La ansiedad es un trastorno mental que puede aparecer en cualquier momento. Aunque algunas personas lo experimentan a la hora de levantarse o durante el día, otras pueden sufrirlo en el momento de ir a dormir, impidiendo un sueño de calidad. A esto se le conoce como ansiedad nocturna.
De acuerdo con expertos del portal Psicología Nafria, “la ansiedad nocturna se manifiesta en el momento en el que quieres conciliar el sueño, pero el nerviosismo y los pensamientos negativos te impiden relajarte y descansar, afectando de esta forma a tu ciclo del sueño”.
Los especialistas señalan que todas las fases del sueño son importantes para tener un descanso reparador y energizante, por lo que no dormir de forma adecuada puede afectar a nuestra estabilidad emocional y nuestras labores diarias.
Cuando dormimos, nuestro cuerpo y nuestra mente atraviesan por cinco fases; sin embargo, las principales en cuanto a un buen sueño son las dos ultimas: sueño lento y fase REM. “La fase de sueño lento es imprescindible para el descanso y la recuperación de energía, y la fase REM para el procesamiento de la información, el aprendizaje y consolidación de la memoria” señala el medio citado.
La ansiedad nocturna se manifiesta por diversas causas que pueden variar de persona a persona. Las principales son: asociar eventos difíciles con la noche, preocupaciones anticipadas, estrés y síndrome de las piernas inquietas.
Algunos de los principales síntomas de este trastorno son: taquicardia y/o arritmia, sudoración excesiva, excesivo calor o frío, temblores, mareos y/o vértigos, náuseas, estremecimiento, dolores musculares, dolor, presión o molestias en el pecho, fatiga y sensación de incapacidad para respirar.
¿Cómo calmar y prevenir un episodio de ansiedad nocturna?
De acuerdo con psicólogos del portal Healthily, “existen muchas técnicas y remedios que pueden ayudar a una persona a lidiar con la ansiedad nocturna, pero ante todo es fundamental trabajar en la rutina diaria para prevenir la ansiedad nocturna”. Algunas recomendaciones son:
Comer cerezas ácidas antes de acostarse: diversos estudios han demostrado que consumir esta fruta justo antes de ir a dormir puede aumentar el sueño hasta 85 minutos más, debido a su alto contenido de melatonina.
Beber té de manzanilla: especialistas de la Clínica de Cleveland señalan que “está clínicamente demostrado que beber una taza de té de manzanilla reduce la ansiedad y favorece el sueño”.
Comer a horas: los mismos expertos señalan que para evitar los episodios de ansiedad juega un papel fundamental la rutina, por lo que es muy importante comer siempre a la misma hora para regular los ritmos circadianos.
Dejar el teléfono de lado: según los investigadores, no utilizar el teléfono antes de acostarse favorece el sueño al reducir la ansiedad nocturna. La opción ideal para relajarse antes de ir a dormir es leer unas cuantas paginas de un libro.
Fuente: Colombia.com
