Por: William Calderón Z.
Para atrás como el cangrejo
Los gobiernos de Uribe, Santos y Duque, emprendieron la construcción de una red de carreteras para mejorar la conectividad del país y su productividad. La calidad de vida presentó, lenta pero efectivamente, un mejoramiento social ascendente. Iván Duque Márquez hizo realidad la gratuidad universitaria para los más pobres. Había un orden relativo sin retenes de grupos armados y se combatía el narcotráfico. El sistema de salud funcionaba, con falencias, claro está, pero servía. Dentro del proceso de paz se invirtieron en programas con enfoque territorial 11 billones de pesos. Las personas de bajos y medios ingresos se hicieron a sus viviendas con el programa Mi Casa Ya. Colombia crecía en lo económico.
¿Qué nos pasó?
Llegó ‘el cambio’. Mucha ideología pegada a fracasados modelos socioeconómicos que solo conducen a la miseria, al desasosiego y a la dependencia plena del benefactor que, a punta de planes sociales y de cartillas de racionamiento, embrutece al que los recibe, no pudiendo hacer nada más que colas, esperando la limosna del Estado para sobrevivir…
¿¡Qué pasó con los experimentados ministros!?
Al principio del gobierno de Petro, el gabinete tuvo cuatro experimentados ministros, quienes fueron defenestrados prontamente por el capitán de un barco que todos los días hace agua. Hoy estamos en manos de incompetentes como Irene Vélez, quien será la responsable de lo que acontezca con la energía eléctrica del país por no haber elaborado a tiempo un protocolo para los efectos del Fenómeno del Niño. Ha marchitado el sector de hidrocarburos, llevándonos por su testarudez, aupada por el liderazgo universal que cree Petro irradiar de cara a la descarbonización y el cambio climático, frente a los líderes del mundo, a la pronta importación de gasolina, siendo Colombia el único país que dejará enterrados sus recursos naturales con las consecuencias que en materia de exportación, impuestos y regalías, soportarán el pueblo raso y las regiones. Mes a mes, sigue el aumento del precio en el galón del combustible, motor efectivo de la inflación galopante que nos acompaña.
Osuna
El profesor Néstor Osuna no ha podido con la justicia. Dos de sus proyectos bandera, el de la humanización de las cárceles y el que permitiría el sometimiento de las bandas criminales, no fueron discutidos siquiera. Y la ley de la Paz Total, entre otras cosas, por no venir acompañada del concepto del Consejo Superior de Política Criminal, muy seguramente será declarada inexequible por la Corte Constitucional.
Y, ¿qué decir del Ministerio del Deporte? y de La Escuela Nacional de Deporte…Que?
Veníamos en esa cartera con una alta ejecución en las administraciones de Ernesto Lucena Barrero, para llegar a la inacción de María Isabel Urrutia y la torpeza evidente de Astrid Rodríguez, que, a su arrogancia, le suma un maltrato personal hacia sus interlocutores. A una entidad que ha sido ‘de mostrar’ en el país y en el exterior, como es la Escuela Nacional del Deporte con sede en Cali, no le ha dado la gana girarle la transferencia obligatoria que, desde 1994, hace por una ley de la república el gobierno central a esta institución universitaria, no obstante gozar ésta de la autonomía que amparan la Constitución y la ley 30. A este centro de las ciencias aplicadas al deporte, le está sucediendo igual que a las EPS, que debiéndoles 10.45 billones de pesos, solo les van a girar 2.02 billones. La idea es quebrarlas, asfixiarlas a las malas, dejando sin salud a los colombianos y a 100 mil personas sin empleo. En el caso de la Escuela Nacional del Deporte, se trataría de infiltrar sus fichas para acabar con la estabilidad y la armonía que ha prevalecido en este centro educativo por más de 38 años, que en la actualidad cuenta con más de 5000 estudiantes, principalmente de los estratos 1, 2 y 3.
