LA GENERACION DEL 98

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Por: Julio Enrique González Villa

“Un hombre un poco digno no podía ser en este tiempo más que un solitario”, escribió Pío Baroja.

Pío Baroja, Ortega y Gasset, Antonio Machado, Azorín, Miguel de Unamuno, Ramón del Valle-Inclán, Santiago Ramón y Cajal, Benito Pérez Galdós, Jacinto Benavente, Manuel de Falla, Juan Ramón Jiménez, son aquellos personajes españoles a los que se llama la Generación del 98.

“La realidad no importa; lo que importa es nuestro sueño” escribió Azorín.

Fueron los de la Generación del 98 “Quijotes atenidos a la realidad, Sanchos quijotizados”. (Pedro Laín Entralgo; Generación del 98; Tomo I; Diccionario Literario; Movimientos Espirituales; Montaner y Simón S.A.; González Porto-Bompiani; Barcelona; 1967; Pag. 222)

Esa Generación del 98 surgió para cicatrizar las heridas dejadas por el decaimiento español:

“El desastre del 98 es el nombre con el que se denomina la pérdida por parte de España de sus últimos territorios en Asia y América, tras ser contundentemente derrotada, en el año 1898, por una potencia emergente, y con ganas de expandirse internacionalmente, como era los Estados Unidos de América.” https://senderosdelahistoria.wordpress.com/2017/07/14/el-desastre-del-98-la-guerra-entre-eeuu-y-espana/#:~:text=El%20desastre%20del%2098%20es,los%20Estados%20Unidos%20de%20Am%C3%A9rica.

Después de la España de los Reyes Católicos, del Mío Cid, de Santa Teresa, de Cervantes, de Carlos I de España y Carlos V de Alemania, de Felipe II, la que derrotó a Francisco I de Francia en Pavía con sus Tercios españoles, la España descubridora y conquistadora de América y dueña del mundo, se sume en la desesperación. De ella surge esa pléyade de escritores que devuelve tranquilidad a la zozobra.

Medellín, que es Antioquia, tiene que aprender de la toma hostil a que se ha visto sometida por el gobierno local de Daniel Quintero Calle. Su ataque indiscriminado hacia su clase dirigente, empresarial, universitaria (GEA y empresarios en general), su afán en destruir soterradamente a Hidroituango porque así destruiría a EPM, y así a Medellín y Antioquia; su interés en dividir, irrigar de odio, obligan a que surja en la ciudad un gran pacto para recuperar la dignidad como lo hicieron los de la Generación del 98 en España.

Hay grandes retos en la región. El poder central se empeña en desconocer la autonomía regional consagrada en la Constitución Nacional (Art 1 de la C.N.), azuzado por la mano negra de la administración municipal que confunde para reinar.

Medellín tiene la obligación histórica y moral de sobreponerse a la más dura prueba histórica a la que está siendo sometida desde todos los flancos. La solución está en ganar a toda costa las elecciones regionales señalando con claridad a los enemigos de esta casta.

Hay que reflexionar con cabeza fría, con mente abierta, pero con claridad meridiana para no llegar divididos a las elecciones de octubre del 2023.

Ante esta realidad de la toma hostil a que estamos siendo sometidos por Quintero Calle, Gustavo Petro, y sus conmilitones, recordemos las palabras de Winston Churchill en las horas más oscuras de Inglaterra, en la Cámara de los Comunes el 4 de junio de 1940, cuando ésta, sola, decidió luchar y no rendirse jamás:

“A pesar de que grandes extensiones de Europa y muchos Estados antiguos y famosos han caído o pueden caer en las garras de la Gestapo y todo el aparato odioso del gobierno Nazi, no vamos a languidecer o fallar. Llegaremos hasta el final, lucharemos en Francia, lucharemos en los mares y océanos, lucharemos con creciente confianza y creciente fuerza en el aire, defenderemos nuestra isla, cualquiera que sea el costo, lucharemos en las playas, lucharemos en las pistas de aterrizaje, lucharemos en los campos y en las calles, lucharemos en las colinas, ¡nunca nos rendiremos!, e incluso si, cosa que ni por un momento creo que suceda, esta isla o una gran parte de ella fuera subyugada y estuviera hambrienta, entonces nuestro Imperio más allá de los mares, armado y protegido por la flota británica, cargaría con el peso de la resistencia, hasta que, cuando sea la voluntad de Dios, el Nuevo Mundo, con todo su poder y su fuerza, avance al rescate y a la liberación del Viejo.”

Julio Enrique González Villa

Profesor Universitario

Abogado

Concejal de Medellín.

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