Las tumbas de Don Tomás Carrasquilla y de Gardeazábal

7 Min Lectura

Por: Guillermo Mejía Mejía

En la tarde del miércoles 20 de abril, fueron trasladados los restos de don Tomás Carrasquilla, que se encontraban depositados en la catedral Metropolitana de Medellín, al cementerio de San Pedro en donde, luego de una ceremonia religiosa y de un acto académico sobre el examen que se les hizo a los huesos del novelista por parte de forenses de la Universidad de Antioquia, fueron cargados por un sobrino bisnieto del escritor y por el también novelista Gustavo Álvarez Gardeazábal, quien en un sentido discurso, publicado en este periódico, exaltó los méritos del escritor, novelista y cuentista más grande  de Antioquia y uno de los más destacados del panorama nacional.

A la ceremonia asistieron personalidades de la cultura antioqueña y, de destacarse, la asistencia de otro sobrino bisnieto de don Tomá s, el doctor Adolfo Arango Montoya, ex presidente de Cementos Argos, la tercera generación de la familia Arango, fundadora de esta gran empresa colombiana. Don Adolfo fue, en su momento, como pariente, el depositario de los derechos de autor del novelista antioqueño.

En el trasfondo de esta ceremonia el que está como tambor mayor es Gustavo Álvarez Gardeazabal, quien fue el de la idea de reunir en un mismo cementerio a Jorge Isaacs, a don Tomás Carrasquilla y a él mismo, tres novelistas que trascendieron al exterior.

El gran escritor tulueño, definitivamente es un mago del suspenso, la ironía, la irreverencia y otras actitudes que plasma en sus obras y en su manera de actuar como ser humano.

Prueba de ello es que decidió prefigurar su propio entierro, tema que ya ha originado escándalos varios en distintos niveles de la mojigatería nacional e internacional.

Te gustaría leer también:  Adiós a un Ícono: Fallece Juan Valdez, Símbolo de los Caficultores de Colombia

Quiere que lo entierren de pie y no acostado como a los demás mortales, excepto los cremados que se vuelven un montón de polvo que se amolda al contenido de la pequeña urna.

Ese singular entierro trató de plasmarlo en el cementerio Libre de Circasia, donde debido a las presiones no le dejaron cumplir su deseo.

Pero logró encontrar aliados para su causa en el museo cementerio de San Pedro, en Medellín, donde le permitieron inaugurar su tumba, pero, por fortuna, sin Gardeazabal adentro, con las características que siempre soñó.

La escultura, que está sobre su tumba, se trata de “un bronce estatuario fundido a la cera perdida de tres metros de altura por ochenta centímetros de ancho. Este bronce que se inspira en el vuelo de los cóndores arropa en su parte central un busto del escritor (…). La obra está posada sobre un pequeño pedestal de 30 x 60 x 100 centímetros, enchapada en granito negro”, según la describe el escultor de Risaralda (Caldas) Jorge Vélez Correa, quien la elaboró. Allí estará para enriquecer las obras escultóricas de Bernardo Vieco Ortiz, “Las tres Marías”; el “Buen Pastor” de Constantino Carvajal; la “Mujer Orante” de Ernest Salú y la escultura de Marco Tobón Mejía sobre la tumba de Jorge Isaacs, entre otras.

La tumba de Gustavo se iba a inaugurar el martes 26 de noviembre de 2.019, pero los disturbios de estudiantes de la Universidad de Antioquia, vecina del cementerio, y el inicio de la pandemia del coronavirus, a principios del año siguiente, hicieron imposible la sinigual ceremonia.

Te gustaría leer también:  Adiós a un Ícono: Fallece Juan Valdez, Símbolo de los Caficultores de Colombia

Este cementerio de San Pedro, fue fundado en 1.842 y tiene su encanto porque es el lugar de la ciudad donde se concentran más obras de arte escultóricas, razón por la cual el Ministerio de Cultura lo declaró Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional, el 5 de agosto de 1.999.

Al mismo tiempo la Red de Museos de Antioquia lo reconoció como Museo, el 29 de octubre de 1.998 y, a la vez, aceptado como tal por el Consejo Internacional de Museos (International Council of Museums-ICOM).

Algunos personajes importantes de la política, la industria, el comercio y las letras, entre otros, reposan allí adornadas sus tumbas con obras artísticas funerarias: Pedro Justo Berrio Rojas, ex gobernador de Antioquia; José María “Pepe” Sierra, comerciante, el hombre más rico de Colombia en su época; Alejandro Echavarría Isaza, industrial, fundador de Coltejer; Jorge Isaac Ferrer, escritor, autor de la novela “La María”, traducida a varios idiomas. Aunque Isaac era vallecaucano y murió en Ibagué, quiso que su cuerpo fuera enterrado en este cementerio; los expresidentes de Colombia Mariano Ospina Rodríguez y Pedro Nel Ospina Vásquez, padre e hijo, el primero fundador del Partido Conservador y el segundo de la Escuela de Minas de Antioquia, juntamente con su hermano Tulio; el expresidente colombiano Carlos Eugenio Restrepo Restrepo, más conocido como Carlos E. Restrepo; el presidente del Congreso de Angostura (1.819) Francisco Antonio Zea; Manuel Uribe Ángel considerado el intelectual antioqueño más destacado del siglo XIX especialmente en el área de la investigación médica y geográfica. Quedan por mencionar otros sepulcros, bellamente adornados con esculturas de los más conocidos artistas nacionales, cuya lista se alargaría demasiado.

Te gustaría leer también:  Adiós a un Ícono: Fallece Juan Valdez, Símbolo de los Caficultores de Colombia

Con el traslado de los restos de don Tomás Carrasquilla a una tumba, también adornada con una obra del mismo artista que elaboró la de Gardeazábal, Jorge Vélez Correa, quedarán sepultados en este cementerio, cuando muera Gardeazabal, “Y el día esté lejano”, tres generaciones de los novelistas colombianos que trascendieron las fronteras patrias, que vivieron en tres siglos distintos: Jorge Isaacs en el XIX, don Tomás en el XX y Gustavo Álvarez en el XX y XXI. 

Cuadro de comentarios de Facebook
Comparte este artículo