Columnistas
PRESIDENTE, AMÁRRESE LOS PANTALONES

Por: William Calderón Zuluaga
Un terrible día de Inocentes
El 28 de diciembre celebraba religiosamente su fiesta de fin de año, mi amigo entrañable Pablo Arango Álvarez, en su finca ubicada en El Retiro Antioquia. Ese inolvidable día coincidió con el trágico atentado terrorista perpetrado por el ELN en la Escuela Militar de Cadetes de Policía, General Santander, que fue ejecutado con un carro bomba, que colisionó contra un alojamiento femenino; ese ataque suicida, hecho sin precedentes en la historia de Colombia, cobró la vida de 23 indefensos jóvenes, dejando 10 heridos, la mayoría cadetes.
El desaire
Estando en la precitada reunión de amigos, con el señor expresidente Uribe a la cabeza, exministros, ex gobernadores, diplomáticos, concejales, diputados, congresistas y vecinos del área metropolitana de Medellín, en tono cordial Uribe Vélez tomó la palabra y anunció que el Presidente Duque, por altavoz nos daría un saludo, cuando se dirigió al Barquero en tono mayor y le manifestó “Siquiera se encuentra el periodista William Calderon Zuluaga con ustedes, aprovecho esta oportunidad para manifestarle enfáticamente QUE YO SI TENGO PANTALONES Y MUY BIEN PUESTOS”… Sin comentarios y los testigos todavía estamos vivos
Le piden al presidente Duque restablecer el orden público
“Alianza Reconstrucción Colombia, Medellín
15/05/2021
Señor presidente:
Los suscritos, ciudadanos colombianos en ejercicio, mayores de edad, en ejercicio del derecho que nos otorga el artículo 23 de la Constitución Política, reglamentado por la Ley 1755 de 2015 que sustituyó los artículos 13 a 33 de la Ley 1437 de 2011, nos permitimos elevar ante Usted el presente derecho de petición.
En vez de dar cumplimiento a los claros mandatos que juró acatar y defender, ha optado Usted por negociar con los promotores de los disturbios los problemas políticos, económicos y sociales del país. ¿Desconoce Ud. que ¿son los congresistas los únicos facultados legalmente para dicho encargo? Si somos un país democrático, respete los órganos legítimos de la Democracia, no los sustituya por diálogos extorsivos e inconstitucionales con los promotores de la subversión y el desorden.
Vale la pena anotar, Señor Presidente, que, sumados los afiliados de todas las organizaciones promotoras del paro, no alcanzan ni al 3% de la población colombiana. ¿Se va a negociar con una minoría alborotadora y criminal, olvidando la opinión y las necesidades del 97% restante de la población restante, que ni protestamos ni marchamos violentamente?
El poder absoluto de las minorías
Por supuesto, a esa escasa minoría, tratan sus aliados de los movimientos de izquierda, con la colaboración de ciertos países extranjeros y organizaciones internacionales, de presentarlos como la opinión mayoritaria y se ensañan contra nuestra Policía, imputándoles culpabilidad en supuestas agresiones a los “pacíficos manifestantes”. Es Ud., Señor Presidente, quien dirige las relaciones internacionales (Art. 189, núm. 2, C.P.) y esperamos que en ese frente también defienda a Colombia, exigiendo a países y entidades foráneas que se abstengan de interferir en nuestra política interna y que respeten nuestra soberanía como nación independiente.
Contra la barbarie
En consecuencia, solicitamos a Ud. de la manera más comedida que restablezca el orden público, para lo cual deberá permitir una acción eficaz de la Policía y de las Fuerzas Militares contra la barbarie que se ha desatado; ordenar que se capture a quienes están cometiendo las conductas punibles arriba señaladas y a los autores intelectuales de los disturbios y se pongan a disposición de la Justicia; exigir absoluto respeto a la soberanía nacional; y, sobre todo, tener en cuenta las necesidades y derechos del 97% de la población que no se encuentra representada por los promotores del paro violento con los que ahora ha decidido negociar la suerte del país.
Destrucción de Ciudades
De conformidad con lo dispuesto en el art 189, núm. 4 de la C.P., es su deber, Señor Presidente, conservar en todo el territorio el orden público y restablecerlo cuando fuere turbado. Es innegable el proceso de destrucción de las ciudades, el asedio a las mismas por medio de constantes bloqueos, las manifestaciones de salvajismo y de agresión a las personas y a los bienes públicos y privados, y la impotencia de los agentes del orden para mantener el orden.
Chivos expiatorios
Cumplen su función sin contar con capacidad defensiva y, aún en casos de extrema gravedad, les está vedado portar o utilizar armas de fuego. Reciben órdenes contradictorias, pues los envían a proteger a los ciudadanos y la infraestructura con la consigna de evitar confrontaciones con los vándalos. En otras palabras, los han convertido en “chivos expiatorios”, atacados por los bárbaros, estigmatizados por los medios de comunicación, sancionados por los jueces y sin apoyo gubernamental.
Por consiguiente, no se está cumpliendo con el deber constitucional de conservar el orden público.
