Terminó un nuevo torneo, en el que Millonarios destacó como el mejor equipo, habiéndose clasificado a los cuadrangulares como el segundo mejor, solo superado por Águilas Doradas. A lo largo de los cuadrangulares semifinales, demostró ser el mejor de los 8 clubes participantres, obteniendo el justo pasaporte a la final y llegando como el favorito a la final.
Desde el otro cuadrangular, un Atlético Nacional con dudas y en medio de una mini crisis de resultados, donde difícilmente podía irse ganador, terminó llevándose el cupo a la final, en un grupo donde 3 de los 4 participantes llegaron con opciones a la última fecha. Así, con un Millonarios que se vistió de favorito desde el primer día, se llegó la final.
Realmente fue pareja. En principio, la histórica y además inédita final del fútbol profesional colombiano fue de dos equipos que poco quería regalar, aunque siempre se vio a un Millonarios con más fondo de armario para imponerse y quedarse con el título. Así, a lo largo del segundo partido, por ejemplo, atinó a realizar casi el doble de disparos a puerta de su rival, que pareció contentarse con el gol conseguido por Jefferson Duque sobre la media hora de juego en Bogotá.
Con el partido empatado a un gol, igual que el marcador global, los equipos no tuvieron otra opción que definir al campeón desde el lanzamiento desde el punto blanco. Y aquí, es donde se da la curiosa imagen, que parece sacada de la cabeza del grandísimo Carlos Salvador Bilardo y tiene que ver con Kevin Mier y un recogebolas.
Este último, azuzado por el banco del cuadro embajador, se acerca a la portería donde Mier estaba a punto de recibir el dispardo de uno de los jugadores embajadores y, aprovechando un descuido del cuidapalos verdolaga, se lleva la toalla que descansaba al lado derecho del guardameta nacido en Barrancabermeja hace 23 años.
Esto habría sido normal, si el portero no tuviera anotado allí el nombre y la dirección de los pateadores de Millonarios, seguramente estudiados desde el banco técnico del cuadro verdolaga. Lo cierto es que el portero de la máquina verde apenas atajó un penalti, frente a Luis Carlos Ruiz y cuando ya la mencionada toalla sólo hacía parte del recuerdo.
Al final, ni Dorlan Pabón ni Jarlan Barrera ni Cristian Zapata pudieron convertir y un riendazo monumental de Larry Vásquez trajo al banco de Gamero la tan ansiada estrella 16, que convirtió al embajador en el actual campeón del fútbol profesional colombiano. Y todo, gracias a no ‘tirar la toalla’, sino mejor quitársela al portero rival.
Mira el video del recogebolas y Kevin Mier, aquí.
Fuente consultada: Colombia.com
