La hinchada del Deportivo Independiente Medellín sabe bien lo que es sufrir por su equipo

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Muchas hinchadas pueden afirmar que son la más sufrida, pero la del Deportivo Independiente Medellín se ha ganado esa consideración y sus hinchas están permanentemente debatiéndose entre la alegría, la incertidumbre y hasta la desazón, porque en la historia del fútbol profesional colombiano han pasado de la gloria al infierno y viceversa. En cuestión de pocos minutos.

Son muy recordadas las imágenes de diciembre de 1993 cuando los jugadores del poderoso, entre ellos el enfocado por las cámaras Carlos ‘la gambeta’ Estrada, rezaban y a la vez celebraban el título a falta de unos minutos para terminar el cotejo entre Junior de Barranquilla y América de Cali.

Los hinchas del Medellín y jugadores celebraban con collar de arepas y muchos ya destapaban el aguardiente porque una nueva estrella después de 36 años sería bordada en el escudo del equipo fundado en 1913 y que se disputa el rótulo al más antiguo del país.

Cuando era casi seguro el título, porque en Barranquilla el partido jugaba su minuto final, una genialidad del ‘pibe’ Valderrama fue finalizada con gol por Osvaldo ‘el nene’ MacKenzie y la más horrenda tristeza se apoderó de los hinchas del Medellín, quienes no podían creer que un segundo la alegría se convirtió en la más inmunda pesadilla. Junior campeón y el ‘medallo’ se quedó con las ganas, ahí, a un pelito de la estrella.

Una nueva tristeza

Cuando se pensaba que las alegrías volverían a las huestes rojas de Medellín, pues ya habían logrado se campeones en 2002, obteniendo un nuevo título después de 45 años, corría el 2008 y el poderoso se enfilaba a la final del torneo colombiano y en la última fecha de su grupo ganó, pero debía a esperar a que Boyacá Chicó cayera ante el Deportivo Cali.

Medellín había hecho la tarea, pero necesitaba la ayuda de los azucareros y faltando muy poco lo estaban logrando, pero como la historia del hincha poderoso está marcada por la tristeza y la decepción, Chicó empató y las ilusiones rojas se fueron a la caneca.

Un noticiero regional seguía de cerca la reacción de un hincha del DIM, que a la salida del estadio Atanasio Girardot esperaba que el partido en Tunja entre Chicó y Deportivo Cali culminara.

Todo iba bien, Cali ganaba a falta de unos minutos y el paso a la final del poderoso estaba sellado gracias a las oraciones nerviosas de un hincha que parecía fuese a sufrir un grave trastorno si su equipo pasaba a la final, y si no pasaba también.

Deportivo Cali marcó un infortunado autogol y Chicó se metió a la final, el hincha poderoso estalló en llanto y su corazón parecía no poder soportar una tristeza tan grande, que un par de minutos era alegría, como suele ocurrir con el Deportivo Independiente Medellín.

Fuente consultada: Colombia.com

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