Pancho y Chita

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Por: Gonzalo Concha

A los animales de la fauna silvestre podemos sacarlos de la selva; pero nunca podremos sacarles la selva que llevan en su genética, por todo esto, sus intempestivas reacciones siempre serán salvajes sin importar dónde y cómo los tengamos.

Pancho y Chita, dos Chimpancés que llevaban aproximadamente 7 años en el Bioparque Ukumarí – Pereira – escaparon en la noche del domingo 23 de julio, siendo sacrificados en horas de la mañana del lunes 24.

Molesto por el silencio de los conocedores del tema, lamento esta dura realidad que debe prender las alarmas de las autoridades ambientales, para que verifiquen las realidades de la fauna silvestre en cautiverio; igualmente llamar la atención de las protectoras y defensoras de animales en particular y de la comunidad en general, primero para que conozcamos los derechos de los animales y segundo para que velemos por su cumplimiento.

Lamentablemente en un mundo donde hemos perdido la capacidad de asombro frente a la muerte de tantos y tantos seres humanos; la muerte y realidad de los animales, enfrenta un pronóstico reservado.

NO, a la tenencia de fauna silvestre.

Comunicado de Ukumarí:

“Un error humano, el escape y los ataques a quienes los buscaron: la historia de cómo murieron dos chimpancés en Pereira

“A una falla humana atribuye el Bioparque Ukumarí la fuga de los dos chimpancés, Pancho y Chita, de su zona de hábitat y que finalmente tuvieron que ser sacrificados en la madrugada del lunes en el sector de Galicia, sobre la vía que de Pereira conduce a Cerritos”.

“Sandra Correa, gerente de Ukumarí, explicó en rueda de prensa que sobre las 9:00 de la noche del domingo 23 de julio, dos de los tres chimpancés que habitan el parque salieron de sus jaulas y emprendieron la huida. De inmediato, cuidadores del parque, veterinarios, bomberos, uniformados de la Policía y el Ejército activaron el código rojo para dar con su paradero.

La gerente de Ukumarí explicó que la medida de matar a los animales hace parte del protocolo de acción ante hechos como estos, ya que el efecto de un dardo tranquilizante, que dura entre 10 y 30 minutos, no impedía que el animal atacara a los humanos.
Explicaron que el sacrificio de los dos animales hacía parte de los protocolos, pues por la euforia que los chimpancés tenían, los dardos tranquilizantes no les hacían efecto. Además, intentaron atacar a quienes los buscaban. Serán enterrados en la tarde de este lunes en el parque”

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