La estrategia electoral de los exgobernadores y exalcaldes

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Eduardo Verano, Dilian F. Toro y Luis Pérez, tres miembros de la coalición de exmandatarios. / Twitter Dilian Francisca Toro

Siguen sumando miembros y acordando reuniones con sectores como las juntas de acción comunal, los indígenas y los ediles. No lo han definido, pero el candidato se escogería en consulta o encuesta. Luis Pérez, exgobernador de Antioquia, explica los avances y proyectos de la coalición.

Desde marzo pasado, un grupo de exmandatarios regionales decidieron unir esfuerzos pensando en la lucha por la Presidencia de 2022. Álex Char, exalcalde de Barranquilla; Dilian Francisca Toro, exgobernadora del Valle del Cauca; Enrique Peñalosa, exalcalde de Bogotá; Federico Gutiérrez, exalcalde de Medellín; William Villamizar, exgobernador de Santander; Carlos Eduardo Osorio, exgobernador de Quindío; Eduardo Verano, exgobernador del Atlántico; Dumek Turbay, exgobernador de Bolívar, y Luis Pérez, exgobernador de Antioquia, entre otros. Alejados por ahora del protagonismo que pueden dar las cámaras y los micrófonos en la capital, siguen trabajando en la construcción de una propuesta de gobierno desde las regiones. Y en esta conversación, Luis Pérez revela apartes de lo que vienen haciendo y las ideas que estudian para tener candidato único a la jefatura del Estado.

¿En qué va la coalición de los exgobernadores y exalcaldes de cara a 2022?

Somos ya unos 15 exgobernadores y seguimos incluyendo a algunos exalcaldes. Esta semana nos vamos a reunir con los voceros de las juntas de acción comunal de todo el país, cuyos líderes nos presentarán sus propuestas para tenerlas en cuenta. Cada una de esas reuniones es para presentar proyectos, definir retos y muchas cosas más. Vamos a reunirnos también con los ediles, que son los que conocen de primera mano las necesidades más apremiantes que tenemos los colombianos. Después estaremos dialogando con los indígenas. Nuestro objetivo es construir desde las regiones, tenemos que enflaquecer el Gobierno Nacional y fortalecer cada uno de los territorios. El Gobierno central es muy gastón, derrochón, invierte demasiados recursos en funcionamiento, cuando debería invertirlos en las regiones.

¿Y cuál es la estrategia, qué hacen ustedes antes de esos encuentros?

Aquí estamos trabajando todos los que formamos parte de esta coalición con cada uno de los sectores de nuestros municipios y departamentos. Esto no es cañando. Cada quien tiene que presentar resultados e informes. Cada uno de nosotros se reúne con los indígenas, los campesinos, los industriales y entregamos un reporte. Esto va en serio, y el próximo presidente de Colombia está aquí, en esta coalición que representa a todo el país.

¿Cómo y cuándo se va escoger ese candidato único de la coalición?

Este país cambia cada 15 días. Si miramos las encuestas, hoy muestran que no hay nadie dueño de la Presidencia 2022. Gustavo Petro es el que más marca y está más o menos en el 22 % de la intención de voto, mientras los demás precandidatos andan en el sótano. Eso es lo que no queremos, aquí estamos trabajando por un proyecto de país y lo estamos consolidando día a día. Estamos hablando con las bases populares para definir esos proyectos que realmente transformen a Colombia.

¿Pero la idea es hacer una consulta o podría ser una encuesta?

Hay que poner a funcionar la democracia. Uno no puede dictar clases de democracia y actuar como un autocrático. Estoy de acuerdo en que podamos tener una consulta popular y, si no lo dan las circunstancias, hacer una encuesta. Venimos trabajando para tener una propuesta distinta para construir una Colombia unida.

Es claro que la pandemia ha sido un duro golpe para las finanzas del país. ¿De dónde van a salir los recursos para implementar esas iniciativas que vienen recogiendo?

Hemos propuesto que el Gobierno Nacional derogue las exenciones tributarias que les entregaron a los grandes capitales del país.

¿Eso equivale a cuánto?

Un informe de la Contraloría, con datos de la DIAN, señala que son alrededor de $8,7 billones a favor de esos grandes capitales. La misma ANDI salió a decir: “Devuelvan esos dineros, no necesitamos que nos hagan exenciones”. Para la banca son $2,4, billones; a la gran industria, $1,2 billones; a los dueños de la energía en el país, $800.000 millones, y al sector constructor, $1 billón. Eso no puede ser y tenemos que exigirle al Gobierno que saque a Colombia de esta pandemia económica gravando a los más ricos y no a los colombianos de a pie.

Dentro de las propuestas que ustedes hacen, de las suyas una tiene que ver con la lucha contra el narcotráfico, ¿cuál es su idea?

Es triste decirlo, pero nosotros somos la potencia coquera en el mundo. Eso lo podemos cambiar, pero necesitamos voluntad política y trabajo. Todas esas 250.000 hectáreas de coca que hoy tenemos las podríamos cambiar por cultivos de marihuana para ser utilizados con fines medicinales. Lo que hemos hecho hasta ahora no ha funcionado. No más glifosato, no más veneno para nuestra tierra y nuestros campesinos. Hoy tenemos 60 países en el mundo que nos quieren comprar el aceite de cannabis, las flores secas, el extracto. Si el café, que es vital para el país, nos da US$2.000 millones, con la marihuana medicinal tendríamos alrededor de US$8.000 millones para nuestra economía. Y como este proyecto, tenemos que estudiar más, por ejemplo, el tema del satélite para que todos los barrios del territorio nacional tengan internet. Es increíble que en la actualidad el 70 % del país no tenga internet.

¿Pero cuál es exactamente su propuesta con lo de la marihuana?

Lo que estamos proponiendo es revolucionario: hacer una organización de campesinos, darles tecnología y semillas de cannabis para que en tres meses produzcan aceite, flores secas, extracto. La idea es que tengan seguridad social para que no sean víctimas de la ilegalidad. Aquí está la gran oportunidad para que la mujer campesina, que por años no ha tenido oportunidades ni recursos, tenga un empleo bien pago, con vacaciones y todas sus prestaciones. Esto sería una verdadera revolución social y estaríamos atacando el mal más grande del país, que es la coca.

No podemos esperar a que Estados Unidos y otros países empiecen a producir mejor marihuana que nosotros, porque cuando salgan al mercado y nosotros no tengamos adelante la producción, perderemos esta oportunidad, que es de oro e histórica para Colombia. Hay que ser visionarios, mirar lejos. Las empresas que tenemos hoy en Colombia no son capaces de dar empleo total y aquí está la gran oportunidad. Si nos metemos en estas economías emergentes, podremos generar muchos puestos de trabajo. Una hectárea de tierra para producir cannabis medicinal puede generar entre 15 y 20 empleos, o sea que si trabajamos esas 250 mil hectáreas en ello, estaríamos generando alrededor de cuatro millones de empleos. Esta sería la gran revolución para Colombia.

Tomado de: El Espectador

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