Por: Santiago Jaramillo Botero
Me pasó como a Furrest Gump mientras recorría de costa a costa Norteamérica corriendo y en algún momento, con decenas de seguidores, paré.
Tras entrevistar en #LocoNoticias al señor Tulio Zuloaga hace quince días y conocer desde niño todo su relato magno, tomé hace una semana la decisión de construir un transversal mensaje de amor desde la actividad política, atrás dejé mis ataques y mis odios, sin duda alguna soy un cúmulo de crasos errores y espléndidos momentos sin embargo, al conocer que Tulio recomienda respeto, amor, hermandad, también decidí hacerle un total “copy paste” de su eterno legado pero en las actividades de proselitismo, discurso, idea y acción.
Perdón entonces a quienes he atacado con tanta vehemencia, a quienes satanicé y juré destruir, ese concepto obró en mí y espero liberarme de él.
Amo profundamente este país y si buscamos como colectivo ciudadano llevar una opción de unir voluntades, debemos gestar propuestas y consensos masivos de unidad nacional, es increíble que la única que lo logre sea un grupo de futbolistas, proponemos ese mismo amor patriótico y un real cambio y seremos consecuentes con ese reto.
El ConSenSo del amor es corazón, ese mismo músculo que nunca le da cáncer, que es el más leal de nuestro organismo al ser el último en dejar de funcionar al partir a otro plano existencial. Desde que esté vivo lo puedo hacer a sido una de mis principales misivas de existencia, así las cosas me dispongo a crear vínculos de cercanía entre todos para sacar adelante los sueños, esos que nos motivan a crecer, a soñar, a mirar más allá de los problemas y crear las condiciones para evitarlos, tal cual lo hizo en esta tierra el maestro Jesús.
Gracias a Tulio Zuloaga motor de inspiración para un loco soñador, soy un guerrero y ya soy uno del amor, con temor de Dios para denunciar lo que está mal, valiente para atreverme a ser imán desde una perspectiva donde todos estemos incluidos.
Así que fenecí en el intento de salir adelante como un caminante errante, siempre hay un nuevo alba y en ese nacimiento nuevamente mis disculpas con la gente, tanto dolor no debe ser sumado con más duelo, irrigo un nuevo retoño para formarme como un mejor hijo, un mejor hermano, un mejor papá, un mejor amigo, un mejor ciudadano, un gran colombiano como todos los colombianos, absolutamente todos.
Estamos vivos, chulo arriba y desde estos tiempos disipo la nube de ego que me llevó a figurar desde la destrucción del oponente en el discurso y sus misivas, que sean las autoridades las que lleven esas dinámicas y si funcionan mal, buscaré las herramientas ciudadanas para transformarlas.
Tengo múltiples propuestas por algunos conocidas, pero por lo que más reconocido soy renuncio, esa causa de salir con taches arriba se fue, colgué los guayos desgastados de tanta pelea.
Ya saben mi sentir con respecto al rumbo que tiene el país, pero conocen desde esta nueva mañana que recién nace en mi legado, que mi corazón impío se doblega a la grandeza y la independencia que da buscar el camino eterno del amor.
