Por: Gonzalo Concha.
Un 16 de septiembre, pero de 1979 fue Veracruz, la ciudad que llevando enclavado en su corazón la historia de México; nos diera una fraternal acogida, para realizar el primer curso para certificar instructores de buceo PADI en español, organizado por el licenciado Jorge Benavidez y dirigido por el excomandante de la US Armada, James B Willians y Rose Mary Foster, entre otros tantos maestros.
Posteriormente durante esta fecha patria, cuando México conmemora su grito de independencia, la Escuela Naval de Cadetes Antón Lizardo – localizada en el puerto de Veracruz – abre sus puertas a la Federación Mexicana de Actividades Subacuáticas FMAS, durante una semana, para que accedan a todas sus instalaciones, tanto maestros del buceo, asistentes de instrucción, así como a expertos guías, para prepararse y certificarse como instructores de la FMAS, mientras todos sus Oficiales y Cadetes, se encuentran a la ciudad de México, preparando y realizando su desfile militar.
De esta inolvidable experiencia pedagógica, con prácticas en los arrecifes de Playa Blanca – entre otras – a las que pude acceder durante varios años, gracias a la generosidad de su Colegio de Instructores, sea esta la oportunidad para agradecerles por compartirnos sus conocimientos, así como por su ejemplar camaradería, amistad, cooperación y aprecio, que nunca olvidaré y agradeceré siempre; si bien todas estos conocimientos y experiencias, fueron en su momento compartidas con el buceo colombiano.
A cuates como: Humberto Alezandrini; Baltazar Pazos de la Torre; Jorge Benavides; Edwin Corona; Alfonso Pérez Munguía; Alfonso Arnold; María Teresa Morfin; Sergio Caballero; Gabriel Nayar, entre otros tantos directivos y maestros mexicanos del buceo, gracias a Todos; por todo, por tanto y por siempre.
Hermanos mexicanos: permítanme hoy 16 de septiembre, cuando conmemoran sus 213 años del grito de independencia; unirme a tan significativa celebración, la que también para el buceo es muy importante, al recordar un nuevo paso en la profesionalización de una actividad que no deja de seguir avanzando en procura de un buceo cada vez más placentero y seguro, con una profunda convivencia respetuosa y una interacción ambientalmente amigable, con nuestros recursos sumergidos.
Imagen: Buque insignia Armada México.
