El cielo se rompió en Bucaramanga mientras en Medellín no aguantan más calor

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Colombia atraviesa por una situación climática muy particular considerada preocupante por muchos, porque la temporada seca comienza a aparecer con días de extremo calor como los vividos en la ciudad de Medellín.

La capital antioqueña parece por estos días ‘la capital del eterno verano’ porque las temperaturas alcanzadas rayan los 31 grados, pero hasta hace un par de semanas los aguaceros casi interminables azotaban sin piedad el oriente del departamento y también la ciudad.

El sol alumbra sin apagarse en Medellín, mientras que, en Bucaramanga, capital del departamento de Santander, los aguaceros caídos en las últimas horas en la zona metropolitana contrastan la situación, y las precipitaciones han ocasionado inundaciones en las vías con sus correspondientes traumatismos.

No solo ha caído agua en Bucaramanga ‘como arroz’, también la tormenta eléctrica se ha hecho presente poniendo más difícil la situación, que una vez terminada, dejó sitios de la ciudad y municipios cercanos como Girón, con el agua al cuello.

Calles se convirtieron en ríos y lagunas

En las calles los motociclistas y conductores de automóviles tuvieron que descender de sus vehículos porque el tránsito era virtualmente imposible debido al anegamiento de las vías, empeorado por deslizamientos de tierra que taponaron con barro calles y los desagües y alcantarillas.

El subcomandante de los Bomberos del municipio de Floridablanca, Clemente Jaimes, explicó la emergencia generada por las fuertes lluvias y sus consecuentes deslizamientos, además del taponamiento de alcantarillas que puso más grave la situación.

“Un pequeño deslizamiento en un barrio de Girón tapó las alcantarillas y generó un desbordamiento. Unidades bomberiles ayudaron a destapar un poco y colapsó la vía en el Rincón del Girón. Las alcantarillas no daban abasto y generó congestión vehicular”, afirmó Jaimes.

En barrios como Los Bambúes la emergencia se tornó dramática porque las calles se convirtieron en ríos y algunas casas parecían tener una laguna en su interior porque quedaron casi tapadas por el agua caída, la situación, infortunadamente no es nueva porque con cada aguacero se produce rebosamiento de alcantarillas y las aguas negras anegan el barrio.

Habitantes de la zona ruegan al cielo para que cierre el grifo y no caiga más agua, y a las autoridades municipales solicitan una pronta solución al problema que se repite con cada jornada de lluvia.

La situación también fue grave en Floridablanca porque la caída de postes de luz ocasionó grave riesgo parea la comunidad que se encontraba en sus casas, para los transeúntes y para los conductores de diferentes tipos de vehículos.

Fuente consultada: Colombia.com

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