La historia de Don Rodrigo y Lolita conmovió al país.
La historia de Don Rodrigo y su perrita Lola, conmovió al país cuando un usuario de Twitter se montó como pasajero en el taxi de Rodrigo el pasado mes de diciembre.
Su historia se volvió viral. El amor que tiene Don Rodrigo por su perrita Lola solo lo comparaba con el de un padre por su hijo y aunque Lola no le ladraba ni lo veía, se aferraba a cada palabra y caricia de Don Rodrigo que la calmaba desde el puesto del conductor en un taxi que recorre las calles de Medellín.
Don Rodrigo recogió a Lola en medio de un abandono y desde ahí había sido su compañía, su copiloto y su amor incondicional.
Foto: María Alejandra Rodríguez Castellanos.
«Se me murió la niña», dice Don Rodrigo en medio de su tristeza.
Lola, con sus menos de 3 kilos, 20 centímetros de alto y pelo gris rizado, tenía múltiples enfermedades, entre esas una intestinal que la tuvo al borde de la muerte, “la perrita fue intervenida arriesgándose a que moría, eso prácticamente nos dijeron que ya se moría”, relata Don Rodrigo.
Y aunque pasaron dos años juntos después de esta última intervención, Lola comenzó a enfermar y no fueron suficientes las atenciones del veterinario, falleció de un paro cardiaco.
«La llevé al veterinario, le pusieron oxígeno, suero, la estabilizaron y yo me puse a hablarle y a decirle que yo estaba con ella, le decía que la amaba mucho pero descargó su cabecita y a los 15 minutos se quedó quieta, le dio un paro cardíaco», cuenta Don Rodrigo en medio de lagrimas.
Tarjeta de Rodrigo a Lola
Lola se había convertido en su compañía, él la tenía a ella y ella lo tenía a él, eran lo único que se tenían en la vida.
“Trabajaba conmigo, dormía conmigo, tenía que estarme sintiendo para estar tranquila, en el momento menos pensado yo estaba durmiendo en la orilla y ella estaba en toda la mitad de la cama”, contaba Don Rodrigo.
Con un emotivo mensaje, despidió a su compañía, a su adoración a su niña.
«Quería pasa el resto de mi vida contigo, pero me honra profundamente saber que pasaste el resto de tu vida conmigo y que seremos amigos por siempre», se puede leer en una tarjeta que se diseñó en medio de sus honras fúnebres.
Lola luciendo su abrigo. Foto: María Alejandra Rodríguez Castellanos.
Fuente: El Tiempo
