Palabras del Presidente Gustavo Petro en la sanción de la ley que crea el Ministerio de la Igualdad y la Equidad

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Presidente Gustavo Petro, durante la sanción presidencial de la ley que crea el Ministerio de la Igualdad y la Equidad

Comunidad del municipio de Istmina y municipios aledaños que nos acompañan el día de hoy.

Vicepresidente de la República, Francia Elena Márquez Mina.

Ministro del Interior, Alfonso Prada.

Ministras y Ministros y funcionarios del Gobierno Nacional.

Congresistas de la República, autores y ponentes de la ley por medio de la cual se crea el Ministerio de la Igualdad y la Equidad.

Mandos regionales de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional.

Representantes de las organizaciones sociales, indígenas, étnicas y religiosas que nos acompañan.

Distinguidos alcaldes municipales.

Diputados, concejales, ediles y líderes comunales, asistentes.

Gabinete departamental y municipal.

Medios de comunicación locales y nacionales, y, en general, a toda la ciudadanía que está aquí presente.

Firmar esta Ley que crea el Ministerio de la Igualdad aquí en Istmina, indudablemente tiene una carga de simbolismo, incluso de realidad.

Y es que en las estadísticas que todos los años van saliendo alrededor de diferentes indicadores, todos señalan que el Chocó es el departamento más pobre de Colombia.

Pobre porque su población étnicamente es negra, porque se ha reproducido a través de las décadas, de los dos siglos de vida republicana, la mentalidad esclavista, que llegó hasta 50 años después de la Independencia de la República.

Una mentalidad que ya no coloca cadenas de metal como antaño, o cepos, pero sí las hace y las coloca alrededor de temas que son fundamentales para la dignidad humana. La escasez de la educación, la escasez de las transferencias, la escasez de los servicios públicos en general, como la salud, han convertido el territorio donde habitan las poblaciones negras de Colombia en los territorios más pobres del país.

Y no porque sea un asunto que tenga que ver con la genética o con algo por el estilo, sino que tiene que ver con la cultura, el poder político, la mentalidad de las élites que han dirigido a Colombia.

He insistido en varias intervenciones que en Colombia aún se mantiene la mentalidad de los esclavistas. Que herederos de ellos fundaron la República, en realidad; construyeron las instituciones a través de los años. E irradiaron ese tipo de cultura de la exclusión del territorio.

El territorio del Chocó está excluido porque está excluida antes su población.

Y así sucede con todo el Litoral Pacífico. Así sucede con varias regiones del Caribe. Así sucede en los territorios de las comunidades indígenas. Y después de la violencia, así sucede también en ciertos sitios, en ciertos cinturones de las grandes ciudades de Colombia. En Cali, por ejemplo, o en Bogotá.

Al firmar esta ley no vamos a ser ingenuos, que por razón automática alguna se va a acabar la desigualdad en el país.

El Ministerio lo que coloca es el problema de frente, lo hace visible.

Uno de los países más desiguales de la tierra. Nunca ha tenido en realidad, con muy contadas excepciones en el tiempo, políticas para disminuir la desigualdad. Políticas para aumentar la igualdad.

Hemos encontrado algunas relativamente exitosas. políticas para superar la pobreza. Pero no es lo mismo, desigualdad es un problema mucho más complejo que superar la pobreza, que ya de por sí es difícil.

Superar la pobreza implica estadísticamente que las familias puedan ganar un dinero tal que supere la canasta de servicios que el DANE ha señalado como la línea de pobreza.

Pero disminuir la desigualdad, si la medimos en relación a ingresos o a patrimonio, implica que las poblaciones más pobres de Colombia vean crecer sus ingresos, vean crecer su patrimonio más rápido porcentualmente que lo que crecen los ingresos y el patrimonio de las capas más ricas del país.

Y eso es muchísimo más complejo.​

Tiene que ver con medidas que, yo diría, son transversales a la totalidad del Estado.

A veces con circunstancias que se nos escapan de control, como cuando sucede una guerra, como actualmente, o cuando sucede una inflación mundial, que de pronto nos sorprende

Disminuir la desigualdad implica variables políticas públicas que tienen que ver con la educación, por ejemplo.

Claro, si hay una educación pobre para la población pobre y una educación rica para la población rica, no va a disminuir la pobreza; se va a ensanchar.

Ese tipo de política no cabe en un Ministerio de la Igualdad; está en el Ministerio de la Educación.

Claro, si nosotros tenemos una diferencia sustancial de ingresos entre los hombres y las mujeres cuando se hace el mismo trabajo, pues está generando una desigualdad social a partir del género, excluyendo a la mujer.

