Una alarmante investigación ha arrojado luz sobre las organizaciones criminales dedicadas a la explotación de niños, niñas y adolescentes en Medellín y Bogotá. El concejal Oscar Ramírez Vahos ha denunciado la existencia de estas redes delictivas, las cuales no solo se dedican a la explotación sexual comercial de menores, sino que también los utilizan para actividades relacionadas con el microtráfico.
«Estamos frente a un delito altamente organizado, con estructuras complejas que involucran tanto la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes como su instrumentalización en el microtráfico y otros fines comerciales», declaró el concejal Ramírez Vahos.
La investigación, llevada a cabo con cámaras ocultas por un equipo de trabajo del concejal, reveló cómo los menores son víctimas de la explotación tanto en el ámbito sexual como en el tráfico de estupefacientes. Según Ramírez Vahos, estas redes delictivas operan de manera interconectada entre distintas ciudades, moviendo a los menores de un lugar a otro con fines criminales.
«Lo que sucede en lugares como el barrio Santa Fe en Bogotá está estrechamente relacionado con actividades similares en Medellín, como en los parques Lleras, El Poblado o Botero. Estas mafias trasladan a los menores de una ciudad a otra, como hemos evidenciado en nuestra investigación en Medellín, donde encontramos menores con acentos distintos ofreciendo información sobre la venta de drogas como el tusi (2C)», explicó el concejal.
Los hallazgos de la investigación son alarmantes, especialmente considerando que en los últimos años se han registrado 69,208 casos de niños, niñas y adolescentes en proceso de restablecimiento de derechos debido a la vulneración de los mismos.
«Es crucial exponer estas actividades criminales, especialmente en el contexto del reciente caso del ciudadano norteamericano descubierto con menores en un hotel de Medellín. Queremos destacar que esta problemática no se limita a una zona específica de Medellín, sino que está presente en toda la ciudad, e incluso en otras áreas urbanas del país como la Plaza Botero en Bogotá», agregó Ramírez Vahos.
Las revelaciones de esta investigación ponen de manifiesto la urgente necesidad de acciones coordinadas por parte de las autoridades para desmantelar estas redes criminales y proteger a los menores vulnerables de la explotación y el abuso.
