Roban y lastiman a una monja durante asalto a una heladería en el municipio de Bello

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Momento en el que un ladrón ingresa a una heladería de Bello para robar a tres mujeres. Foto: Youtube

La monja Liliana no pretendía dejarse robar y resultó lastimada, mientras que otras dos mujeres en la heladería quedaron frías e indignadas ante la situación presentada.

La inseguridad en Colombia es tan grave que ni aquellos que sirven a Dios se salvan, así lo pudo comprobar una monja que fue víctima de un robo en el municipio de Bello, en el departamento de Antioquia y perteneciente a la zona metropolitana del Valle de Aburrá.

Una heladería de Bello fue el escenario en el que un delincuente con casco de motocicleta mal puesto y portando un arma, dejó frías a dos mujeres a las que les quitó algunas de sus pertenencias, y luego se dirigió hacia la religiosa, quien forcejeó con el ladrón, quien la lastimó y le arrebató su teléfono celular.

La hermana Liliana, como fue reconocida la monja victima de robo, no estaba dispuesta a dejarse robar, pero el ladrón, con más fuerza, y al parecer, sin ningún temor de Dios, se le llevo su teléfono celular, así como una cartera de otra mujer que aguardaba un helado para apaciguar el calor, pero que quedó congelada del miedo ante la acción del ladrón.

“Las intimida con un arma de fuego, le arrebata a la religiosa el celular, ella no quería dejárselo quitar, le arañó la cara y cogió el bolso de la otra señora. Ellas, llorando, muy nerviosas y mucho susto. Lo impactante en el momento fue la rabia”, relató un testigo del hecho.

El ladrón, quien no se llevó un helado, hizo compras con una tarjeta de crédito que encontró en el bolso robado, las cuales alcanzaron los 800 mil pesos

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La Policía de Bello, a través de su comandante, Henry Jaramillo, invitó a la ciudadanía para que llame a la línea 123 para denunciar hechos como el ocurrido, una vez se presenten, porque de esa forma se podrá activar un plan para dar con la captura de quienes incurran en actos de delincuencia.

La Policía del municipio antioqueño aseguró que no se interpusieron denuncias por este caso de robo, quizás porque las afectadas padecieron una de las mayores experiencias aterradoras de su vida, algo tan horroroso que ni hasta perdón de Dios tendrá.

Los ladrones no tienen consideración con ninguna persona, atacan, lastiman y hasta asesinan a personas sin distingo de edad y condición con tal de lograr sus propósitos delincuenciales, y de eso es testigo la hermana Liliana, que seguramente estará pidiendo al señor para que al hombre que hurtó su celular no se le caiga la llamada para cuando quiera comunicarse con el altísimo y se arrepienta de sus pecados.

Fuente: Colombia.com

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