La inseguridad en Bogotá no da tregua, al igual que en todo el país. En los últimos meses, la presencia de ladrones ha aumentado, por lo que los ciudadanos han tenido que redoblar esfuerzos y estar atentos en las calles.
Hace algunas horas, ocurrió un caso particular, en el cual el ladrón terminó enojado por no lograr su cometido. El hecho en cuestión ocurrió en la localidad de Antonio Nariño, concretamente entre la carrera 10 con calle 2 sur; una zona bastante peligrosa por los actos de robo que se presentan allí con frecuencia.
La situación se dio a conocer por redes sociales luego que una serie de videos se hicieran virales. En el primer metraje se observa a un posible habitante en condición de calle que se acerca a un carro blanco con placas HRM 414. El sujeto en cuestión viste un saco negro con capota y pantalones vinotinto hasta la altura de las canillas.
El habitante se acerca al vehículo e intenta conversar con la persona que conduce el carro. Posteriormente, revisa a los costados quizás para cerciorarse que las autoridades no están en los alrededores. Acto seguido, continúa hablando mientras los demás vehículos esperan que el semáforo pase de rojo a verde.
Cuando la movilidad se retorna en la vía y viendo que el coche blanco está a punto de acelerar, agarra con fuerza el retrovisor para tratar de separarlo del carro. La persona que conduce intenta evitar esto, por lo que ambos empiezan a forcejear. Otro conductor se percata de esta situación y ayuda a que el habitante en condición de calle no logre su cometido.
Fragmento del momento cuando inicia el forcejeo.© Proporcionado por Semana
Al lugar de los hechos se acerca una van. El vehículo se acerca al carro blanco y empieza a incomodar al sujeto del saco negro. Por lo cual, se empieza alejar y no logra desprender el retrovisor. Cuando suelta el espejo, se va caminando hacía la acera, mientras empieza a vociferar y manotear por no lograr con éxito el robo.
Luego de que los carros hayan seguido su rumbo, la persona implicada se acerca donde otra persona en condición de calle y aparentemente le empieza a contar lo que acabó de suceder. Finalmente, se sienta al lado y espera a que el semáforo vuelva a ponerse en rojo.
El ladrón manoteando por no haber logrado con éxito el robo.© Proporcionado por Semana
Fuente: Semana
