Por: William Calderón
El 4 de octubre pasado se cumplieron los 173 años de la publicación en el periódico La Civilización, de la declaración de la fundación del Partido Conservador Colombiano por parte de Mariano Ospina Rodríguez y José Eusebio Caro. Dicho documento contiene los principios rectores donde imperan el humanismo cristiano, la lucha contra la barbarie, la ley por encima de las vías de hecho, hacerle frente al colectivismo disolvente, la dignidad de la persona y el progreso dentro de la justicia. El partido, toda la vida en sus manifiestos ha incorporado la doctrina social de la Iglesia Católica como eje que nos impulsa a la defensa de los más necesitados.
La hegemonía conservadora
Colombia progresó notoriamente los 45 años de hegemonía conservadora en el gobierno compartido por los nacionalistas y Rafael Núñez. Soportamos varias guerras civiles, incluida la más cruenta, la Guerra de los Mil Días.
Los sacamicas del socialismo
Muchos mártires ha tenido la enseña azul. Son verdaderos héroes que dieron su vida por la causa. Los muertos de Boyacá, los santanderes, los de Gachetá y los de Pensilvania, hoy se remueven en sus tumbas al ver el espectáculo al que las ‘mentes equidistantes’ de las que hablaba Laureano Gómez, han llevado al partido a convertirlo en el ‘saca micas’ del socialismo del siglo XXI. El tal ‘Fincho’ Cepeda y Carlos Trujillo, desde luego, no tienen la grandeza ni la estatura moral y ética de Laureano Gómez, Mariano Ospina Pérez, Gilberto Alzate Avendaño y Guillermo León Valencia. Mucho menos de Álvaro Gómez Hurtado, Misael Pastrana Borrero y Andrés Pastrana Arango.
En otros tiempos
En otros tiempos, personajes como Cepeda y Trujillo a duras penas serían jefes minúsculos de Evaristo Sourdís, de Eduardo y Próspero Carbonell en el Atlántico, mientras que el politiquero de Itagüí, no tendría preeminencia alguna al lado de Fernando y Juan Gómez Martínez, Francisco de Paula Pérez, Ignacio Vélez Escobar, Aníbal Vallejo Álvarez, Guillermo Vélez Urreta y Jota Emilio Valderrama Agudelo.
Los menesterosos
A los actuales directivos del Partido Conservador les pareció bien poner en manos del socialismo del siglo XXI, con todos los daños sociales, económicos y morales que este conlleva, un país que iba por la senda del progreso y el bienestar general, combatiendo la pobreza, la inequidad y la injusticia, para volverlo una nación llena de menesterosos pendientes de un auxilio del Estado, acabando con las libertades en todas sus aristas.
La reforma tributaria
Además de ser innecesaria, acabará con la inversión, tocará los bolsillos del grueso de los connacionales, creará desempleo y alejará a quienes veían a Colombia como un lugar seguro para traer recursos extranjeros. El riesgo país subirá como está sucediendo con la inflación y el dólar, aún más por los comentarios y declaraciones irresponsables de Petro y sus ministros.
El salchichón y la butifarra
Pero tranquilos, que Ocampo salvó los salchichones de la imposición de impuestos a los productos procesados. Y el Fincho hizo lo propio con la butifarra… Con la carga que deben asumir quienes donan alimentos, los bancos que le dan comida diaria a más de un millón de personas, se verán seriamente afectados de no corregirse la monstruosidad de castigar a quien les dan a los más pobres la posibilidad de recibir un bocado de comida. No solo eliminaron las exenciones para las empresas donantes sino que gravan la donación. La Red de Bancos de Alimentos de Colombia clama hoy por la abolición de dos artículos ominosos de la reforma tributaria en curso.
Las irresponsables
Haciendo de activistas, más que de gobernantes responsables del destino de una nación, con total obcecación, desparpajo, terquedad, y haciendo caso omiso a la ciencia, la tecnología, la economía y el buen vivir de los colombianos, la ministra Irene Vélez y su viceministra Belizza Ruiz, quieren hacer la transición energética que normalmente llevaría entre 30 y 40 años, ya…Se creen poseedoras de la razón, dictan cátedra y son las ‘incomprendidas redentoras del mundo’ ante el cambio climático y el efecto invernadero. No señoras, mientras no haya una fuente distinta de energía en el mundo, hay que seguir con la industria extractiva, tomando las precauciones debidas. Dentro de la absurda teoría del decrecimiento, decretan órdenes a los países desarrollados. Colombia tiene una de las más limpias ofertas energéticas del mundo. Pero las damas Irene y Belizza quieren acabar con la mitad del ingreso del país de un día para otro. ¿Habrase visto semejante desatino?
Caos dentro del gobierno
No hay coordinación dentro de palacio. Los congresistas del Pacto Histórico se sienten maltratados. Lo más peligroso del gobierno de Petro es una ministra con micrófono. El señor Mauricio Lizcano va por un lado y el Presidente por otro. Con Petro nadie habla. Tal vez Verónica Alcocer cuando regresa de sus resonantes funerales en el exterior. Pero siguen adelante con la destrucción de lo construido, faltando la cereza del pastel, que no es una, sino tres: la reforma pensional, la reforma laboral laboral y el revolcón irresponsable a la salud.
