revolución sexual que amenaza con demoler lo que resta de la civilización cristiana.

Su prédica contra el neoliberalismo y el mercado lo muestra como enemigo frontal de la libertad económica, que es la llave maestra de las naciones exitosas que ha traído consigo el mejoramiento de las condiciones de la vida material de millones de personas. Su discurso apocalíptico anuncia que esa libertad traerá consigo la muerte de la especie humana. Para evitarla, su receta es simple: un sistema totalitario y liberticida como el cubano, en el que se destacan altas tasas de aborto y de suicidio que muestran la desesperanza que allá reina (Vid. Las alarmantes cifras de los abortos en Cuba – CubaNet; Cuba está entre los países de la región con más suicidios: ¿Qué datos conocemos? – CubaNet).

Esa desesperanza ya se nota entre nosotros, dado que una encuesta reciente señala que cerca de la mitad de nuestros compatriotas quisiera abandonar el país.

Lo que nos ofrece este falso mesías de pacotilla es un proyecto que en otras latitudes ha mostrado que conduce inexorablemente al fracaso.

Los otros dos ingredientes de la receta no auguran lo mejor.

Aunque no cabe duda de que, como reza una encíclica papal, debemos cuidar de nuestra casa común, no olvidemos que ésta lo es para el servicio de la humanidad y no al contrario. La Carta de la Tierra que quiere promover la ONU parte de otra premisa. El ser humano no es señor y dueño de la Creación, sino su depredador y la consigna para que la Tierra se conserve no es otra que, más que limitar, reducir la cantidad de seres humanos que la habitan. Contracepción, aborto, eutanasia e incluso guerras son fórmulas adecuadas para ello. La vida humana pierde así su carácter sagrado y se torna en algo adventicio y hasta incómodo. Se le da la razón a Sartre: la vida humana es una pasión inútil. (Vid. Carta_mundial_de_la_tierra.pdf)

Así las cosas, el ecologismo radical involucra corolarios estremecedores. Siguiendo su lógica totalitaria, se llegará a que las autoridades decidan quién puede nacer y quién debe morir para mantener el equilibrio deseable. En China los comunistas decidieron lo primero, al limitar el número de hijos tolerable para cada familia, lo que ha conducido al envejecimiento de la población. Lo que sigue, y así lo han predicado no pocos economistas ateos, es la muerte prematura de nosotros los viejos que ya no aportamos beneficios cuantificables. Hay muchas maneras de llevar a cabo ese propósito y no entraré en detalles para no asustar a mis lectores. Es la lógica atroz de un personaje de ingrata recordación entre nosotros: que unos mueran, así sea con violencia, dizque para que otros vivan mejor.

La Revolución Sexual se inscribe dentro de esta tendencia antihumana. Desligado el sexo de su aspecto espiritual que es el amor y de su función biológica que es la reproducción, de él queda tan sólo la pulsión que suscita el deseo. Los promotores de aquélla declaran que se trata de liberar al individuo humano de los condicionamientos naturales y sociales que lo inhiben. Tal es el sentido de la emancipación que predican. Pero es una liberación ilusoria. Como lo hizo ver un personaje de Sófocles, si la memoria no me falla, la sexualidad es “un amo cruel y avasallador”. Dejarla a su propio impulso, sin control ni sentido alguno de responsabilidad, es condenar al ser humano a una deplorable esclavitud.

Dizque para mostrar solidaridad con el mes del orgullo sodomítico, los habitantes de la Casa de Nariño colgaron de sus balcones sendas banderas de los movimientos LGTBQ+ y Trans, lo que da muestras claras de sus perversas consignas anticristianas. No les sirvió la bendición que les impartió el Papa cuando fueron a visitarlo en medio de la campaña electoral. Las políticas de salud y educación de un mentiroso gobierno que no es del cambio hacia algo mejor, sino de un grave retroceso moral, seguirán entonces su curso demoledor de nuestras endebles fundaciones espirituales.

Invito a mis lectores a que sigan el sitio Voice of the Family para que se den cuenta de que está en acción un movimiento auspiciado por la ONU a instancias de los globalistas radicales para destruir la familia tradicional en aras de una fementida liberación sexual (Vid. Home – Voice of the Family).

Esta conferencia del profesor Roberto de Mattei es elocuente al respecto: Family and the Revolution – Voice of the Family %.

Uno de sus objetivos es la inocencia de los niños. Se pretende despertar precozmente sus apetitos sexuales y desordenarlos hasta el punto de perturbar su identidad sexual, forzándolos a cambiar su sexo biológico, dizque por el género que consideren más a gusto. “Vamos tras sus niños”, fue el coro que entonaron los “drag queens” en su reciente desfile en Nueva York. Vid. Drag queens parade around New York City chanting, ‘We’re coming for your children’ – LifeSite (lifesitenews.com)

Tiemblo por mis adorados nietecitos. Todos los días le ruego a Dios que los proteja de tanta maldad que pulula en el mundo actual y se aloja en la Casa de Nariño para la perdición de nuestra patria.

Cuadro de comentarios de Facebook
TAGGED: , , , , , ,
Comparte este artículo