La formación de jóvenes en el desarrollo rural: clave para un futuro sostenible

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Por: Carlos Ríos Correa

La educación con calidad y pertinencia orientada a los jóvenes en la ruralidad es importante porque tienen el poder de transformar el panorama y desempeñar un papel fundamental en el cierre de brechas y el desarrollo sostenible de nuestras comunidades.

Al aprender sobre prácticas agrícolas sostenibles, tecnologías avanzadas y enfoques innovadores, los jóvenes pueden implementar métodos más eficientes y respetuosos con el ambiente. Esto conduce a un aumento en la producción de alimentos, una gestión más eficiente de los recursos naturales y, en última instancia, a comunidades rurales más prósperas.

Los adolescentes que han crecido en una era digital y están familiarizados con las últimas tecnologías, son agentes naturales de la innovación en el desarrollo rural porque logran involucrar herramientas y soluciones tecnológicas que promueven la agricultura de precisión, la automatización, la gestión inteligente de los cultivos y el comercio electrónico agrario.

El emprendimiento y la asociatividad son pilares esenciales, los cual ayudan a identificar oportunidades comerciales, desarrollar ideas innovadoras, imprimir valor agregado a los productos y establecer sus propios negocios desde la ruralidad. Al impulsar el emprendimiento y la asociatividad en el sector agropecuario, se generan empleos y se crean oportunidades económicas en los municipios, promoviendo la producción y el consumo de alimentos locales, fortaleciendo la economía en los campos y mejorando la seguridad alimentaria. Además de establecer alianzas con otras instituciones de gran trayectoria en la generación de impacto positivo en la rentabilidad y la sostenibilidad de la producción del sector, el cual se enfrenta actualmente a grandes retos como el incremento de la producción de proteína de alto valor biológico a un menor costo y la creciente demanda de consumo de alimento en el mundo. 

Es por esto que la oferta en educación superior debe estar enfocada a las necesidades de cada región dando respuesta a la diversidad y características propias de la misma. Un buen ejemplo de educación pertinente que podemos compartir es el programa Tecnología en Gestión Comercial Agroempresarial que hoy ofrece la IU Digital de Antioquia, al cual aportamos en su construcción, teniendo como fundamento las necesidades escuchadas en nuestros recorridos por los territorios, donde los campesinos expresan que son los intermediaros los que se quedan con el mayor porcentaje de la rentabilidad a la hora de comercializar sus productos.

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Así las cosas, siempre será necesario diseñar un programa académico que brinde habilidades para prosperar en el desarrollo rural, tomar decisiones y que aporte herramientas para formar a los jóvenes, enfocado en estrategias empresariales para los territorios.

En la medida que las comunidades rurales se enfrentan a la migración y al cambio social, el conocimiento y la cultura están en peligro de perderse. La formación de los jóvenes en el desarrollo rural es fundamental para mantener viva la identidad y garantizar la continuidad de prácticas agrícolas sostenibles arraigadas en la historia, esto en el marco del relevo generacional de la vida digna en el campo. 

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