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NO ME LEISTE LO DE AYER IVAN, QUE PENA…(Sarcasmo)

Por: Federico Senior
…y volviste a meter las de andar, en verdad me gustaría saber aparte de Alvarito quien o quienes son tus consejeros directos, pues parecen más bien tus enemigos que otra cosa, no sé si es por la atribulación lógica que te debe producir este mare magnum en que estamos, para el que tú no estabas preparado, es que Iván, todos sabemos que Washington es una ciudad deliciosa para los cocteles y el chisme, el BID para el que trabajaste, solo te quedaba a cuatro cuadras de la Casa Blanca, todo era “Dolce Vita”, aunque estoy seguro que te enterabas de lo que sucedía aquí en tu conmocionada patria, el estar allá, de lejos, oliendo el dulce aroma de los cerezos, lejos del mierdero de la Nueva Granada, pues, todo como que te resbaló, porque parece que te caló poco. Washington entonces Iván, rico para vivir, pero inútil como campo de entrenamiento para ser Presidente de Colombia.
Pues con tu perdón el cual pido por anticipado, ésta tu tierra es un territorio indomable, lleno de gentes guerreras, jodidas, por temperamento y jodidas por víctimas, o sea re jodidas, todo es complicado, sabes de sobra la inmensa carga que representa la sideral brecha social, la injusticia, el desorden, la criminalidad, la corrupción, la concentración del poder y de la riqueza, todo eso lo sabías, no puedes decir que te sorprende lo que sucede hoy, haber sido el escogido por el Jefe, debió haber sido para ti motivo de inmensa alegría, de seguro que el presupuesto de Don Álvaro era el de disfrutar de cuatro años, dilapidando el presupuesto, creando puestos de rimbombantes nombres y de inútiles encargos, todos contentos, todos felices, creía igual el Jefe, que como él parte de la premisa de que infunde tanto temor (terror, más bien), el Congreso se le iba a arrodillar, así que con los veinte lambeculos que tenía en el Senado, con eso bastaría para imponer la incuestionable voluntad del Capo del Ubérrimo.
Cuan equivocado estaba, la vaina aquí no es tan sencilla Iván, el asunto aquí es “teso”, a la hora de los postres, lo que estás haciendo con tu imagen, es pisotearla, tan solo para defender al cacique, ése que no ha tenido el más mínimo reato de conciencia al abandonar a montones de sus funcionarios, de sus amigos, de sus escuderos, que por defenderlo, encubrirlo, y paliar sus abusos, atropellos y crímenes, quedaron expuestos en la picota pública y hoy o, pagan cárcel o huyen como ratas en incendio, eso te va a pasar Iván, no lo dudes, un hombre que es capaz de hacerle comer el vómito a su hijito, es un salvaje, un tirano, alguien que no merece ningún tipo de consideración, vuelvo a decírtelo querido Iván, apártate de él, con contundencia, con decisión, ¿te digo?, estás demorado.
Decía que de nuevo metiste las de andar, oye Iván, es que tu no recuerdas, por allá en lo recóndito de tu mente, que tú eres el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de la Nación, ¿te acuerdas?, como es posible, que tú, siendo el Jefe Mayor, hayas realizado la visita que le hiciste a Cali anoche, como si fueras un delincuente prófugo, para que diantres vas a visitar a la Ciudad sitiada, sino le pones cara a los problemas, querido Iván, solo lograste exponer a plena luz tu absoluta falta de huevos, actuaste como un cobarde, carajo, es el colmo, yo de ti voy y pongo la cara, a todos, a indios, estudiantes, camioneros, cultivadores, delincuentes, a todos, “bueno aquí estoy, entonces como es que es la vaina…”, con cojones mi querido Iván, con cojones.
Ahora bien, si te da miedo, pues hombre, agarra algún Coronel o Capitán del Ejercito o mejor de la Policía, de esos que tienen la sangre negra, y nómbralo “Alto Comisionado para arreglar el mierdero de Cali” dale toda la autoridad y que lo resuelva él; entretanto, quédate en Palacio, esperando a la maquilladora para que te quite las lagañas y las ojeras y te ponga bien “pispo” para salir en ese ladrillo diario que es tu programita de televisión.
No leíste mi escrito de ayer Iván y, fíjate, lo escribí pensando en ayudarte en algo, en colaborarte, te tengo incluido en mis oraciones, me das lástima, deberías coger ejemplo de Juanma, sin duda un atarván, pero al menos tuvo los cojones de mandar a la mierda a Uribe, en eso el pueblo te pide que lo imites, como diría un Sevillano, mándalo a coger piedras al Guadalquivir.