Inexplicable
¿Cómo explicar el deplorable resultado del Decreto 03 de 2020 expedido por su despacho para proteger las protestas sociales? Varios muertos, multitud de heridos —entre los agentes de orden y la población civil— y entrega de la tranquilidad nacional a unas células de terroristas entrenadas para provocar la anarquía, el caos y la subversión evidencian sus macabras consecuencias.
Manifiesta inconstitucionalidad
Adolece esta norma de manifiesta inconstitucionalidad, pues inhibe a la autoridad para cumplir los prioritarios deberes constitucionales del Estado como son garantizar los derechos de todos los ciudadanos, y mantener el orden público arrasado por un puñado de delincuentes. Y no hay que olvidar la sabia norma contenida en el art. 4 de la C.P., según el cual, en caso de incompatibilidad entre la norma constitucional y otra ley o norma jurídica, prima la aplicación de la Constitución.
No existe en nuestro ordenamiento constitucional ninguna norma que ampare el derecho a la protesta violenta, al saqueo, al bloqueo de vías, a la interrupción del transporte de personas o bienes. Por lo tanto, las normas del mencionado decreto no son aplicables a marchas violentas como las del tal “paro nacional”.
Por el contrario, es deber insoslayable de las autoridades actuar en forma eficaz para prevenir la actividad delictiva que atenta contra la tranquilidad ciudadana, capturando y conduciendo ante los despachos judiciales a todo aquél que se encuentre cometiendo crímenes y delitos.
Del Señor Presidente, con todo comedimiento y respeto,
Luis Alfonso García Carmona, José Alvear Sanín, Juan Carlos Ariza Gómez, Edwin Botero Correa, Orlando Cano Torres, Jorge Enrique Escobar Restrepo, José Claver Franco, Rodrigo Giraldo Tafur, Luis Eduardo López Ortiz, Sara María Saldarriaga, Ferlín Serrano Moncada, Ricardo Vélez González, Carlos Alberto Uribe Rivera, Ana Isabel Henao Zapata, William Calderon Zuluaga.
Columnistas
La izquierda trae pobreza

Por: Luis Gabriel Gómez, diputado de Antioquia
La izquierda trae pobreza: que lo digan los venezolanos, los argentinos, cubanos y nicaragüenses. No podemos permitir que la izquierda siniestra se consolide en nuestro país.
La izquierda, con su discurso de igualdad y justicia social, ha logrado captar la atención de muchos ciudadanos que anhelan un cambio en la estructura política y económica de sus países. Sin embargo, es fundamental analizar los resultados y las consecuencias de las políticas de izquierda en naciones como Venezuela, Argentina, Cuba y Nicaragua. Estos países, que han experimentado la consolidación de este tipo de gobiernos, han sido testigos del deterioro económico y la creciente pobreza que han dejado a su paso.
Comencemos por Venezuela, una nación que alguna vez fue la más próspera y rica de América Latina. Hoy, bajo el régimen chavista y su sucesor, Nicolás Maduro, el país se encuentra sumido en una profunda crisis económica y social. La falta de respeto por los principios democráticos y la excesiva intervención del Estado en la economía han llevado a una hiperinflación descontrolada, escasez de alimentos y medicinas, así como a una creciente migración de venezolanos que buscan desesperadamente una mejor calidad de vida en otros países.
Argentina, por su parte, ha sido víctima de una sucesión de gobiernos de izquierda que han prometido un modelo económico más igualitario. Sin embargo, la realidad es que las políticas populistas y la falta de responsabilidad fiscal han llevado al país a una recurrente crisis económica. La inflación descontrolada, la devaluación de la moneda y la falta de confianza de los inversionistas han generado un estancamiento económico que afecta directamente a los argentinos, especialmente a los sectores más vulnerables de la sociedad.
Cuba, un caso emblemático de socialismo en América Latina, ha mantenido un régimen de partido único por décadas. Bajo la fachada de equidad social, el pueblo cubano ha sufrido las consecuencias de una economía estancada y una falta de libertades básicas. La falta de incentivos para la inversión y la ausencia de una economía de mercado han llevado a una situación de pobreza generalizada, donde los ciudadanos luchan diariamente para satisfacer sus necesidades más básicas.
Nicaragua, en los últimos años, ha experimentado una escalada autoritaria bajo el gobierno de Daniel Ortega y su partido el Frente Sandinista de Liberación Nacional. La represión política, la violación de los derechos humanos y la manipulación de las instituciones democráticas han sumido al país en una profunda crisis. La economía se ha debilitado, el desempleo ha aumentado y la pobreza ha afectado a una gran parte de la población nicaragüense.
Ante estos ejemplos concretos, es imprescindible reflexionar sobre las consecuencias de permitir que la izquierda siniestra se consolide en nuestro país. No podemos permitir que las promesas vacías de igualdad terminen en una realidad de pobreza y restricciones a nuestras libertades fundamentales. Debemos ser conscientes de los riesgos y elegir líderes comprometidos con el desarrollo económico y el orden social.