El patojo intrépido
Luis Fernando Velasco, patojo intrépido pero de pobres resultados para el gobierno
Cuando Gustavo Petro acabó con la coalición de partidos, perdiendo la gobernabilidad, a Velasco se le ocurrió desconocer la ley de partidos y bancadas, tratando de levantar los congresistas contra sus jefes por la vía que todos conocemos, la de la componenda, el halago, la mermelada. Este artificio le funcionó mínimamente con la reforma a la salud que alcanzó a llegar a la plenaria de la Cámara, gracias a la felonía del conservador Quevedo. El cannabis de uso recreativo se hundió. El Código Electoral pasó lleno de ‘micos’ y tendrá la misma suerte que tuvo en el pasado en la Corte Constitucional. Deben estar felices porque la economía decreció 0.78 en abril con serias afectaciones a la industria, a las manufacturas y a la construcción, sector éste que, junto al turismo, hoy pasa una crisis colosal, bajando en un 66% las ventas de vivienda y dejando engrampados a más de 52.000 colombianos que no solo van a perder sus ahorros sino también su anhelo de tener vivienda propia.
Las ocurrencias y las extravagancias…
Al gobierno de Petro no le importan los técnicos, ni las cifras, solo las ocurrencias y extravagancias del candidato a dictador. Cada vez surgen mayores inquietudes sobre la reforma pensional, pues Asofondos manifiesta que de aprobarse tal y como está concebida, habrá una pérdida del ahorro pensional de los colombianos ganado con el sudor de su frente, que en más del 50%, iría a parar a Colpensiones.
La reforma a la salud está sobre diagnosticada ya. Acaba la libertad de escogencia del aseguramiento, no se sabe quién responderá por la salud de los enfermos de alta complejidad, negándole al pueblo la atención hospitalaria en sitios reconocidos por su calidad en la prestación del servicio.
Desorden público
La ‘Paz Total’ no es otra cosa que entregarle vastos territorios a grupos de narcotraficantes en armas que llevan distintos brazaletes pero que están dedicados a lo mismo. Llevamos 11 masacres, el secuestro ha aumentado en un 162%, la extorsión en un 33% y ha caído en un 87% la erradicación de la coca. Petro está armando sus milicias, ha desactivado al ejército, deja que lo humillen y le da preponderancia a las guardias campesinas, indígenas y cimarronas. El norte del Cauca es invivible, hay 35 predios invadidos, muertos, heridos y 1000 hectáreas ocupadas de manera ilegal. El CRIC está en choque con los indígenas de Silvia, Cauca. Como si fuera poco, ahora vienen los diálogos sociales con el ELN, que tienen carácter vinculante. Trátase de una asamblea nacional constituyente a la tapada, ojo vivo, pretende sustituir el Congreso de la República.
Que se sepa la verdad y pare la destrucción
Los colombianos queremos resultados sobre la investigación del misterioso portafolio de Laura Sarabia. El monto verdadero de lo que se perdió. De dónde salió el dinero y quién lo dio.
Igualmente, las investigaciones contra Nicolás Petro por haber recibido millonadas para la campaña de su padre de dos reconocidos bandidos de la costa atlántica.
También queremos que la Comisión de Acusaciones de la Cámara cumpla su cometido y devele si son ciertas o no, las manifestaciones del embajador Armando Benedetti sobre los 15.000 millones que fueron recibidos “no de emprendedores” sino como algunos dicen, del gobierno de Venezuela.
Intelectuales, escritores y artistas simpatizantes del cambio que ayudaron con su voto a subir a Gustavo Petro, hoy expresan en columnas y reportajes sus temores y anuncios del camino fatal que estamos recorriendo; nos referimos a Enrique Santos Calderón, Mario Mendoza, Robinson Díaz y Daniel Coronell para no alargar la lista de los ‘preocupados casi arrepentidos’, que le están dando la última oportunidad al líder.
El pobre Partido Conservador y el arrepentimiento de Fincho…
Los directorios conservadores de Santander, Huila y Valle del Cauca, en su momento hicieron público su malestar y rechazo por la declaratoria del partido como de gobierno. Hoy, Efraín Cepeda dice que vale más la dignidad del partido que unos puestos. Si eso mismo hubiera pensado cuando le entregaron la dirección de varias entidades, tal vez este país no estaría en la encrucijada en que se encuentra. Pero es bueno rectificar.
Todo se les está perdiendo
El odio, el enfrentamiento entre colombianos, la falta de rigurosidad en manejar la historia de la patria, puntales básicos de la mente enfermiza de los fanáticos que sin desparpajo llaman a este el ‘gobierno del cambio’, no ha obtenido los efectos esperados: perdieron la calle, el congreso, el poder judicial está cumpliendo con su deber y estamos seguros de que el próximo 29 de octubre todo lo que huela a Pacto Histórico será derrotado en las urnas estruendosamente. Además, la causa está prácticamente implosionada, como el TITANIC.
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