LA RECHIFLA EN EL METROPOLITANO

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Por: Federico Senior

Varias cosas; Primero, la niña Antonella, nunca, jamás, en ningún momento ni bajo ninguna circunstancia, fue objeto de rechifla alguna, la noche de ayer en el Estadio Metropolitano de Barranquilla.

Segundo: A esos partidos de la Selección Colombia, va gente de todo el país, me atrevo a asegurar, que más de la mitad de los asistentes no eran barranquilleros.

Tercero: A esos partidos de la Selección Colombia, va gente con recursos económicos, las boletas son de todo, menos baratas, así que quienes pueden ir, son personas de esa clase media alta, son esas personas de esa clase alta, a quienes Señor presidente, usted detesta, y no se cansa de decirlo, de manifestarlo con odio, hasta con repugnancia, como si este grupo de personas le hediera.

Cuarto: Entonces, Señor presidente, si usted sabe que esa gente a la que usted condena casi como de criminales, por el solo hecho de tener dinero, no gusta de usted, no gusta de que usted se la pase peleando con tirios y troyanos, por cualquier tontería, en vez de gobernar, que se la pase embutido en el 737 quemando ese odioso kerosene que de igual manera usted tanto odia, yendo como loco por medio mundo, hablando pendejadas, queriendo quitarle el trono a la repulsiva Greta Thunberg, como portaestandarte de las banderas de la protección al medio ambiente, no exponga entonces a su hija, menor de edad, a que presencie, el como y en lógica respuesta a su odio, la reacción de esa “gentuza” neoliberal, dueña del capital, causante éste de todas las desgracias de la humanidad.

Quinto: Hechos estos, eso sí, que le permitieron comprobar a los colombianos, que la niña Antonella, heredó de su padre, el explosivo carácter, las intolerancia y arrogancia propias de su carácter, más no el de la primera dama, que con su alegre carácter de “verdadera” costeña, se rio y le lanzó besos a los “agresores” acto con el que les callo la boca, me pregunto ¿ha sido la niña Antonella malcriada por el presidente?, ¿ha sido la niña Antonella, en verdad criada por el presidente y no como sucedió con el primer Nicolas?, al parecer que sí, es una niña, a ella se le perdona todo, a ella que no tiene la culpa de ser una grosera, demostrado esto con los “hijueputazos” que le espeto al público que coreaba el “fuera Petro”, en vez de seguir el ejemplo de su relajada madre, si ella, la niña, le hubiera mandando besos a los del corito, no solo les calla la boca, sino que se los hubiera echado al bolsillo.

Sexto: Todas unas verdaderas “Petro”, las herederas del “Presi”, pues sus otras hijas, Andrea y Sofía reaccionaron de virulenta manera, llamando cobardes a quienes increpaban a su padre, y al “otro” Nicolas, a quien le parece que se debe demandar a quien grabó a su hermana Antonella, mentándole la madre a todo el mundo; no lo sé, si esto es lo que piensa, dígale igual entonces, a Don Gustavo, que tampoco la exponga en el balcón, desde donde se había dedicado a disertar toda clase de sandeces, en eternos discursos, muy al estilo del dictador y asesino Fidel Castro, sin duda uno de sus más preciados ídolos.

El presidente de la República, merece respeto, por el solo hecho de haber sido elegido por el pueblo, es la suya la más alta dignidad que puede conseguirse en una democracia, repito, en una democracia, en este sistema, Señor Petro, el presidente no es un Emperador, el presidente es el líder de uno de los tres poderes, es quien representa al Estado, es quien debe administrar los intereses del país, es quien debe velar por el bienestar de la nación, de su población, y si bien, en este caso fue él elegido por la mayoría de unas elecciones claras, no por eso posee la gran mayoría, no, solo han votado por él uno de cada cinco colombianos, es decir, los otros cuatro no pertenecen a su capital político, no, y ahora peor aun cuando en todas las encuestas, aparece con una desaprobación del 64%, es decir que tres de cada cinco personas, lo miran como un desastre, que lleva al país por el camino de la ruina.

Si el Señor Petro pensaba que en llegando a Casa de Nariño, el 7 de agosto, a partir de ese momento, todo lo que iba a suceder sería de única manera, todo lo que saliera de su voluntad, que teniendo él, esa inmensa sabiduría, aplicando todas las “nuevas” normas, vueltas leyes, el país volaría alto, alcanzando los más rutilantes éxitos a nivel mundial habría paz, seguridad, riqueza para todos, armonía, todo tan solo por agitar un poco la varita mágica de su genio, equivocado, bien equivocado que estaba, ha dejado ver su verdadera personalidad, la de una persona díscola, errática, desordenada, quejumbrosa, neurótica, prepotente, irrespetuoso, disparatado, incumplido (campeón mundial), y ante y por sobre todo, terco.

La rechifla en el Metropolitano, no fue un acto orquestado, no lo diseñaron Alex y Fico, no Señor, esa rechifla fue la espontanea manifestación, de una sociedad que está hasta la coronilla de su desfachatez, la rechifla no fue otra cosa, sino una manifestación “de la calle”, encerrada en un estadio, pero bien puede decirse que “en la calle”, en un sitio público, en un evento que estaba siendo visto por millones de personas en decenas de países, una sociedad que lo único que espera, es que en estos muy largos dos años y medio que le restan de gobierno, no alcance usted Señor Petro, a acabar con el país.

Yo tal vez no digo “Fuera Petro”, yo tal vez le diría, Señor presidente, más Praxis y menos Dogma, Señor presidente, devuelva el celular, Señor Presidente, dice el adagio “sino puedes con tu enemigo, únete a él”, pues reúnase con los Empresarios, con los grandes los medianos y los chicos, y acuerden como es que van a generar riqueza, que “per se” genera más impuestos, Señor presidente, olvídese del embeleco del fin del mundo, promueva la exploración y explotación de los combustibles fósiles, y utilice sus pingues ganancias en diseñar las nuevas maneras de generar energías, y por favor, no exponga a su hija menor de edad, a que le espeten lo nefasto que le parece usted a treinta y cuatro millones de colombianos; esa niña, no se merece eso.

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