La conmemoración de un aniversario más de la Batalla de Boyacá, evento que le dio la libertad definitiva al país del yugo español y que le dio inició como nación soberana, sirvió también para celebrar un año del presidente Gustavo Petro en el poder, aunque no contó con los ingredientes propios de una fiesta y resultó ser menos pomposa de lo que el Gobierno Nacional acostumbra.
Los eventos del presidente Gustavo Petro suelen contar con pompa y protocolo, sin embargo, la conmemoración de la gesta emancipadora y el primer año del primer gobierno progresista de la historia colombiana fueron menos ´ostentosos´ y ruidosos de los que se esperaba.
Con una opinión pública dividida en cuanto a la imagen del presidente y quienes lo rodean de manera cercana, incluyendo a su familia, el presidente Petro encabezó las ceremonias propias del 7 de agosto, y en su discurso evitó cualquier tipo de alusión a los acontecimientos relacionados con las declaraciones de su hijo, Nicolás Petro.
Piden investigar al presidente
Las declaraciones de Nicolás Petro, diputa de la Asamblea del Atlántico, han sacudido los cimientos de la administración de su padre, que atraviesa por la crisis más grave desde el inicio del periodo presidencial, teniendo en cuenta que la campaña del mandatario presuntamente recibió dineros irregulares, por lo que varios políticos de la oposición piden investigar al jefe de Estado e imputarle cargos.
El criticado derroche que en un año ha realizado el Gobierno en cuanto a eventos públicos se refiere, el lunes 7 de agosto brilló por su ausencia, el carácter festivo de otros días tuvo en esta ocasión un ambiente sobrio y ´sin bombos ni platillos´.
La acostumbrada parada militar y toda su simbología estuvo presente debido a que el 7 de agosto también se celebra el día del nacimiento del Ejército Nacional, y el mandatario nacional, en el emblemático Puente de Boyacá, ubicado en las goteras de Tunja, capital del departamento patriota, no fue el protagonista por sus conocidos discursos llenos de emotividad y en el que hace gala de su capacidad oratoria, sino que su fue su gabinete ministerial el que captó la atención por brindar su respaldo a Gustavo Petro en los momentos más difíciles de su administración.
Gloria Inés Ramírez, ministra de Trabajo, tomó la vocería del equipo de ministros y elogió al presidente Gustavo Petro afirmando que él ha arriesgado su propia vida luchando contra las mafias y la corrupción.
“El presidente que conocemos de mucho tiempo atrás y que el país y el mundo reconocen es un Petro transparente, que arriesgando su vida ha luchado y lucha contra las mafias y la corrupción que siembran violencia en nuestro país”, expresó la ministra Ramírez.
Desde un atril, el presidente Gustavo Petro se limitó en su discurso de casi una hora a leer un documento en el que anunció los logros de su Gobierno y en donde reiteró en la necesidad de lograr un ´acuerdo nacional´.
Fuente consultada: Colombia.com
