Por: César Augusto Betancourt Restrepo
En mi pasada columna “La Guerra Fría en el Medio Oriente”, indiqué que uno de los objetivos de Irán al inmiscuirse en el conflicto Palestina-Israel, era el dominio comercial marítimo por el Canal de Suez, así como el control regional de la OPEP y finalmente, arrebatarle la hegemonía a Estados Unidos mediante un reemplazo a la divisa internacional imperante hoy en día, el dólar.
Recordemos que desde hace varios años se viene hablando de los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), a los que se han ido sumando naciones como Arabia Saudita, Egipto, los Emiratos Árabes Unidos, Etiopia y por supuesto, Irán.
Uno de los principales objetivos de los países BRICS es buscar una alternativa al sistema de pagos internacionales, que hoy dominan tanto el dólar como el euro, es decir que buscan arrebatarle la hegemonía político-económica a Estados Unidos y su moneda, con la cual hoy se mueve la inmensa mayoría del comercio mundial.
En aras de lograr su meta, se ha formado la plataforma de pagos internacionales BRICS Pay, la cual sería desde ya una opción diferente para las transacciones internacionales, al menos entre estos países, los cuales podrían superar el PIB de Estados Unidos para el 2035, según el Grupo Goldman Sachs, mientras otros analistas anuncian que esto ocurriría en el 2050.
Con el BRICS Pay, las sanciones económicas que imponga Estados Unidos sobre los países miembros, tendrán efectos mínimos o nulos, y propiciará las relaciones comerciales entre estas economías emergentes, las cuales albergan a cerca del 45% de la población mundial.
Incluso y para sorpresa de muchos, la alianza BRICS ha creado el New Bank of Development, corazón del BRICS Pay y propiedad de los países miembro.
Esto ocurre justo cuando la economía alemana, principal propulsor de la economía europea, se encuentra por su momento más oscuro y con signos de decrecimiento, lo que debilita al euro, segunda divisa más común en transacciones transfronterizas en occidente.
Se prevé que durante este 2024, los países BRICS controlen el 80% del petróleo mundial y el 32% del PIB del planeta, otorgándoles un protagonismo en la política internacional a estas naciones, especialmente a Rusia y China, caracterizados por tener gobiernos (dictaduras) autoritarios y con deseos de imponer una nueva agenda global.
Mientras esto ocurre, la ONU sigue promoviendo los ODS, que aunque en teoría suena altruista y consciente, en la realidad está fomentando sociedades liquidas e ingobernables, propiciando que sean los países BRCIS los actores más beneficiados.
Para entender la complejidad del mundo hoy, sería recomendable recordar la frase del ex director del FBI, Mark Felt, quien decía “follow the money”… sigan el dinero y vean adonde conduce.
PD: ¿Será que la demanda de Sudáfrica (país BRICS) a Israel (aliado de EE.UU.) en la CPI es altruista y con genuino interés en los Derechos Humanos?