En vano es de seguro todo esto que escribo, con mucha atención, pero sin sorpresa, me entero de lo que pasa en el Valle del Cauca, terrible, de hecho así es, nada agradable, pero si ahondamos un poco, toda esa furia no es gratis, todo eso obedece a centenas de años de opresión, de abuso, de maltrato con indígenas y negros de la región, gente que se han visto vapuleada, atacada y violada en sus más elementales derechos, recuerdo algunos alumnos del Valle del Cauca, de la Universidad, que contaban con orgullo, las atrocidades que cometían con los empleados de sus fincas en Silvia, Cauca, los trataban como esclavos, las jovencitas tenían que dejarse violar, de no permitirlo las azotaban, las castigaban y no en pocas ocasiones las mataban; donde dejamos a los negros cortadores de caña, en interminables jornadas de trabajo a cambio de salarios de miseria, los hijos y las hijas tanto de indios como de negros, se iban a la Ciudad a buscar nuevos horizontes, encontrando siempre solo trabajos miserables, de sirvientes en las casas de los ricos. La violencia no se justifica nunca, pero eso que vemos en los Conjuntos Residenciales de Pance, no es otra cosa que la venganza de tanto atropello durante tantos años.
Es así, esa gente se mamó, como el resto del pueblo, está harto de todo esto y, de manera lamentable el Capitán del buque, está encerrado en el camarote, cagado de susto porque nunca pensó que tendría que enfrentar una tormenta, él le creyó a Papi Alvarito, que todo iba a ser como los cuentos de los hermanos Grimm, y fueron felices y comieron perdices.
P.D: el otro presupuesto del Ex, era y a juro que se lo imaginaba, la ceremonia de transmisión del poder el 7 de agosto del 22, en la que Iván, le entregaba el Solio a su adorado, puro y prístino hijito, Tomasito, para así continuar con la dinastía de los Uribes, grandes prohombres que han hecho grande a nuestra Patria. Maldita sea carajo, que desgracia tan hijueputa……
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La Corte pone freno – Crónicas de Gardeazabal

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal
Cuando la procuradora le solicitó a la corte constitucional que se declarara en exigible el decreto por el cual el presidente Petro y su gobierno dictaron la emergencia en la Guajira, el edificio presuntuoso de saltarse la ley comenzó a derrumbarse. Por supuesto, los kalanchines que administran exclusivamente el aparataje que rodea el presidente no entendieron la advertencia.
Para la procuraduría, el gobierno estaba en mora de acatar las órdenes de la propia corte constitucional sobre cómo afrontar la problemática desde el 2017, que ya había sido reglamentada pero no aplicada durante tres años seguidos. Tampoco se mosquearon los caranchines de poco nivel jurídico y político que rodean al presidente.
Cuando el defensor del pueblo acudió el 11 de agosto a la corte y dijo que, si bien el fenómeno del niño agrava la situación climática en la Guajira, este problema es permanente y crónico, y lo sufre el pueblo ovalú por la negligencia estatal y la falta de planeación que permita la sostenibilidad, la vanidad y la soberbia que rodea al gobernante les impidió ver los resultados de la improvisación populista que montaron en la Guajira para lucirse.
La corte constitucional sí oyó y entendió esas voces y ha frenado de un tajo la manera de querer saltarse la ley que caracteriza muchos actos del actual gobierno. Lo mismo puede pasar con las pretendidas reformas redactadas, como la hacía la corcho por venganza o en desorden y sin previsión, como la laboral montada para reducir la agonizante fuerza del doctor a poderosos sindicalismo colombiano.
Tal vez le ha llegado la hora al gobernante de viajar menos, conseguir una esquiva imagen de líder mundial de la izquierda y ponerse a administrar el país como es debido, con sensatez y sapiencia. La improvisación y la ignorancia no son disculpas para equivocarse.
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No es lo mismo meter que sacar – Crónicas de Gardeazábal

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal
No es lo mismo supervisar para aclarar o exigir cumplimiento que intervenir para impedir el curso normal de los acontecimientos. Tampoco es lo mismo respetar un fallo que negarse a cumplirlo, ni mucho menos resulta ser lo mismo actuar como juez y terminar como parte al emitir el veredicto.
