Por: William Calderón Zuluaga
LA ACTUAL CONSTITUCION ES FALSA
El estadista de Dos Quebradas, Cesar Gaviria Trujillo, acosado por el deseo exagerado de pasar a la historia, impulsó la Constituyente del 91 con base en una papeleta que nunca se registró su conteo. Además, esa Constitución, y es la que nos rige, es espuria o falsa, porque está edificada sobre hechos de ilegalidad, debido a que lo contenido en ella y que ha servido en los últimos treinta y dos años, para absolver culpables y condenar inocentes y hasta para legislar, no es la que nos rige. La real que discutieron y elaboraron y debatieron los Constituyentes fue sustraída de los computadores, que dejaron en blanco, delincuentes, porque contenía aspectos que tenían repercusiones con las mafias del narcotráfico y se firmaron unas hojas en blanco ante la opinión pública porque se vencía el término propuesto por el gobierno de Gaviria sin que existiera Constitución.
LA CONSTITUCION QUE NOS RIGE SE HIZO EN EL HOTEL TEQUENDAMA.
La actual Constitución Política fue elaborada posteriormente a su promulgación por personas que habían estado en las deliberaciones y fue elaborada posteriormente en el hotel Tequendama. De eso hecho, dan fe el Secretario General de la Constituyente el profesor Jacobo Pérez Escobar y el abogado Mario Ramírez Arbeláez, Sub Secretario respectivamente, quienes están vivos, gozan de cabal salud, y lo han expresado en distintas épocas en el programa televisivo La Barbería que dirige el suscrito William Calderón Zuluaga, conforme los registros que allí aparecen. Es un hecho de suma gravedad, por cuanto está en juego es la estructura jurídica del Estado en su Constitución que rige ilegalmente.
LA CONDTITUCION QUE NOS RIGE NO TIENE LEGALIDAD
La Constitución Nacional, en que se funda el Estado con sus derechos hacia los individuos que conforman la sociedad, se encuentra en el ápice normativo y no puede ser vulnerado y falseado, porque eso sería el derrumbe del Estado de Derecho, la arbitrariedad hecha poder. No existe poder humano democrático, ni imperialismo económico, ni hegemonía política, ni petulancia nacionalista, que deba falsear, desconocer, ignorar o desdeñar semejante hecho y realidad de hacer funcionar y darle vigencia a una Constitución espuria como lo hizo el ex presidente Cesar Gaviria Trujillo.
El director de La Barca, después de averiguar con diferentes abogados y analistas del derecho constitucional, que se sintieron asombrados de este hecho, consultó con El Ex Contralor de Bogotá y Ex Secretario General de la Registraduría Nacional del Estado Civil, abogado litigante por varios años y escritor, doctor Edgardo Ramírez Polanía, quien me envió la siguiente carta que me permito transcribir:
“Bogotá, D.C, junio 14 de 2023
Doctor
WILLIAM CALDERÓN ZULUAGA
Director LA BARCA
Ciudad
Apreciado William:
Al observar el contenido del programa de La Barca con el profesor Jacobo Pérez Escobar, quien ratifica lo dicho por otro miembro de la Secretaría General de la Constituyente, el abogado Mario Ramírez Arbeláez, que la verdadera Constitución debatida y aprobada por los Constituyentes fue borrada por medios electrónicos al parecer por grupos al margen de le ley, porque en la misma se encontraba el tema de la extradición y la pena de muerte, me ha llevado a enviarte la presente nota.
Con lo dicho por los prestantes miembros de la Secretaría de la Constituyente, que la Constitución Nacional existente fue elaborada con apuntes en un piso del hotel Tequendama, nos pone ante un espléndido caso de pérdida física de la verdadera Constitución que nos rige, y ante un caso irreductible de cósmica realidad colombianista y secular modo de suplantar la realidad y hasta la Constitución que fundamenta la estructura del Estado de manera taxativa, explícita y evidenciada y que la actual carece desde su génesis de legalidad, por cuanto los presidentes de los partidos que la suscribieron lo hicieron en hojas en blanco.
Ni siquiera la juridicidad que sirve para decidir mediante la ética, la equidad adecuada, la interacción entre los individuos para dignificar la existencia, se salva de nuestro designio equivocado del delito en algunas personas, hasta ahora funesto para la conciencia, para el espíritu, para la inteligencia, para la razón humana, que nos hace moralmente insatisfechos a la mayoría de colombianos de bien, y, desde luego, con el antecedente histórico implícito en tal espectáculo ilegal, que no se ha visto ni los países más atrasados del África.
Comprendemos que éste extravío ilegal o de manera irresponsable, ha sido tomado de la cultura y civilización española, de esa idea de exagerar y falsearlo todo, que ha sido una inevitable insensatez humana, de las fallas de la moral, de las debilidades de la razón, en esa zona oscura de la conciencia que consideran lo bueno por lo malo, que llevan también a la contradicciones de la organización social, en la falta de lógica de la política y de la desviación conceptual de los hechos de la historia que corresponderá a los expertos constitucionalistas y a las universidades e historiadores, determinar la validez de esa Constitución que nos rige sin los trámites y debates que en rigor se hicieron y que desaparecieron y hoy nos rige otra espúrea que no consulta la realidad ni la legalidad.
