Estados Unidos se encuentra en alerta máxima debido a la creciente preocupación de una posible intervención de Irán en el conflicto entre Israel y Palestina. Las declaraciones del asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, han elevado la tensión en la región y han llevado a Estados Unidos a tomar medidas preventivas.
Entrevistado en la cadena televisiva CBS, Jake Sullivan, consejero de Seguridad de Estados Unidos, citó la posibilidad de un nuevo frente de batalla en la frontera entre Israel y Líbano y señaló: «No podemos descartar que Irán decida involucrarse directamente de alguna manera. Tenemos que prepararnos para cualquier eventualidad. Es un riesgo, y es un riesgo del que somos conscientes desde el comienzo del conflicto», añadió el asesor de Joe Biden.
El pasado sábado 14 de octubre, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, anunció que Estados Unidos enviaría un segundo portaaviones al Mediterráneo oriental con el fin de «disuadir acciones hostiles contra Israel o cualquier intento de ampliar esta guerra». El USS Eisenhower y sus barcos de escolta se unirán al primer portaaviones, el USS Gerald R. Ford, desplegado en la región después del sangriento ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, también expresó su preocupación por el conflicto. «No queremos ver a otro grupo terrorista como Hezbolá ampliando esto y abriendo frentes para distraer la lucha contra Hamás», dijo en una entrevista en Fox News.
El movimiento chiita libanés Hezbolá, apoyado por Irán, se ha atribuido la autoría de varios ataques contra posiciones israelíes desde el inicio de la guerra entre Israel y Hamás. «Por supuesto, Irán es en gran medida cómplice, y eso ha permitido a Hamás operar y poder llevar a cabo los ataques terroristas que ha llevado a cabo», acusó Kirby. Sin embargo, reiteró que no tienen información que indique una «participación específica de Irán en el ataque» de Hamás el 7 de octubre.
Jake Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, aseguró que Israel le había informado que restableció el suministro de agua en el sur de la Franja de Gaza en medio de su conflicto con el grupo islamista palestino Hamás. «He estado en contacto con mis homólogos israelíes hace menos de una hora, quienes me dijeron que han restablecido el suministro de agua en el sur de la Franja de Gaza», declaró el alto funcionario estadounidense a la cadena CNN.
Antes de iniciar el conflicto, la línea que dividía a Israel y Gaza se encontraba altamente reforzada, con el propósito de establecer un sistema de bloqueo eficaz para evitar incursiones. Sin embargo, los simpatizantes de Hamás lograron pasar las defensas utilizando excavadoras para cortar aberturas en los alambres y llegando a Israel a través del mar y con parapentes, además del lanzamiento de miles de cohetes. La entrada de militantes palestinos a Israel permitió a Hamás no solo infligir bajas dentro de Israel, sino también tomar personas como rehenes. Se estima que decenas de personas fueron capturadas por los combatientes de Hamás.
La situación en la región es altamente volátil, y la posible intervención de Irán agrega una capa adicional de incertidumbre a un conflicto que ya ha causado innumerables tragedias y tensiones internacionales. Estados Unidos, en colaboración con sus aliados, sigue de cerca los acontecimientos y toma medidas para garantizar la estabilidad en la región y prevenir un escalamiento aún mayor del conflicto.
