Los últimos 7 meses han sido una tortura para la familia de Javier Velilla, el hombre que fue arrastrado por un alud en el municipio de La Calera en noviembre del año pasado y que, a pesar de los esfuerzos de socorristas, vecinos y de su propia familia no pudo ser encontrado.
7 meses después de la tragedia, un poco de paz se muestra para la familia de Javier Velilla porque su cuerpo, al parecer, fue encontrado en la cuenca de la quebrada La Chorrera y ahora podrá tener una cristiana sepultura, pero ya nada será como antes porque una mujer pierde a un esposo y unos hijos a su padre.
Bomberos removieron diversos escombros con maquinaria pesada en un sector del municipio de La Calera a petición de la comunidad y encontraron piezas de un vehículo, y un cuerpo que se presume es Javier Velilla, el hombre que intentó protegerse de la feroz avalancha ocasionada por los fuertes aguaceros caídos en la zona en el mes de noviembre.
Luz Ángela Camacho, esposa de Javier Velilla, quien se desempeñaba como guardia de seguridad, no perdió la fe de encontrar a su esposo con vida y así lo manifestaba cada vez que algún medio se aproximaba a ella con el ánimo de recoger sus declaraciones, pero el tiempo pasó y la tragedia, como con todas ocurre, quedó en el olvido, dejó de ser noticia, pero para su familia era una angustia permanente.
Un sueño indicó el lugar
Una mujer, quien es familiar de una de las personas víctimas de la tragedia, Hollman Alejandro Amado, afirmó que tuvo un sueño el domingo en el que veía a Javier Velilla en un carro en el lugar en el que se perdió su rastro, pero otra mujer vecina de La Calera, de manera coincidencial, dijo a las autoridades que en la mañana del lunes vio una llanta de automóvil en el barranco en el que desapareció Javier Velilla, el mismo paraje que aparecía en el sueño descrito.
Con el extraño sueño conocido y las afirmaciones de la mujer que dijo haber visto parte del automóvil, la familia de Hollman fue hasta el lugar, y en efecto, encontró una llanta y piezas de un vehículo, y luego de dar aviso a la Policía, esta pidió apoyo a los Bomberos, que con maquinaria pesada lograron sacar dentro del fango el automotor buscado, pero lo más importante, encontraron un cuerpo, al parecer el de Javier Velilla.
Siete meses de ruegos a la Alcaldía, a la Personería y a la Defensoría del Pueblo para que la búsqueda de Javier no cesara, siete meses en que cada entidad se ‘lanzaba la bola’, pero la maquinaria no era facilitada; siete meses sin perder la fe en Dios, hasta que un sueño ayudó a ubicar a Javier, quien ahora podrá recibir sepultura rodeado de su familia, amigos y de toda la gente que lo quiso, incluso los que no lo conocieron, pero que estuvieron prestos a ayudar a ubicarlo.
Fuente consultada: Colombia.com