Todo eso parece estar pasando por estos días electorales y el panorama, en vez de apaciguar ánimos y alejar la agresividad del debate, parecería que se estuviera agriando gracias a la estructura ambigua con que la carta del 91 dotó al consejo nacional electoral. Este organismo ha terminado convertido en una guillotina y no en un controlador de las diferencias electorales que puedan surgir en una democracia, asumiendo a veces papeles que le corresponden al consejo de estado o a los jueces.
Ha decidido intervenir para anular de un tajo las inscripciones de candidatos por protuberantes o discutibles que resulten las circunstancias de cumplimiento a las normas de garantías electorales. De manera contundente, con sus determinaciones, ha modificado en los últimos días el panorama electoral del Valle, Santander, Santa Marta y Maicao, entre otras.
Pero lo grave no es que haya fallado en derecho o en contra de ello, sino que ha precipitado que el primer mandatario intervenga a cuestionar sus fallos y que hasta la antigua presidenta del Senado y candidata a la gobernación de su departamento le exija al presidente que no genere esas revueltas. Porque además de dañar el clima electoral, lo presenta como un mandatario que se lleva las normas institucionales por los cachos, como cualquier vaca en las corralejas sucreñas.
El consejo electoral se puede equivocar, pero no la víspera de cerrar los plazos electorales. El presidente puede estar de acuerdo o no con las determinaciones de las Cortes, pero no debe parcializarse contra ellas sin generar la desobediencia civil. Y sobre todo, las elecciones no se pueden dañar por los irresponsables que aupan el desorden como fórmula victoriosa.
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1 de Octubre: ¿Cuál hizo la voluntad del padre? | Mensaje del Domingo

Por: Gabriel Jaime Pérez, SJ
XXVI Domingo del Tiempo Ordinario Ciclo A – octubre 1 de 2023
Mientras enseñaba en el Templo de Jerusalén, les preguntó Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos. Al primero le dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña”. Y él respondió: “No quiero”, pero después se arrepintió y fue. Lo mismo le dijo al segundo y éste respondió: “Voy, Señor”, pero no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?» «El primero», le contestaron. Y Jesús les replicó: «En verdad les digo que los publicanos y las prostitutas llegarán antes que ustedes al Reino de los Cielos. Porque vino Juan a ustedes por caminos de justicia, y ustedes no creyeron en Él, mientras que los publicanos y las rameras sí le creyeron. Y ustedes, aunque vieron todo esto, no cambiaron de actitud para creerle (Mt 21, 28-32).
1.- La parábola de los dos hijos: dos actitudes opuestas
Jesús se dirige en esta ocasión a los jefes religiosos judíos (sumos sacerdotes y ancianos del pueblo), poco después de haber expulsado a los vendedores del Templo, lo cual había desatado la ira de aquellos y también de los letrados -escribas o doctores de la ley- (Mt 21, 12-17), que cuestionaban su autoridad (Mt 21, 23-27). En este contexto, la parábola de los dos hijos nos muestra dos actitudes opuestas en la relación con Dios: el que dice “voy” y no va representa a quienes se consideran buenos, pero dicen y no hacen, tal como los describe Jesús en su crítica a los escribas y fariseos (Mateo 23, 2-4); el otro, que dice al principio “no quiero ir”, pero luego recapacita y va, representa a los pecadores que, al reconocer su necesidad de salvación y disponerse a cambiar de conducta, son acogidos por la misericordia de Dios.
Dios acoge al que se reconoce pecador y se dispone a cambiar. Por eso dice Él en la primera lectura a través del profeta Ezequiel (18, 25-28): Cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo y practica el derecho y la justicia, salva su vida. Si recapacita y se convierte, ciertamente vivirá. Así ocurriría en tiempo de Jesús, cuando los publicanos -recaudadores de impuestos públicos que en general ejercían su oficio robándole al pueblo- se convirtieron y lo siguieron, como el propio Mateo (9, 9-13) y Zaqueo (Lc 19, 1-10). Y la parábola que nos trae hoy el Evangelio de Mateo podemos relacionarla con aquella otra del de Lucas (15, 11-32) en la que también hay dos hijos: el menor llamado “pródigo” que se arrepiente de su conducta y es perdonado por el padre, y el mayor que rechaza su misericordia.
Por otra parte, en cuanto a la referencia de Jesús a las rameras, vale mencionar un monólogo titulado Las prostitutas os precederán en el reino de los cielos, escrito como obra de teatro por el sacerdote y periodista español José Luis Martín Descalzo (1930-1991). Es el drama de una meretriz que se dirige a Aquél que con sus palabras y sus hechos manifestó el amor misericordioso de Dios a las mujeres rechazadas por una sociedad hipócrita que las relega al rincón del menosprecio y les niega la posibilidad de redención.
