PANORAMA POLÍTICO COLOMBIANO

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Por: Orlando Arenas Tamayo

Para un colombiano medianamente educado hay incertidumbres en la actual campaña política
para las elecciones de mayo y junio del presente año, por la calidad política de los candidatos
enfrentados, sin excepciones pues Federico Gutiérrez no tiene una gran formación, aunque sí un
gran carisma que le puede salvar la papeleta si se rodea de gente inteligente. No me gustó mucho
su alcaldía y menos en el tema Seguridad; en Educación, fue plausible que fuera a buscar los niños
desertores y lo hecho en la cárcel El Buen Pastor para una ciudadela universitaria; el impulso a los
vehículos eléctricos fue muy aplaudido, aunque estrechó las vías y puso materas y ciclovías en las
que no he podido ver un ciclista, mejor dicho, afectó mucho la movilidad y no construyó vías
nuevas. Se empeñó en imponernos un candidato en su reemplazo y solo consiguió dejarnos de
herencia a Daniel en la Alcaldía.
Siempre he criticado la gestión de Sergio Fajardo por mala y malintencionada, por haber cometido
tropelías en la Gobernación y en la Alcaldía, en la dirección y gerencia que impuso en EPM y
porque, siendo su bandera la educación, no se conoce un balance más mediocre y pobre que el de
este gobernante. NO VOTO por Sergio Fajardo y tengo en esta decisión más palabra que Jorge
Gómez.
Tampoco voto por Rodolfo, aunque diga unas verdades, por procaz y mal hablado, ni siquiera me
lo imagino de presidente de los colombianos insultando peor que Maduro. Esperé respaldar a
Ingrid Betancur, por ser mujer, víctima, aunque ella lo propició, por ser reconocida
internacionalmente, pero resultó desacertada, errática, peleadora y no atinó media en un debate
de tanta importancia. Entró a torpedear el grupo de la Esperanza de donde salió muy mal con
todo el mundo, lo que ya la descalificaba de antemano.
Robledo es un gran senador, pero le falta perrenque político para una candidatura. Los demás
movimientos solo tuvieron candidaticos muy nuevos que seguramente el tiempo dirá si maduran
para otros procesos electorales en los que los necesitamos.
Petro es un mar de contradicciones, aunque es hombre culto, con formación aparente, pues ya
parece que los posgrados son chimbos y que en ello iguala a todos los “Cartones” que presentó
Peñalosa, para engañarnos en su formación y a muchos dirigentes que aparentan con los títulos
que proclaman y que ninguno acredita, el último de los casos, el escándalo de Julián Bedoya en
contra de una institución respetable como la Universidad de Medellín.
Petro dice la verdad cuando afirma que muchos expropiaron para abrir vías y en que la restitución
de tierras es la política de corregir una enorme expropiación de tierra que con violencia le quitaron
a los campesinos durante años, los paracos y guerrilleros, pero cuando dice que si gana,
inmediatamente acaba con la exploración petrolera y a continuación afirma que el Estado debe
ser el mayor empleador de un país, cualquier pendejo sabe que está pensando en repetir lo de
Venezuela, aunque después diga que no lo va a hacer. La propuesta sobre las pensiones no me
parece descabellada en el sentido de estimular los fondos de pensiones oficiales, pero la
propuesta de acabar con los privados, cercena la libertad de empresa y la de utilizar los activos de

los fondos de pensiones es un atraco a las familias trabajadoras que son los dueños de estos
fondos.
La teoría del Perdón Social que sale a defender y él se enreda en sus espuelas, no se entiende lo
que defiende, que la propuso y luego que no, no sabe qué decir, afirma que él los metió a la
cárcel, que son corruptos y luego, talvez para no ofender a los Moreno Rojas, dice que son ex
corruptos, demuestra a las claras que no tiene reglas morales ni éticas para presentarse y eso ya
se sabía pues cuando Fico, de manera inteligente, lo contrasta porque critica la corrupción y le
recuerda que Roy Barreras y Armando Benedetti son sus asesores, entonces Petro enmudece y no
atina a decir palabra, como tampoco lo hizo cuando apareció el “Petro video” y los fajos de billetes
que recibía en la penumbra.
Gustavo Petro tiene discurso, pero sus propuestas no me indican que sepa qué hacer como
presidente y engaña a las gentes porque la sociedad está “mamada” con los discursos contra la
corrupción que ningún gobernante aplica, ninguno y las sociedades son como el ganado cuando se
produce una estampida, que ya no le importa el camino ni las consecuencias de recorrerlo y se
suicidan como algún día va a ocurrir en Colombia. Eso fue lo que pasó con Venezuela y su hastío
con los gobiernos incapaces y podridos en la corrupción, que la sociedad los barrió y se suicidó en
el intento. Duque pasa la página con dos o tres aspectos benévolos, pero el resto es una triste
historia llena de fracasos, teniendo las fórmulas, las mayorías, pero cedió a la desvergüenza de un
gobernante empujado por los acontecimientos y no por la visión de un estadista.
Espero que Federico se rodee de un grupo de gente limpia, culta, bien formada en las tareas de
gobierno, porque yo voy a votar por Federico, esperando que tome nota de todos estos errores de
la derecha y los corrija para bien de la nación colombiana.

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