Ojo con estos síntomas tempranos de la enfermedad

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La enfermedad de Parkinson es una condición neurológica progresiva que afecta principalmente al sistema nervioso, producida por el deterioro y posterior pérdida de las células del cerebro que controlan el movimiento, conocidas como neuronas motoras. 

De acuerdo con la organización Parkinson y Yo, en la mayoría de los casos, este deterioro es causado por una falta de producción de dopamina que impide que los mensajes cerebrales se transmitan de manera apropiada.

Aunque cada caso de Párkinson es diferente y no todas las personas experimentan los mismos síntomas, por lo general los pacientes manifiestan afectación en los movimientos, la coordinación, el tono muscular y el equilibrio. 

El portal especializado en medicina y salud Mayo Clinic explica que los primeros signos de la enfermedad pueden ser leves y pasar desapercibidos, “por lo general, los síntomas se manifiestan en un lado del cuerpo y continúan empeorando en ese lado, incluso cuando comienzan a afectar las extremidades de ambos lados”, señala.

Cuando la enfermedad está en un grado avanzado, las personas suelen presentar temblores, o sacudidas rítmicas que generalmente comienzan en una extremidad, como la mano o los dedos, imposibilidad para hacer algunos movimientos o bradicinesia, rigidez muscular, deterioro de la postura y el equilibrio, pérdida de los movimientos automáticos y cambios en el habla y en la escritura.

Expertos en el tema aseguran que los primeros síntomas de la enfermedad aparecen entre los 40 y los 70 años; sin embargo, gracias a algunas investigaciones recientes se cree que existen síntomas tempranos del Parkinson que aparecen hasta diez años antes de lo previsto, entre estos están: 

Pérdida del olfato: de acuerdo con el portal Teckrispy, “el 90% de los ensayos clínicos hechos por la Parkinson Foundation (PD) han confirmado que los pacientes diagnosticados con Parkinson han perdido el sentido del olfato. Específicamente la capacidad de reconocer olores fuertes como el del vinagre, el regaliz o los plátanos”. 

Estreñimiento: muchos neurólogos aseguran que los intestinos tienen más terminaciones nerviosas que la propia médula espinal, por lo que sin terminaciones nerviosas óptimas, los intestinos no pueden funcionar como se debe.

Tono de voz bajo: algunos estudios comparativos entre el Parkinson y el COVID-19 revelaron que existe una estrecha relación entre el deterioro neuronal y los cambios en la voz.

Ansiedad: este síntoma podría aparecer principalmente porque el Parkinson se caracteriza por un desequilibrio de dopamina en los ganglios cerebrales. Más del 50% de los pacientes han sido diagnosticados con ansiedad.

Trastornos del sueño: un científico británico halló que la mayoría de pacientes de Parkinson que asistían a su consulta aseguraban sufrir de insomnio y un trastorno del sueño conocido como “conducta de movimientos oculares rápidos”. 

La identificación temprana de estos cinco síntomas y signos de alarma de la enfermedad que no están relacionados directamente con la motricidad y pueden pasar desapercibidos, podría ser la clave para prevenir sus consecuencias futuras.

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