Walmart, Gap, Zara y más marcas, en líos por prácticas abusivas que afectan a trabajadores

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Reconocidas empresas textiles de Estados Unidos, España y otros países están siendo acusadas de procesos injustos, por un estudio publicado en Londres.

De Zara a H&M, pasando por Next o Primark, grandes marcas internacionales de ropa son acusadas de prácticas arbitrarias como anulaciones de pedidos, impagos o retrasos, que están perjudicando a sus proveedores en Bangladés.

El estudio de la asociación Transform Trade, hecho con la Universidad de Aberdeen y el Centre for Global Development, analizó la situación de1.000 fábricas o productores de ropa bangladesíes y observó prácticas “injustas” que comenzaron durante la pandemia de covid-19 y persisten desde entonces.

Los fabricantes encuestados “informaron de que las marcas y los minoristas habían cancelado pedidos, se habían negado a pagar o habían pedido descuentos en pedidos ya en producción o enviados”, a pesar del aumento de los costes de producción desde que se reactivó la economía tras los confinamientos y se disparó la inflación.

De los principales grupos textiles que producen en Bangladesh, Inditex (empresa matriz de Zara), Next, Primark y H&M han cancelado alrededor del 30% de sus pedidos y solicitaron descuentos o retrasaron sus pagos.

Gap, Walmart, C&A también cancelaron pedidos pero en menor medida, entre otros muchos ejemplos.

“Estas prácticas injustas repercuten en las prácticas laborales de los proveedores, lo que se traduce en (…) pérdidas de puestos de trabajo y salarios más bajos”, denuncia el informe.

“Una de cada cinco fábricas declaró tener dificultades para pagar el salario mínimo bangladeshí” desde que se levantaron los confinamientos contra el covid-19, añade el texto, pidiendo además la creación de una autoridad reguladora del sector de la confección en los países desarrollados para poner fin a estas prácticas de compra abusivas.

La industria de la moda es acusada regularmente de prácticas salariales y laborales abusivas, incluso en países desarrollados como el Reino Unido.

Fuente: Pulzo

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