Agropecuaria Sostenible y Sustentable

Columnistas
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Por: Gonzalo Concha

Ante la llegada del fenómeno de la niña – si los pronósticos de la NOAA y del IDEAN se cumplen – en los próximos meses de julio y agosto, nos vamos a ver enfrentados a un verano extremo, con altas temperaturas y escases de agua.

Para quienes vivimos en el campo, esta debe ser una alerta temprana para estar preparados en todos los aspectos, fundamentalmente en el sostenimiento, aprovechamiento y abastecimiento del agua; el manejo de los cultivos; y el sostenimiento del ganado.
En el punto del agua, lamentablemente muchos no disponemos de tanta agua como uno se lo imaginaría, por lo que es necesario visitar los nacederos y cañadas, corrigiendo donde corresponda; en igual sentido el racionamiento tanto para uso doméstico como agropecuario vuelve a ser una prioridad.

Si atendimos en tiempo y modo, las recomendaciones de los expertos, en sembrar árboles entre los potreros, o adecuar potreros entre árboles – programa silvopastoril – tenemos muchas ventajas, particularmente para el ganado, el que tendrá sombra para reposar, alimentarse con retoños de cercos vivos, como botón de oro y matarratón y pasto fresco; igualmente ante la baja evaporación contará con el agua necesaria; sin dejar de reconocer a quienes complementariamente y a tiempo, cultivaron especies de sombra como el lulo, entre otros.

Lo anterior parecería una reflexión innecesaria, pero recordemos que, como relevo generacional, muchos recibimos fincas de nuestros mayores, quienes por respetables razones, adecuaron sus potreros con solo pastos, agua y muy pocos árboles y cuando de cultivar se trataba, igualmente fueron los suelos despejados sus preferidos.

Hoy tenemos claro que cultivar especialmente hortalizas a la sombra de los árboles – programas agroforestales – para épocas secas como las que se nos avecinan, son de gran ayuda, manteniendo los cultivos frescos por su sombra, así como por el aprovechamiento natural de vapor de agua por la transpiración de los árboles.

Ahora, si el tiempo sigue comportándose impredecible e inclementemente, debemos desde ya, iniciar con un cambio de costumbres ancestrales; paro empezar, busquemos y aceptemos asesorías y acompañamiento de expertos agropecuarios, entendiendo que podríamos estar dejando escapar la rentabilidad por estar cultivando lo que no corresponde, donde no corresponde y manejando el ganado de manera inadecuada.

Al uso racional del agua; restauración de los suelos; cultivos menos sedientos; suplementos biológicos; y semillas mejoradas – entre otras tantas alternativas – debemos darles una oportunidad, por más experiencia que creamos tener.

Lamentablemente, en agropecuaria la ausencia de una Política de Estado, integral, sostenida y sustentada en el tiempo, está comprometiendo nuestra seguridad alimentaria, la que se encuentra preocupantemente amenazada.

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