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Por: RAÚL E. TAMAYO GAVIRIA

Un político progresista de izquierda, en plena campaña política, fue invitado a dar una conferencia en un hospital siquiátrico. Cuando estaba explicando ante los pacientes, el sistema de izquierda que defendía, uno de los asistentes se levantó y le gritó:

  • ¡Estúpido!

El político se molestó, pero siguió en su conferencia. Más adelante, el mismo paciente, volvió a pararse para gritarle:

  • ¡Idiota!

El político le dijo al director del establecimiento:

  • Ese señor está molestando con sus insultos.
  • No se preocupe usted. Ese hombre, por primera vez en un año, está demostrando cordura mental.

Es claro que el político estaba buscando electorado, tratando de explicar lo mejor posible su sistema político. Pero lo que logró fue una reacción positiva en un enfermo mental. Algo bueno para el paciente, pero malo para el orador.

El gobierno colombiano, con sus Fuerzas Armadas, con su Policía Nacional, su Fiscalía y todas las entidades de que dispone nuestra Carta Magna, combate las organizaciones perturbadoras del orden público, como son las narcoguerrillas, las mafias de traficantes de drogas, asesinos, ladrones y bandidos de todas las clases posibles que atentan contra la vida y bienes de los ciudadanos de Colombia.

Pues bien, ahora resulta que los representantes de los Derechos Humanos de la ONU y una delegación de la Cámara de Representantes de EE.UU. le hacen un reclamo formal al gobierno colombiano por las muertes de líderes sociales y masacres que causan las narcoguerrillas y bandas criminales, como si el Estado colombiano fuera el culpable, en lugar de enfocar sus reclamos a los países vecinos que están propiciando, entrenando y protegiendo en sus territorios a las guerrillas colombianas, como lo hacen Venezuela y Cuba.

El gobierno americano envía, a petición de Colombia, un destacamento de 57 soldados especializados en erradicación de cultivos ilícitos.

Los senadores comunistas del Polo Democrático, Colombia Humana y sus compinches, atacaron esta presencia, por no haber sido consultada con el Senado.

Posteriormente, un abogado, pagado por los interesados en esta clase de cultivos, interpuso una tutela contra esta medida del presidente Duque, para impedir la presencia de los soldados que venían a erradicar la maldita coca, que beneficia a los narcoguerrilleros y mafias internacionales.

Esta tutela fue tumbada por la Sala de Casación de la Corte Suprema de Justicia esta semana, lo que se considera un triunfo póstumo del ministro Holmes Trujillo.

El Estado colombiano buscando el bien de los ciudadanos, y los parlamentarios comunistas Iván Cepeda, Gustavo Petro, más los exguerrilleros que ahora se llaman Comunes, buscando el beneficio económico de los bandidos narcotraficantes que subvencionan a la guerrilla.

Esto sirvió, porque se demostró que los políticos y parlametarios comunistas están al servicio de los que siembran y trafican con la coca.

Ñapa: Nos hablaron maravillas del proyecto, hoy ordenanza, para convertir la FLA en empresa industrial y comercial del Estado. Los diputados defendieron la estabilidad y los salarios de los trabajadores, pero ahora los sindicatos con sus exigencias salariales la quieren acabar, con la ayuda del diputado comunista. “Así le paga el diablo a quien bien le sirve” .

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