Hablando de exorcismos…

Columnistas
5 Min Lectura

Por: Juan José Hoyos

Hace unos años, cuando escribía La bruja, Germán Castro Caycedo me invitó a conocer a la protagonista de su libro. Conversamos con ella varias horas. Al día siguiente, me contó que ella le había dicho que estuvo poseída por el diablo mucho tiempo y que el único que logró arrancarla de sus garras fue un exorcista. Después ella lo llevó donde un sacerdote amigo y él presenció un exorcismo. “Juanito –me dijo–, yo a veces he dudado de la existencia de Dios, pero después de ver lo que vi, jamás volveré a dudar de la existencia del diablo”.

Cuento esta historia porque la recordé gracias al escándalo que se ha armado con la entrevista que Vicky Dávila, directora de la revista Semana, le hizo al general Henry Sanabria, comandante de la Policía Nacional. También, porque leí varias homilías del Papa Francisco hablando de Satanás y porque creo que esta es una discusión sobre una forma de entender la religión, que respeto, pero no comparto, y sobre una forma de hacer periodismo que, digamos, me parece vil, para no usar palabras satánicas.

El País, de España, hablando de la entrevista, tituló: Henry Sanabria, el general ultracatólico que lleva más de 30 años “espantando al diablo” en la Policía. El periodista Pascual Gaviria dijo en El Espectador: “El director de la policía está en un mal trance. Ha contado cómo convoca a todas sus fuerzas, divinas y humanas, para luchar contra el mal, vencer a Satán encarnado y romper conjuros y maleficios… Pero me voy a poner del lado del director. No de sus amuletos y fetiches sino de su necesidad de abrazar ese mundo sobrenatural. Vivir con la muerte a la espalda exige algo más que los blindados y los chalecos antibalas, es necesario un poco de imaginación para alejarla, inventar una historia más poderosa que sus enemigos, tener poderes fuertes más allá de las balas. Lejos de las armas todo ese mundo resulta patético, pero en la guerra en todo se cree… El plomo tiene poderes insospechados”. No olviden que Pascual ¡es un poeta!

Yo también me voy a poner del lado del general Sanabria. No de sus opiniones sobre lo divino y lo humano. Creo que, por lo menos, es un hombre honrado. Así lo demuestra su hoja de vida en la Policía Nacional: por eso lo escogieron para el cargo. Y, sobre todo, no es hipócrita, como el 99.3% de los políticos colombianos. No le da miedo confesar hasta las más íntimas de sus creencias religiosas, y hasta sus agüeros, en público.

No soy nadie para dar consejos o juzgar a un general de la Policía, pero si pudiera hablar con él le diría: General, ya que usted no ha dudado jamás de Dios, como Germán Castro, no se olvide de que en Colombia la política es un deporte sangriento. Le aconsejaría que, como buen católico, leyera las homilías del Papa Francisco hablando del diablo: “Con el diablo no se dialoga” dijo, durante un rezo del Ángelus, en el Vaticano. También dijo: “La hipocresía es el lenguaje del diablo. El diablo quiere obstaculizar la obra de la salvación y por eso “esparce la cizaña” a través de “trabajadores injustos” y “sembradores de escándalos”, para dificultar “el crecimiento del trigo”. Diablo significa “el que divide”. “El demonio sabe engañarnos y disfrazarse de ángel”.

Le diría: General, creo que usted se dejó tentar por el diablo… y el diablo lo engañó. Por último, le haría una pregunta: ¿Ya que aceptó hablar con el diablo, por qué no fue acompañado de un buen exorcista?.

Cuadro de comentarios de Facebook
Comparte este artículo