Mordisco en las goteras de Cali – Crónicas de Gardeazábal

Columnistas
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Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal

El completo informe que ha sacado la revista semana sobre la República independiente de Jamundí, que ha organizado con habilidad siniestra el comandante Mordisco, confederado tres o más grupos disidentes del acuerdo de paz de la Habana, debería haber prendido las alarmas de la vieja oligarquía feudal vallecaucana. O al menos de su casta política. Pero como todos están tan anestesiados como las fuerzas militares por el embeleco de la paz total, las reacciones son casi que inocuas. Aunque algunas rayan en la ridiculez.

El primer silencio frente a ese problema lo adoptan los organizadores de la COP 16. Quienes no creen que ese estado independiente que les surgido a 10 minutos de Cali les asustará está construyendo Jamundí.

Dentro el segundo silencio lo adoptan los políticos de la derecha, encabezados por el congresista Cristian Garcés, quien prefiere armar bulla porque las casi inexistentes cámaras de comercio están quedando en manos de los petristas.

Y el tercero, y más preocupante, es el de la gobernadora y los alcaldes, que prefieren no incomodar al presidente Petro y a su fuente inagotable de la caja centralizada desde donde giran todos los auxilios.

No hago referencia al mutis por el foro que hacen policías, soldados y marinos porque ellos están bajo el mando del máximo jefe militar, el presidente Petro, y deben ser respetuosos con él y con sus determinaciones, así sean equivocadas y dañinas para el país.

Pero la verdad es de puño y la tienen ahí, a 10 minutos de Cali, y aunque muchos creemos que la de Santos en la Habana fue un fracaso, son muchos más los que están esperanzados en que podemos llegar a un acuerdo, por humillante que resulte, con Mordisco, que hoy por hoy manda más y mejor que los elegidos en las urnas.

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