ANTIOQUIA, BIEN VALE UNA MISA

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Por: Julio Enrique González Villa

Cuenta Don Marco Fidel Suárez, nuestro Presidente entre 1918 y 1921, en su obra literaria: Los Sueños de Luciano Pulgar, que escuchó a don Julian Jovellanos:

“…Se conoce que en eso, como en otras manifestaciones anticristianas y antipatrióticas, que hace muchos años venían presentándose en Colombia, están mezcladas las sociedades secretas.

Sí, señor (le contesté). Ellas fueron siempre perniciosísimas para las naciones, como lo reconoció don Manuel José Quintana, impío declarado. Para nuestra república, desde que ella se fundó, fueron y han sido imponderable calamidad, según lo advirtieron y anunciaron en La Miscelánea los señores Aranzazu, Vélez y Acebedo, que nada tuvieron de devotos, ni siquiera de católicos practicantes. Muchos incautos corren vendados en pos de la masonería, dejándose arrebatar la libertad de pensar y sirviendo de instrumentos ciegos a los planes fraguados por poderes ocultos y lejanos. La moderación de las logias anglosajonas es moderación metódicapara no alarmar a las testas coronadas y a otros poderosos que cooperan en los trabajos masónicos, sin advertir el verdadero fin de éstos; pero las sectas o logias latinas han empezado ya a quitarse la máscara, según lo publican los congresos masónicos más recientes, y en particular algunos tenidos en Roma.

Lástima (continué) que los colombianos no lean las actas y discursos de esos congresos, en que la masonería se ostenta tal como es: con sus principios y designios, contrarios no sólo al clero, blanco del odio frenético de las logias, sino a la doctrina católica, sino al protestantismo, al judaísmo, a todas las religiones positivas; con su plan, que es la destrucción del orden social, político y doméstico, y la exaltación de la revolución universal; con su culto, que es literalmente el culto de Satán. Todo esto se prueba en revistas sumamente autorizadas que circulan por el mundo, pero que los colombianos no leen, como no leen los discursos de un Ferrari, de un Magallanes Lima y de otros masones que no saben fingir…” (Marco Fidel Suárez; Obras; Tomo II; Sueños de Luciano Pulgar; Tomo I; Clásicos Colombianos; Instituto Caro y Cuervo; Bogotá; 1966; Pag. 12)

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El Dr. Camilo Antonio Echeverri, líder liberal antioqueño, protagonista de la época de la célebre Constitución de Rionegro en 1863, Convencionista en ella, que en 1.876 fue conducido al Hospital tras una enfermedad terrible. Cuenta Don Estanislao Gómez Barrientos en su libro Don Mariano Ospina y Su Epoca que Echeverri “Se expresaba en El Correo Liberal de Bogotá con tánta vehemencia y acerbidad contra el Catolicismo” que arrepentido tras conversaciones que tuvo en ese Hospital con las Hermanas de la Caridad, especialmente una francesa de nombre Sor Gaetana, y después de una larga confesión con el Padre Pardo Vergara, escribió varias obras en comunicaciones dirigidas a sus allegados y amigos. Entre ellas, una que envió a su señora madre y que llamó Prudhome hace milagros. En esa carta le manifestó: “…Yo era masón; y recuerdo que en la Logia el aire es tibio y luminosas las lámparas; que allí el vino y las canciones inflaman a los iniciados; que se entra a odiar a los creyentes, y se les odia por deber; que se entra a ser impío, y por deber se blasfema….”

“Yo no ejecutaba acto alguno de piedad desde que me aparté de tu lado, madre mía, en diciembre de 1.844.

“Cogíle tan grande amor al mundo que me olvidé de mi alma por entero…” .” (Estanislao Gómez Barrientos; Don Mariano Ospina y su Epoca; Tomo 2; Pag. 33)

En el Diario La Sociedad se escribió sobre los intereses de la masonería: “Mas hoy afortunadamente sólo pueden extraviarse los cobardes y traidores. El fuego se ha roto en toda la línea: la batalla se manda en un solo movimiento; el punto objetivo de la victoria es el mismo en todos los pueblos de Europa y de América. Emancipar la conciencia religiosa de la humanidad, sustrayéndola de la tiranía secular de Roma; conquistar la libertad moral del hombre contra la autoridad de los Concilios y de los Pontífices; negar a Roma; resistir a Roma, es la voz de orden (la consigna) del liberalismo en el mundo, y el que no pueda cumplirla no es ni puede ser liberal…” (Del Diario, número…reproducido por La Sociedad número 208)” .” (Estanislao Gómez Barrientos; Don Mariano Ospina y su Epoca; Tomo 2; Pag. 37)

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Hago alusión a estos dos hechos porque ya me había llamado la atención que Simón Bolívar, detalla Luis Perú De La Croix en su célebre Diario de Bucaramanga, en donde relaciona la época en que el Libertador estuvo en esa ciudad para estar cerca y permanecer informado del desarrollo de los acontecimientos de la Convención de Ocaña en 1.828, se había expresado en términos fuertes contra la masonería, pues él también lo había sido y se sintió desengañado, manifestando que esa institución era ridícula.

Hice mi Doctorado en Derecho en la Universidad Externado de Colombia. Allí conocí y gocé de su amistad, del Dr. Carlos Restrepo Piedrahíta. En algún almuerzo que tuvimos en la Casa Externadista, me dijo: “El artículo mejor redactado de la Constitución de 1991 es el último artículo que dice: “se deroga la Constitución de 1886””.

La Universidad Externado de Colombia nace efectivamente como reacción a la Constitución de 1886, a Rafael Nuñez, a Miguel Antonio Caro, al Partido Conservador. Los masones son sus fundadores. La masonería tiene como fin acabar con la jerarquía eclesiástica. El Papa es su enemigo acérrimo. La masonería tuvo su furor en el siglo XIX. Gran número de liberales colombianos del siglo XIX y aun del siglo XX fueron masones. Eso demuestra que el acercamiento o distanciamiento de la jerarquía eclesiástica es uno de los verdaderos diferenciadores de los dos Partidos Políticos tradicionales en Colombia: conservadores y liberales.

Tampoco se puede confundir al Partido Liberal con el Federalismo. Los Conservadores, sobre todo en Antioquia, han sido los paladines del Federalismo y de las Autonomías. Antioquia se creó como Estado soberano en 1856; luego, de la mano de Don Mariano Ospina Rodríguez, antioqueño como el que más, porque aquí, y por estas tierras, luchó e hizo la familia, se hizo la Confederación Granadina. Luego en Rionegro en 1863, aunque los conservadores no participaron, la gloria de la batalla de Cascajo entre Rionegro y Marinilla hizo saber al País que había una Antioquia libre, altanera y conservadora.

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Cuando la Universidad Externado en la voz de su Réctor Hinestrosa me conoció, por intermedio del Dr. Carlos Restrepo Piedrahíta, me dijo abiertamente que tenía sus inquietudes sobre Antioquia. Ese apego a la Religión Católica, a sus Jerarquías, hace que este pueblo sea diferente, difícil, indomable, complejo, libre y altanero.

Los pueblos resaltan, recuerdan y se sienten orgullosos de sus costumbres. Así como Enrique IV de Navarra dijo: “París, bien vale una Misa” para acceder a la corona de Francia siendo Protestante, los antioqueños debemos serle fiel a nuestras costumbres españolas, a nuestros ancestros, y defender ese catolicismo que nos enseñaron nuestros padres y abuelos como parte de nuestra cultura paisa.

*¡Antioquia, bien vale una Misa!

Julio González Villa

Profesor Universitario

Abogado

Concejal de Medellín.

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