Realizaron el examen de Toxicología al cuerpo del padre González Pertuz muerto en Medellín

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Se realizó el examen de Toxicología al cuerpo del padre Javier González Pertuz muerto en un bar de la ciudad de Medellín y el resultado arrojó negativo para sustancias.

Profunda consternación ha causado la muerte del sacerdote Javier Eduardo González Pertuz de 39 años en el interior de un bar del barrio Laureles de la ciudad de Medellín. El fallecimiento del clérigo ha generado diversas reacciones e inquietudes como la de qué hacía en un lugar de diversión e ingesta de alcohol.

El padre Javier Eduardo cayó desplomado frente a la mesa y un hombre que lo acompañaba se fue del lugar, por lo que las hipótesis iniciales estaban dirigidas a que pudo haber sido intoxicado con escopolamina, debido a que no había sido herido con arma de fuego o un arma blanca.

El miércoles 8 de febrero se realizó el examen de toxicología al cuerpo del sacerdote González Pertuz, por lo que fue necesario que se le tomaran muestras de orina y de sangre, pero el resultado arrojado fue el de negativo para sustancias.

«Negativo para sustancias. La muerte fue consecuencia natural y directa en estudio», indica el resultado.

Este es un primer examen debido a que hacen falta otros de carácter especializado para lograr tener un dictamen concreto de la muerte del sacerdote nacido en el departamento de Córdoba.

Se había especulado con que el sacerdote y su amigo se encontraban en el bar viendo el partido de Fútbol de la selección colombiana sub 20 debido a la gran afición que el padre González tenía por el fútbol, sin embargo, esta versión fue desmentida por los dueños del bar, quienes afirmaron que los dos hombres llegaron en las primeras horas de la madrugada y el partido había terminado sobre las 10 de la noche.

Acompañante, pieza clave en la investigación

El comandante de la Policía Metropolitana de Medellín, el coronel José Miranda, asegura que el hombre que acompañaba al sacerdote abandonó el lugar aproximadamente media hora después de su llegada junto al sacerdote González Pertuz, eso ocurrió cerca de las dos de la mañana del sábado 4 de febrero, según las declaraciones de los administradores del bar.

Otro hecho que causa inquietud es que el sacerdote estaba sin sus pertenencias, pues no tenía celular, un reloj y sus documentos, por lo que se considera que pudo haber sido robado adentro del bar, incluso por la persona con la que llegó a él.

El padre Javier era una persona muy querida por su comunidad, quienes lo reconocían como un hombre noble y servicial, pero especialmente amante del fútbol, porque era hincha del Atlético Nacional y de la selección Colombia, incluso se afirma que viajó varias veces hasta la ciudad de Barranquilla para asistir a partidos de la selección nacional durante las eliminatorias.

Fuente: Colombia.com

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