En un reciente incidente que ha generado diversas reacciones, el presidente de la República, Gustavo Petro, se vio envuelto en controversia debido a un mensaje publicado en su cuenta de Twitter. En dicho trino, se informaba incorrectamente sobre el rescate de cuatro niños que se encontraban perdidos en las selvas del Guaviare, tras sobrevivir a un accidente de avioneta en la ruta entre Araracuara (Amazonas) y San José del Guaviare. Ante esta situación, Petro ha vuelto a «lavarse las manos» al respecto, afirmando que él no fue el autor del mensaje.
El mensaje en cuestión decía: «Después de arduas labores de búsqueda de nuestras Fuerzas Militares, hemos encontrado con vida a los cuatro niños que habían desaparecido por el accidente aéreo en Guaviare. Una alegría para el país». Sin embargo, este trino fue eliminado 18 horas después debido a su falta de veracidad.
Los críticos del presidente han aprovechado este error para cuestionar las comunicaciones del Gobierno, argumentando que se generaron falsas expectativas en torno a esta situación que ha mantenido en vilo a todo el país. No obstante, Petro ha restado importancia a este incidente y, en una entrevista difundida el lunes 22 de mayo por Noticias RCN, ha vuelto a eximirse de responsabilidad.
Según Petro, el trino en cuestión fue una comunicación oficial proveniente de las instituciones del Estado, en este caso, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Afirmó que la información fue recopilada por los canales oficiales y transmitida a la Presidencia. Cuando se le preguntó si el error había sido del ICBF, el presidente respondió sin dudar: «Sí».
Enfrentando la insistencia, Petro aclaró entre risas que el mensaje que apareció en su perfil de Twitter, @petrogustavo, no fue redactado por él, a pesar de ser conocido por enviar publicaciones propias. De esta manera, atribuyó la responsabilidad a su equipo de comunicaciones. Esta respuesta generó indignación en algunos sectores críticos de su gestión, ya que el mensaje fue emitido desde su cuenta, que cuenta con 6,7 millones de seguidores, lo que significa un amplio alcance y repercusión para cualquier opinión expresada.
Aprovechando la ocasión, Petro lanzó críticas a algunos medios de comunicación sin nombrarlos, insinuando que desean que la comunicación recaiga exclusivamente en sus manos y que, supuestamente, no existe una comunicación clara en su gabinete. Según el presidente, «la comunicación es poder y la ausencia de ella es violencia. La paz reside en la capacidad de tener una comunicación múltiple». Además, destacó que su cuenta de Twitter y otros instrumentos de comunicación personal le han permitido defenderse, proponer, debatir y construir un espacio político, aspectos que lo llevaron a la presidencia.
Petro también negó que su discurso genere odio y rechazó las críticas que lo acusan de endurecer su postura en comparación con su campaña electoral. Argumentó que la sociedad colombiana siempre ha estado dividida debido a la desigualdad social y que lo que busca es iniciar una transformación a través del diálogo y reformas.
En relación a la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), entidad que ha señalado que el presidente ha promovido una imagen negativa de los medios, Petro afirmó que no es su responsabilidad, sino de las propias empresas y periodistas. Aclaró que la veracidad y el pluralismo informativo son derechos consagrados en la Constitución, y que debe haber diversas formas de comprender un problema y varias visiones, no solo la del dueño de un medio con intereses poderosos y económicos.
El presidente Gustavo Petro ha reafirmado que no fue el autor del polémico trino sobre los niños perdidos en Guaviare y ha atribuido la responsabilidad a los canales oficiales y su equipo de comunicaciones. Este incidente ha sido utilizado por sus opositores para cuestionar la claridad en las comunicaciones del Gobierno. Petro ha enfatizado la importancia de la comunicación y ha defendido su uso de herramientas personales, como su cuenta de Twitter, para promover sus ideas y construir un espacio político. Además, ha negado generar odio con su discurso y ha rechazado las críticas que lo acusan de endurecer su postura. Asimismo, ha cuestionado la imagen negativa de los medios atribuyendo esa responsabilidad a las propias empresas y periodistas.
