Porque es que va a Ganar Gustavo Petro….

Columnistas
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Por: Federico Senior

…… es muy probable, aunque Gutiérrez sube hasta ahora de manera significativa en las intenciones de voto, al parecer no le va a alcanzar. He ahí una de las razones por las que Petro puede ganar, porque los otros dos candidatos, Fajardo y Rodolfo, son el fiel reflejo de nuestra sociedad, egoístas, ególatras, petulantes y creídos de poseer la verdad absoluta, lo que le pase al país, a ellos les resbala, Fajardo piensa que el va a repetir el caudal de la primera vuelta del 18 y Hernández aun a sabiendas de que no podrá ir a la segunda vuelta, de tozuda manera quiere permanecer en la pelea, a él le basta con ese once por ciento, de hecho está al final de la vida (al menos de la útil), así que considera un excelente epílogo para su exitosa carrera, sacar todos esos votos, que bien sabe él, no se merece; dicho esto, nos vemos ante la presumible evidencia de que Don Gustavo resultará elegido para presidente.

¿Grave?, pues yo más bien creo que ni tanto que queme al Santo, ni tan poco que no lo alumbre, el temor de una “venezolanización” del país, es más eso, más temor que otra cosa, es el nuestro un país mucho más sólido desde el punto de vista social que lo que era Venezuela en el noventa y nueve, a nosotros nos ha tocado curtirnos el cuero, viviendo en el peor de los escenarios, guerra, narcotráfico, paramilitarismo, pobreza, miseria, abandono del estado, pésimos gobernantes (nacionales, departamentales y municipales), economía sustentada en el tráfico de drogas, el petróleo (sin ser un país petrolero) y dependiente en una gran proporción (aunque casi no se mencione) de las transferencias que los cinco millones de connacionales les envían a sus familias desde el extranjero; ausencia total de un aparato judicial eficaz, burocracia, y despilfarro del erario público, repito, el peor de los escenarios, pero, nuestra enorme clase media, trabajadora, sufrida, emprendedora, hábil, audaz, intrépida, capaz, aunque no habiendo recibido una buena educación, han logrado construir un colosal universo de empresas, pequeñas y medianas, que apenas se les mire por encima dejan ver logros magníficos, luchas duras, esfuerzos titánicos, astucia total para evadir el miserable husmeo de la administración de impuestos, astucia total para esquivar las pretensiones de los extorsionistas, de los gota a gota, esa inmensa clase media no va a permitir a que venga este matón de poca monta a quitarles lo que tanto trabajo les ha costado. Muy diferente la situación de Venezuela al comienzo de las dictaduras Chavistas, ellos, su sociedad, no era más que una inmensa masa de población que vivía del subsidio, de la riqueza del Estado, nunca se preocuparon por crear industria, por generar riqueza de verdad, no, ellos pagaban (y siguen pagando) la gasolina mas barata del mundo, que cuesta diez veces menos que un vaso de agua, ellos no eran una sociedad que se distinguiera por su tenacidad en el trabajo, para nada, “ta barato, dame dos”, célebre frase en los “mall” de Miami, dilapidaron su riqueza, eligieron por años a los políticos re contra corruptos, de los partidos tradicionales, y cuando ya el descaro y el cinismo de ésta clase se volvió insostenible y repugnante, escogieron la opción del cambio, de uno radical que los llevo a la postración social y económica que todos sabemos se vive en el vecino país.

La nuestra, la de hoy, es la misma coyuntura de los vecinos hace dos décadas, o, seguimos con lo mismo, con el nauseabundo Uribe, con los infaustos Samper y Santos y Gaviria y Pastrana, o, elegimos al redentor que nos librará del yugo de los zares de la mal llamada democracia, el remedio que de hecho, de antemano sabemos (y lo sostengo, porque Gustavo no ha hecho cosa distinta a decírnoslo, nos va a joder) va a ser muchísimo peor que la enfermedad, el remedio será como si para librar a todos los enfermos de sus enfermedades, los matáramos a todos, claro, muerto el paciente, acabada la enfermedad, esa es la fórmula que al parecer y a pesar de los ingentes esfuerzos de la “nomenklatura” va a triunfar en junio y ahí será Troya.

Si, va a ser una larga guerra, porque como planteaba al principio, nuestra gran clase media no va a dejarse, le va a costar caro a Petro imponer su irracional voluntad, contra él, no solo estaremos los empresarios pequeños y medianos, van a salir a flote fuerzas de gran poder, los militares (corruptos y no corruptos), los primeros no se van a dejar quitar el pingue negocio que llevan manejando por décadas y, los segundos por dignidad, por honor, no permitirán que un guerrillero de medio pelo les venga a poner el Ferragamo en el cuello, los políticos (ahí si todos, o casi todos corruptos), no van a permitir que la mermelada se unte solo en las tostadas de los Petristas, que se olviden, no sabe Gustavito lo que son los políticos en peligro, son fieras hambrientas que devorarán lo que sea, carroña o no, pero no se van a dejar quitar lo que tanto “esfuerzo” han logrado a través de los años, los grandes empresarios, que con tanta “dignidad” y “pundonor” han conseguido las más inverosímiles ventajas, prebendas y exenciones, esas no se las van a quitar “así no má”, ni de vainas, así que amigos míos, estamos ante una situación más que paradójica e inverosímil, disparatada, por ser el más espléndido de los contrasentidos, estaremos en el escenario, en donde los corruptos de profesión y la clase media trabajadora, se unirán para evitar que Don Gustavo haga lo que se le dé la gana.

Es por eso por lo que sostengo que la nuestra es una situación, parecida a la de Venezuela, por la disyuntiva actual, pero infinitamente distinta, dadas las profundas diferencias sociológicas de ambos pueblos.

Así que Petro de seguro ganará, pero no lo van (o mejor vamos) a dejar que se imponga como un “Roi Soleil”, a él no le vamos a dejar que diga como Luis XIV L’Etá cést moi” que se olvide de eso, aquí eso no cuaja.

Entonces, ¿porque es que Petro va a ganar?, no por sus virtudes, ni por sus promesas esas que muy pocas personas creen, o por su retórica jarta y aburrida, no, él va a ganar porque es quien le va a permitir a ese pueblo hastiado de corrupción, plomo e injusticias, darle una certera bofetada al establecimiento, es decirles “váyanse a la mierda” banqueros, políticos ladrones (perdón el pleonasmo), es decirle a quienes mandaron antes, que lo hicieron mal, muy mal, es decirles que el pueblo es el que manda y, que si la derecha de verdad hubiera ejercido el poder, con pulcritud, si hubieran propiciado el progreso y el bienestar de todos, no estaríamos en las que estamos hoy, eligiendo a quien va a matar a todos los enfermos para que desaparezcan las enfermedades.

De todas maneras, la esperanza de todos está, en que, aunque suba, solo será otro más, inútil, mediocre que solo con su pésima administración, va a lograr lo que Duque y su “papi” Uribe lograron en el actual cuatrienio, voltear la torta y en cuatro años, elegir a uno de sus enemigos. Parece mentira, pero así están las cosas en Colombia, mentira parece, pero verdad es.

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