2.- Decir y no hacer es lo mismo que mentir
La hipocresía, ligada a la soberbia de quienes se creen santos y desprecian a quienes consideran inferiores, es la actitud que más reprende Jesús. Era en general la de los jefes religiosos judíos: los saduceos integrantes de la casta sacerdotal del Templo descendientes de Sadoc (el “justo”), que había sido sumo sacerdote en tiempos de los reyes David y Salomón, y los doctores de la Ley que pertenecían al grupo de los fariseos, apelativo que significa “separados” y que se daban ellos a sí mismos presumiendo de ser incontaminados, y por eso apartándose de quienes consideraban pecadores. Ya Juan el Bautista los había exhortado a que cambiaran esa actitud, pero ellos lo rechazaron, como también rechazaban ahora a Jesús precisamente porque la soberbia los hacía sordos al llamado de Dios a la conversión.
Tal actitud sigue existiendo también entre nosotros. El hipócrita es un mentiroso. Se la pasa murmurando, moralizando, juzgando y condenando. Cumple con unos ritos externos, pero sin hacer la voluntad de Dios, que es voluntad de amor. Los que se creen perfectos y menosprecian a los demás, especialmente a quienes no son de su raza, religión, cultura, condición o clase social, y consideran pecadores a quienes no realizan los ritos que ellos sí cumplen a la letra, esconden una conciencia torcida, llena de intenciones malévolas. Y suelen ser ellos los mismos que a menudo manifiestan de palabra sus adhesiones a Dios, a la patria, a las instituciones, a la moral, y a la hora de la verdad pelan el cobre: su vida es toda una mentira: dicen y no hacen (Mateo 23, 3), como el hijo de la parábola que dijo “voy” y no fue.
San Ignacio de Loyola (1491-1556) escribió en sus Ejercicios Espirituales [230]: El amor se debe poner más en las obras que en las palabras. Esto corresponde al refrán popular obras son amores, no buenas razones. Jesús dice en otro pasaje del Evangelio de san Mateo (7, 21-23): No todo el que me diga “Señor, Señor” entrará en el reino de los cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre. Y por eso mismo dice la Carta de Santiago (2,21): si la fe que uno tiene no va acompañada de hechos, es una fe inútil.
3.- Andar en la humildad es andar en la verdad
San Pablo presenta en la segunda lectura (Filipenses 2, 1-11) una sublime descripción de la Encarnación de Dios en Jesús: Él, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de servidor, pasando por uno de tantos. Por eso, al invitar a los cristianos de la ciudad de Filipos a que piensen, sientan y obren como Jesús -una invitación también dirigida hoy a cada uno y cada una de nosotros-, lo hace en el marco de su exhortación a que se dejen guiar por la humildad: No hagan nada por rivalidad o por orgullo, sino con humildad, y cada uno considere a los demás como mejores que él mismo. Santa Teresa de Jesús (1515-1582) escribió: “andar en la humildad es andar en la verdad”. Y esto es así porque, precisamente al reconocer con humildad nuestra condición humana necesitada de salvación, nos ajustamos a la verdad de nuestra existencia.
Dispongámonos pues, desde el reconocimiento sincero de lo que somos e implorando la gracia que sólo Dios nos puede dar, a ser coherentes y realizar en la práctica de nuestra vida cotidiana lo que expresamos al proclamar nuestra fe. E imitemos la actitud del mismo Dios, de quien dice el Salmo 25, recitado hoy como salmo responsorial, que su ternura y su misericordia son eternas, y que se nos reveló en Jesús, acogiendo con misericordia a las personas rechazadas y excluidas que muestran y reconocen su necesidad de ser liberadas de cuanto las oprime. Finalmente, pidámosle a María, la que por excelencia practicó la virtud de la humildad, que nos ayude con su intercesión a reconocer nuestra propia necesidad de salvación y a mostrar con hechos nuestro amor a Dios, siendo misericordiosos como Él es misericordioso.
Preguntas para la reflexión
- ¿Qué mociones o sentimientos suscita en mí lo que dice Jesús con la parábola de los dos hijos?
- ¿A qué siento que me llama Jesús con su frase referente a los publicanos y las prostitutas?
- ¿Cómo pienso que debo aplicar esta enseñanza del Evangelio en el contexto social de hoy?
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