Mario Castaño, el exsenador liberal caldense que fue noticia por el entramado de corrupción con contratos públicos en varios departamentos y que con ellos lograron varias personas hacerse con millonarias sumas de dinero, fue condenado a 15 años y 11 meses de prisión por la Sala de Primera Instancia de la Corte Suprema de Justicia.
Castaño, de 51 años y quien ha afirmado que se encuentra en difíciles condiciones de salud desde que fue detenido, recibió la condena luego de aceptar que fue él quien lideró una red de corrupción que logró millonarias ganancias con contratos públicos y que estaba compuesta por varias personas, algunas de ellas capturadas.
El exparlamentario fue capturado en junio de 2022 y la Corte Suprema le formuló cargos por 19 delitos entre los que se encuentran concierto para delinquir, peculado por apropiación y estafa agravada. Mario Castaño organizó una estructura criminal que, en complicidad con funcionarios públicos, alcaldes y personas particulares, logró apropiarse de manera ilegal de multimillonarios recursos de la nación a través de la contratación pública irregular.
Pedían indemnización
En este caso de corrupción en contra de Mario Castaño, el Departamento Administrativo para la Prosperidad Social, parte civil en el proceso, solicitó indemnización por afectación al buen nombre de 60 mil millones de pesos, la cual fue negada, en cambio, Mario Castaño deberá pagar una multa de 1.060 millones de pesos.
De acuerdo con la Corte Suprema de Justicia, el exsenador Castaño abuso de su rol como senador de la República e incitó dádivas a cambio de gestionar nombramientos en cargos públicos para realizar gestiones indebidas de contratos sin importar que las personas ‘puestas’ en dichos cargos no cumplieran con los requisitos de ley ni la idoneidad para ejercer los mismos.
La Corte Suprema decidió que algunos casos de irregularidades seguirán en investigación y estos corresponden a proyectos de canchas sintéticas en los municipios de Suárez, San Diego y Samaná, en Caldas, así como contratos interadministrativos en Piendamó y Balboa en el departamento del Cauca y el proyecto ‘sacúdete’ en Armero Guayabal y Villamaría.
“El andamiaje de la organización delictiva liderada por Castaño Pérez puesto en evidencia en esta providencia permite entender que las exigencias dinerarias que se realizaban a través de Juan Carlos Martínez para el “partido” tenían como beneficiario al acusado, pues es claro que este como Senador de la República cuenta con participación al interior de un partido político y que, como se desprende de manera reiterada de la prueba, Martínez actuaba como su “mano derecha” y su representante en diferentes escenarios”, dice un fragmento del fallo revelado por El Tiempo.
Fuente consultada: Colombia.com
