EL PARTIDO LIBERAL TAMBIÉN INVESTIGA A BEDOYA

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Desde siempre se ha dicho que las universidades, por su misma naturaleza, son instituciones políticas, donde el debate y el disenso, engalanan con su presencia del día a día, la vida y el interactuar de sus estudiantes y de sus profesores, en torno a los hechos y a las circunstancias que depara la evolución de la humanidad.

La Universidad de Medellín, como Institución de Educación Superior, no escapa a ese concepto; riguroso además, de lo que se debe concebir como un Centro de Estudios serio y respetable.
Haciendo eco a dicho concepto, nuestra Alma Mater, nació de la idea de unos prohombres que encontraron en una crisis institucional del país, una oportunidad de oro para contribuir a la solución de algunos de sus problemas que le aquejaban, cuál era la educación, solamente dispuesta de manera sectaria a un determinado partido político.
Ese puñado de ciudadanos dejó muy en claro las intenciones de la nueva Universidad, en el sentido de que por ninguna razón fuera a convertirse en el epicentro de bajas intenciones politiqueras o de otra índole, que pudieran dar al traste con sus intenciones fundacionales.

En un texto promulgado por la Universidad en razón a sus cincuenta años de existencia, titulado: “UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN 1950 – 2000, 50 años de Ciencia y Libertad” se encuentran interesantes contenidos de su trasegar; entre los cuáles, se encuentra en su página 41, uno denominado “Las ideas de la nueva idea” que inicia así:
“La Universidad de Medellín se fundó por liberales, con el apoyo de un directorio liberal y como respuesta a la problemática que vivían los estudiantes y los profesores liberales de la época.

Sin embargo, la Universidad no nació como una institución liberal, en la concepción política del término.
Desde un principio fue muy claro que la nueva institución no sería una universidad de partido…”
Lo escrito en aquellas páginas cobra toda su vigencia por otra dolorosa situación que vuelve a aporrear a nuestra institucionalidad, por el sonado caso originado en el otorgamiento de manera irregular del título de abogado al senador Julián Bedoya. Todo, como tantas veces se ha dicho, obedeciendo a intereses politiqueros del “Grupo Político de la Universidad de Medellín que orienta el rector Néstor Hincapié”

Se supo que el partido Liberal, mediante notificación por aviso del 25 de mayo de 2021, hace saber al señor Bedoya el Auto del 13 de mayo de 2021 “Por el cual se ordena avocar competencia y apertura de una indagación preliminar”. Hecho originado en el cuestionado caso del otorgamiento del título de abogado por parte de la Universidad de Medellín.

Ahora el partido Liberal, se suma a las ya anunciadas acciones e investigaciones de la propia Universidad, del Ministerio de Educación Nacional, de la Fiscalía General de la Nación, de la Procuraduría General de la Nación, de la Corte Suprema de Justicia y de la Comunidad Universitaria que reclama a gritos liberar a la Universidad de este engorroso asunto.

Que le quede muy claro a la sociedad y a todos los estamentos universitarios. Este caso; no obstante haberse originado en sus instalaciones, no en sus aulas; obedece a comportamientos individuales de unos pocos que solo le hacen daño a la Universidad afanados en sus interese políticos y económicos y, en ningún momento a su institucionalidad fundad en principios éticos y morales, como reza en su historia.

Por esa razón, el título de esta columna: que pena, que vergüenza. Toda la comunidad universitaria debemos respaldar un nuevo rumbo para la Universidad y menospreciar a aquellos que son los culpables de esta hecatombe; que no obstante lo sucedido, insisten en continuar con sus mañas, sin el menor asomo de vergüenza y respeto por el Alma Mater.

En buena hora, el partido liberal como Institución, se suma a los organismos del Estado que han abierto investigación al Senador Julián Bedoya, en consonancia con las autoridades académicas de la Universidad de Medellín. Esperamos que el director de ese partido, tome una decisión consecuente con la ética que deben obrar todas las instituciones del país.

Por: Lente UDEM

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