Un oso de circo llamado Dzhema protagonizó un violento ataque contra su entrenador, Oleg Krasov, durante una presentación en el Circo Mash en Obninsk, Rusia. El incidente ocurrió el 1 de junio y dejó a la audiencia atónita y aterrada.
El show, titulado “Espectáculo de la Felicidad”, prometía entretenimiento de primera categoría mientras un hombre obligaba al oso a realizar trucos. Sin embargo, lo que siguió fue una escena impactante. Dzhema, la osa, estaba sobre patines atados a sus patas traseras cuando el entrenador la forzó a levantarse. En un instante inesperado, Dzhema decidió atacar a Krasov. Las garras y mandíbulas del oso se abalanzaron sobre él, haciéndolo caer al suelo mientras los trabajadores del circo intentaban controlar al animal.
A pesar del escándalo mundial que generó el video en las redes sociales, la dirección del circo intentó minimizar el ataque. Afirmaron que Dzhema no estaba atacando al entrenador, sino que simplemente estaba jugando. Sin embargo, las imágenes hablan por sí mismas y muestran la violencia del encuentro.
Organizaciones defensoras de los derechos de los animales han condenado el uso de osos y otros animales en circos con fines de entretenimiento. El estrés causado por el traslado constante y las condiciones de vida en cautiverio pueden llevar a comportamientos anormales. En este caso, Dzhema demostró que incluso en un espectáculo aparentemente inofensivo, la naturaleza salvaje de los animales puede prevalecer.
Este incidente nos recuerda la importancia de considerar el bienestar de los animales en cualquier forma de entretenimiento. El circo, que alguna vez fue sinónimo de alegría y asombro, ahora enfrenta críticas y cuestionamientos sobre su ética. El video viral del ataque de Dzhema a su entrenador es una llamada de atención para repensar cómo tratamos a los animales en el mundo del espectáculo
