Patos al agua

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Por: Gonzalo Concha.

Que este artículo sea una motivación más, para una elemental, segura y placentera visita subacuática a nuestra Colombia sumergida en ríos, lagos y mares.

Para bucear en apnea (conteniendo la respiración) solo necesitamos un equipo básico compuesto por: aletas, snorkel, careta y traje.

Las aletas (pies de pato): a diferencia del normal y gracioso andar de los patos; nosotros, en superficie con las aletas puestas, a diferencia del ánade, solo podemos caminar, pero hacia atrás, siendo sí, indispensables para avanzar en el agua, sin ayuda de los brazos; así que patos al agua.

El snorkel: simplemente es un tubo curvo – bastón respirador – que nos facilita tomar aire de la superficie mientras permanecemos mirando el fondo, debiendo contener la respiración al sumergirnos, conservando este aire hasta regresar a la superficie para soplar – desaguarlo – volviendo a tomar aire y continuar disfrutando.

La careta: (visor) gracias a su cámara de aíre, podemos ver clara y cómodamente dentro del agua; y si por alguna causa llegara a entrarle agua, simplemente el entrenador nos enseñará una sencilla maniobra para desaguarla – con la boca cerrada soplar por la nariz, mirando la superficie, con la careta ligeramente levantada – para que el agua salga sin necesidad de tener que volver a la superficie.

El traje: este es un equipo complementario, pero de fundamental importancia en seguridad; permitiéndonos flotar, conservar la temperatura corporal y nos evita ser lastimados por medusas – aguamalas – y corales urticantes, igualmente evita heridas por contactos involuntarios con rocas y otros elementos; hoy en los comercios los encontramos en todos los espesores, modelos, colores y tamaños.

Con estos elementos equipos: aletas, careta, snorkel y traje – siempre con la dirección de un entrenador y con un compañero en el agua – vamos a poder avanzar por la superficie con seguridad, así como realizar sencillos descensos – inmersiones – y disfrutar de los paisajes de la vida sumergida.

Ahora, como normalmente flotamos cuando tenemos los pulmones llenos de aire; es por lo que, para vencer esta flotabilidad positiva, nos podemos ayudar utilizando un cinturón con pesas.

Los seres humanos desde siempre, hemos estado entusiasmados con imitar a los peces y lo hemos venido logrando cada vez con mayor solvencia y placer.

Esta modalidad del buceo recreativo, popular por su sencillez y que demanda poco equipo, debe ser entendida y practicada sin descuidar algunas directrices:

No bucear solo; para empezar, debemos cumplir siempre con la regla de oro: nunca realizar estas prácticas sin un compañero en el agua; como bien venimos recomendando sobre estas actividades, el permanecer solos, así sea en una piscina de bajo fondo, siempre será de riesgo.

El oído (talón de Aquiles, del buceador); nuestro oído, preparado para vibrar en superficie, al sumergirnos, la columna de agua sobre el tímpano no solo duele, sino que lo puede comprometer; situación fácil de compensar con ejercicios: deglución, tragar aire en vacío – valsalva, tapando las fosas nasales, soplar aire con la boca cerrada; habilidades enseñadas y observadas por nuestro entrenador

Adicionalmente debemos estar atentos a dos riesgos de fisiología respiratoria, de fácil control y manejo: Hipoxia e Hiperventilación.

Hipoxia (poco oxigeno) simplemente se presenta cuando no respetamos el deseo y necesidad de salir a respirar; bien por pretender superar nuestra capacidad de permanecer más tiempo en el fondo o por descender a mayor profundidad de lo posible, comprometiendo la salud y vida. Una elemental regla es conocer y respetar nuestro reloj biológico.

Hiperventilación (ventilaciones profundas y forzadas, antes de entrar en apnea) se presenta cuando de manera consciente o inconsciente, barremos de los pulmones el bióxido de carbono – gas que, en determinada concentración estimula el deseo de volver a respirar – esto quiere decir que si antes de una apnea, respiramos profundo y forzado, podríamos hiperventilarnos, retardando el deseo de salir a respirar, comprometiendo la salud y vida. Recomendación elemental: antes de una apnea: ventile, no hiperventile.

Finalmente, algunas recomendaciones de seguridad.

Cuando se esté ascendiendo, la mejor recomendación es subir mirando a la superficie, con un mano arriba y girando despacio en 360° para evitar golpearnos con una embarcación o con cualquier cuerpo extraño.

Coloquemos siempre una boya, bandera o flotador visible, para advertir a los botes.

Disponer de un sistema de comunicaciones y de un botequín de primeros auxilios.

Si la práctica la realizaremos alejados del playa u orilla, siempre dispongamos de un bote acompañante.

Cuando realicemos prácticas en lugares no conocidos, aunque tengamos alguna experiencia, siempre hagámonos acompañar por un guía o práctico.

Todos estos riesgos para una práctica tan sencilla y placentera, siempre serán posibles evitarlos, realizando apneas con la orientación, en lugar y el equipo adecuado, recordando siempre estar atento al compañero, con quien nos turnaremos la seguridad: mientras uno está disfrutando del fondo, el otro, permanecerá en superficie, a una distancia que oportunamente nos pueda ayudar, de ser necesario.

El buceo en apnea es una alternativa recreativa ideal para tomar fotografías y disfrutar en familia, actividad que siempre será segura y placentera si se cumplen los sencillos protocolos establecidos.

No deje que se lo cuenten; venga, sumérjase y véalo por Usted mismo.

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