Por: Federico Senior
Plagio a Carlos Caballero Argáez el título de su excelente columna publicada en El Tiempo, del domingo próximo pasado. Excelente repito, no se puede acertar más en el diagnóstico de lo que hoy nos sucede, dice Caballero, que un 70% de los Colombianos no creemos en nada ni en nadie, desconozco la fuente, pero de hecho la creo válida, es más creo que es corta la cifra.
Los jóvenes, que nacieron en la era de la digitalización, a ella acuden para crear empresas, para crear empleos, hay miles de emprendimientos funcionando, la gente no se queda quieta, en los dos últimos meses, después del confinamiento, he tenido que estar en la calle mucho tiempo, atendiendo los requerimientos de un proyecto en el que estoy comprometido, he tenido que recorrer la Ciudad (Bogotá) de sur a norte y de este a oeste, es una urbe que vibra, que puja, que trabaja, que la suda a pesar del frío, que la goza a pesar del desastre urbano en que la convirtieron los desastrosos gobernantes de los últimos treinta años, que se han robado todo lo robable, que asesinaron el urbanismo de la ciudad implantándole el más infausto sistema de transporte masivo, que alimento la perniciosa codicia de los Nule y los Tapias, los cuales siguen robando desde sus dorados “retiros”, la gente compra y vende, negocia, procuran evadir impuestos, saben que todo se lo van a robar, la gente sabe que la clase política, toda ella, sin excepciones, es ladrona, corrupta, mentirosa, criminal, a la sociedad civil ya eso no le importa, como dice Caballero, ellos trabajan y si les dejan algo de espacio, por ahí se van produciendo progreso.
El mal, lo malo, lo peligroso, es que, ante la evidente desinstitucionalización, la carencia absoluta de credibilidad de las otrora entidades que gozaban del respeto ciudadano, tales como iglesias, ejército, grandes cortes y hace mucho hasta la policía, lo malo repito, es que ya nadie cree en ninguna de ellas, todos saben que están podridas, que no son de fiar y por ende, deben procurar evitar su financiación.
Nunca había estado mas desprestigiada la clase política, en verdad da asco, repugnan todos, Uribe y Petro, Fajardo, Gavirias (César y Alejandro), Bolívar, la Piedad y la Cabal, todos son iguales, los une el común denominador del desaforado afán de lucro y poder, lo de las ideologías son puras heces, el asunto, la meta para ellos es el arribo al poder, es llegar al control del botín, antes llamado presupuesto, eso es todo; después vendrá la feria, los contratos multimillonarios, de adjudicaciones absurdas, hechas de burda manera, como los del hoy por hoy, en que están de moda los de a billón, los árboles de Barranquilla, los peajes del Invias, los de los famosos Centros Poblados, y vaya a preguntar en Delfos, cuantos más hay en salmuera, esos deben ser muchos que no salen aún a la luz pública, de eso es de lo que se trata, de lo que hace el funesto gobierno actual, devolver los favores, las financiaciones de campaña, mediante pingues negociados otorgados a los grandes Barones de la Contratación pública, pagada con dineros del erario, que no son dineros del Estado, no lo son, cada centavo que el gobierno gasta o más bien dilapida, tuvo que haber sido producido, sudado por el privado, por el empresario, y no solo por los grandes, no, lo terrible es que el grueso del dinero que malbarata papa Gobierno, es producido por los medianos y pequeños, esos que en verdad la tienen dura, que se joden, que en verdad trabajan.
Dice Caballero y con razón toda, que el poder está en las ías, Contraloría, Procuraduría, Defensoría, Fiscalía, etc, que los jueces favorecen a los corruptos, y no a cambio de saludes o de gracias, es así, el poder se asienta ahí, su función es fungir por el control de la sociedad, de amedrentarla, nunca vemos u oímos de acciones que propendan por el bien del pueblo, es más, cuando se conoce el escándalo, por algún error que comete algún burócrata al que se le escapa algún secretico que llega a los no menos corruptos títeres mediáticos, no tardan segundos, en crear las cortinas de humo, y a base de rodeos, de declaraciones etéreas, esperan solo que llegue el siguiente escándalo, para que vayamos olvidando, todo queda ahí, y la plata se la siguen robando, sin tregua, sin pausa, se la siguen robando.
La política ha dejado de ser lo que debería, ya no es sino un método criminal por cierto para enriquecerse, para ejercer el poder, la gente ya ni cree y piensa que no la necesita, la gente quiere que la dejen en paz, lo malo, retomo, es que hay una masa significativa por cierto, que quiere cambio, que quiere venganza, que quiere ver a los corruptos o presos o arruinados, que quiere a los políticos delincuentes en la cárcel, pero en la de verdad, no en los clubes del ejercito o policía a donde los mandan y es ahí en donde está el verdadero peligro, que llegue, elegido por democracia, el anti demócrata, como le ha sucedido a Venezuela y Nicaragua, y como una concha de mar en el casco de un buque, no lo volvamos a separar del poder, es ahí en donde esta el peligro, que la mayoría que necesitamos salga a defender la democracia, no lo hará, porque no cree en ella, y esa masa de izquierda rebelde y ansiosa de venganza, logre montar en el poder, al todavía mas funesto aún, portaestandarte de las banderas del socialismo del siglo XXI léase miseria absoluta.
En verdad no hay nadie que pueda tomar el liderato de la sociedad civil esa que cree en la libre Empresa, en la libertad, en la democracia, no hay nadie, todos son un conjunto de pusilánimes, o de oportunistas, que no tienen ninguna posibilidad de avasallar al populista de las eses arrastradas.
Ojalá no sea así…..
