presuntos disidentes del frente 36 de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) incendiaron dos buses en el campamento Los Molinos de Hidroituango, en el Valle de Toledo, Norte de Antioquia. Aunque el ataque no dejó personas lesionadas, generó una creciente preocupación en la región, que ya se encuentra en alerta debido a amenazas previas por parte de estos grupos armados.
El hecho ocurrió a tan solo un kilómetro de la estación de Policía del sector, lo que resalta la audacia de los perpetradores. Según informes, los buses fueron previamente vandalizados con grafitis alusivos al grupo armado, marcando así su autoría en el ataque.
Cuando las autoridades llegaron al campamento, los presuntos responsables ya habían huido de la escena, dificultando su captura inmediata. Sin embargo, las fuerzas de seguridad están llevando a cabo una investigación exhaustiva para identificar a los autores de este acto de violencia que ha sembrado el terror en la zona.
Este ataque se produce en un contexto en el que los alcaldes de Yarumal, Miguel Ángel Peláez, y de Ituango, Edwin Mira Sepúlveda, han denunciado amenazas por parte de las disidencias de las FARC. Estas amenazas buscan ejercer control social en el Norte de Antioquia y han generado preocupación entre las autoridades locales y la población.
Las disidencias de las FARC continúan siendo una preocupación en Colombia, y sus acciones violentas siguen afectando la seguridad y la estabilidad en diversas regiones del país. Las autoridades y la comunidad están en alerta máxima ante la creciente amenaza que representan estos grupos armados.
