La mañana del miércoles despertó con un sobresalto en Bogotá, la capital de Colombia. Una preocupante alerta de explosivos en el centro de la ciudad obligó a la evacuación de un edificio perteneciente a la rama judicial, alterando la vida cotidiana y desatando una ola de temor entre los habitantes y trabajadores de la zona.
La amenaza de bomba fue específicamente registrada en la intersección de la calle 27 y carrera Séptima, en el corazón de la capital colombiana, una localización estratégica y bulliciosa. En esta zona convergen distintas calles, albergando diversos establecimientos comerciales y empresariales, entre los que se encuentra el edificio Itaú, un notable punto de referencia para los bogotanos.
El incidente se puso en marcha cuando una llamada urgente alertó a la Policía sobre la posibilidad de un artefacto explosivo en el edificio judicial. Esta infraestructura se encuentra cerca de la estación Museo Nacional, un lugar donde la Carrera Séptima y la Décima se unen en forma de «Y», potenciando el impacto y la gravedad de la situación.
La Policía de Bogotá, inmediatamente activó su protocolo de respuesta a incidentes de esta naturaleza, enviando al lugar a su grupo especializado antiexplosivos. Estos expertos llegaron a las oficinas administrativas de la rama judicial con la misión de verificar y, en caso necesario, neutralizar la amenaza.
Siguiendo estrictamente el protocolo de seguridad, los empleados del edificio fueron evacuados de manera ordenada mientras el equipo de respuesta antiterrorista y antiexplosivos de la Policía hacía presencia en el lugar.
La respuesta del cuerpo de seguridad incluyó un contingente de aproximadamente 30 uniformados, entre ellos patrulleros, unidades de antiexplosivos y varios perros entrenados en la detección de explosivos. Su labor: peinar el área, verificando cada rincón para descartar la presencia de cualquier artefacto explosivo en la zona.
Fuente: Agenciapi.co