Aldrin Garcia Balvin
¡Una Fumada Regulada, Mis Amigos! Pero Cuidado con los Efectos Secundarios…

Por: Aldrin García Balvin
Desde mi experiencia como estudioso del tema, que me llevó a conocer de cerca los efectos y vivir la pesadilla que conlleva en mi propia familia, me veo en la obligación de expresar mi posición contraria a la posible legalización del consumo recreativo de cannabis en Colombia. Sin embargo, no puedo evitar hacerlo con un toque picaresco y algo de humor, porque a veces hay que ver el lado divertido de las cosas.
Resulta que la Comisión Primera del Senado ha dado un importante paso hacia la regulación de la marihuana para uso adulto. Y aunque algunos están entusiasmados con la idea de liberar el humo verde en nuestras tierras, permítanme ser el aguafiestas temporal y plantear algunas dudas.
Claro, entiendo que hay argumentos a favor de la legalización. Algunos dicen que es hora de avanzar hacia una nueva política de drogas, alejada del prohibicionismo y enmarcada en un modelo de regulación. Pero, amigos míos, ¿qué pasará con nuestra juventud? ¿Estamos preparados para afrontar los efectos secundarios que esta decisión podría traer consigo?
Ahora bien, mientras algunos esperan ansiosamente el aroma del humo verde, me pregunto si debemos abandonar por completo nuestra tradición cafetera representada por el emblemático Juan Valdez. ¿Acaso queremos verlo rodeado de plantas de cannabis en lugar de cafetales? ¡Imaginen el dilema de nuestro querido Juan!
Claro, habrá quienes argumenten que el consumo recreativo de cannabis no es tan perjudicial como se cree. Y sí, hay estudios que respaldan esa afirmación. Pero también debemos tener en cuenta los posibles efectos en la salud física y mental de las personas, especialmente en aquellos cuyos cerebros aún están en pleno desarrollo.
Ahora, no vayamos a pensar que la legalización de la marihuana va a convertirnos en un país lleno de fumadores compulsivos. Pero debemos ser realistas y reconocer que existe el riesgo de que el acceso se facilite y de que algunos caigan en un consumo problemático y adictivo.
Quizás en lugar de apresurarnos en tomar una decisión, deberíamos centrarnos en fortalecer los programas de prevención, educación y tratamiento relacionados con el consumo de drogas. No digo que debamos negar el humo verde por completo, pero sí que debemos ser cautelosos y considerar todas las perspectivas antes de dar ese paso.
Como ciudadanos responsables, debemos analizar los posibles beneficios y riesgos asociados a la legalización del consumo recreativo de cannabis en Colombia. No podemos dejarnos llevar solo por la emoción del momento. A veces, una risa picaresca no viene mal para relajar la tensión, pero recordemos que estamos hablando de un asunto serio.
Desde mi conocimiento y experiencia en el tema, me permito expresar mi desacuerdo y no recomendar la aprobación de esta medida. Debemos ser conscientes de las implicaciones y proteger el bienestar de nuestra sociedad, especialmente de nuestros jóvenes. Y si al final se aprueba, ¡al menos espero que no nos convirtamos en un país de «fumadores crónicos»!
Columnistas
HUÉRFANOS DE LÍDERES – Crónicas de Gardeazábal

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal
El lamentable espectáculo de Laura y Benedetti ha servido para convencernos que no hay líder alguno ni en la derecha ni en la izquierda para orientar al país. Estamos huérfanos de conducción y, lo que es peor, ni el presidente tiene equipo o ministros que salgan a defenderlo ni la oposición tiene voceros con criterio nacional que se escapen del cerco inmarcesible del revanchismo.
La soledad del presidente es abismal. Ha resistido solo la tempestad. Para significarlo hizo un tuiter con su hija carcajeándose de lo que la ciudadanía podía estar pensando de un presidente ante semejante crisis. La flojera de los dirigentes de la oposición, ahora llamados escuetamente “la derecha” es igual de negativa a la soledad presidencial.
La tempestad que se armó con los audios de Benedetti ni la aprovecharon los izquierdos para cerrar el apoyo a Petro por las deslealtades de dos de sus funcionarios, ni menos los derechistas para resaltar la inutilidad administrativa de Petro, que no es capaz de solventar un enfrentamiento entre subalternos. A las 72 horas reaccionaron los partidarios de Petro y el coro lo encabezó el canciller para que lo repitieran quienes ahora asumen la defensa ,así encierre una contradicción: “ no se le puede creer a Benedetti porque es un drogadicto”, dijo el anciano de la tribu.
Pero ni en un lado ni en el otro acusan a la secretaria, ascendida a superministra sin nombramiento, de haber sido ella quien pudo haber facilitado los audios de Benedetti a su celular pues su voz nunca se escucha. Y tanto para los partidarios de Petro, como para sus opositores, resultó obvio o motivo de debate la incapacidad del presidente de saber escoger sus colaboradores. Ahí quedamos entonces.
Petro con una imagen perratiada de mal gobernante, Fico de macho presentando una averiguación a la Cámara en vez de una acusación por indignidad para ejercer el cargo y los demás, zurdos y diestros, viendo de lejos si Petro cae pero ninguno lo empuja para que ruede y tampoco lo sostienen para que no caiga.
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