Para lograr igualdades entre el hombre y la mujer no se necesita solamente un Ministerio de la igualdad.

Prácticamente todo el Estado debe trabajar en función de esa igualdad qué tanto asusta por allí, porque hay gente, hombres, que no creen, que no piensan, que no estimulan, el que la mujer sea igual que ellos.

Y cuando hablamos de la juventud ni se diga. O cuando hablamos de la tenencia de la tierra, por ejemplo.

Claro que la tenencia de la tierra que heredamos de la colonia española –y no superamos esa herencia– nos hace una sociedad profundamente desigual, porque unos muy pocos tienen toda la tierra fértil de este país, y la inmensa mayoría de las personas que quisieran cultivar la tierra no la tienen.

Colombia y el campeonato de la desigualdad

Y así se van construyendo unas circunstancias estructurales que impiden el que la sociedad colombiana sea igualitaria. Y en cambio, sí nos acercan a ganarnos el campeonato mundial de la desigualdad social.

La desigualdad social es la que origina la violencia; ni siquiera es la pobreza en sí misma, sino es la desigualdad; el sentir un joven, una joven, que en su vida, si nació por casualidad en un territorio pobre, en una comunidad pobre; que si su color de piel no es del color de piel del poder, entonces nunca en su existencia tendrá la oportunidad incluso de alcanzar la vida digna y las condiciones de igualdad con todos sus congéneres.

Nace en desigualdad la sociedad y muere en desigualdad la sociedad. Y así pueden pasar muchísimas generaciones. Las esperanzas se van apagando en muchos sectores de la población, y lo que surge entonces son los caminos fáciles, son la violencia, la guerra, el odio.

El Ministerio que nace

Este Ministerio de la igualdad que hoy nace va a tener como una de sus funciones principales enarbolar todos los días, hablando con los otros sectores del Estado, hablando con la sociedad, la función permanente de lograr que cada política pública que se haga en cualquier lugar del Estado genere igualdad social.

Logrando detener que cualquier política pública que se haga en el Estado que provocaría una inmensa desigualdad, se detenga.

Logrando organizar a la población en las regiones más excluidas de Colombia, porque la organización es una forma de poder, y el poder es una forma de disminuir la desigualdad social.

Cuando los que más tienen tienen el poder, la inmensa mayoría de la sociedad colombiana queda sin el poder y en la exclusión.

Por eso, venir al Chocó y a Istmina, por eso firmar aquí la Ley que permite la creación del Ministerio de la Igualdad, para que sea un mecanismo eficaz, para que se entienda que a partir de la ejecución de esa Ley, de sus presupuestos, de quienes van a dirigir ese Ministerio, de los equipos que allí estarán, habrá un instrumento estatal que ayude a la población a conquistar un sueño que es revolucionario: el sueño de la igualdad. 

Muchas instituciones actuales, partidas presupuestales que están en diversos ministerios como en el Ministerio, en el Dapre (Departamento Administrativo de la Presidencia), por ejemplo, en la Presidencia, o en el ICBF y en otros, pasarán con su personal y su presupuesto al Ministerio la Igualdad.

Programas que tienen que ver, por ejemplo, con la mujer.

La mujer y la juventud

El Ministerio de la igualdad se encargará, de primera mano, de la tarea de lograr la igualdad entre el hombre y la mujer.

Ministerios que tienen en este momento, y de manera muy dispersa, la acción pública alrededor de la juventud y de lograr que la juventud no esté excluida en Colombia. Habrá en el Ministerio de la Igualdad un Viceministerio de la Juventud.

Una serie de aspectos qué siempre quedaron marginales en la política pública, por allá en un rinconcito, como en la cocina, en el Ministerio de la Igualdad tendrán una priorización.

Allí se centrará el esfuerzo para que el origen cultural, étnico, no sea una causa de desigualdad. 

Allí se centrará el esfuerzo para que las regiones más pobres de Colombia dejen de ser pobres, para que las posibilidades de una prosperidad de acuerdo a la cultura y a la mentalidad de sus gentes se pueda volver una realidad.

Indudablemente, al firmar algo que se llama un Ministerio de la Igualdad, surgirán muchas expectativas.

El Ministerio tendrá que aprender, es nuevo. Sus funcionarios tendrán que aprender el duro camino de hacer de un país de los más desiguales del mundo un espacio de democracia de libertad y de igualdad.

La primera Ministra

Nuestra primera Ministra será Francia Márquez.

Desde allí ejercerá, no solamente las funciones de la Vicepresidencia, sino las de un Ministerio que hay que hacer crecer.

Yo tengo la tarea de reglamentarlo, de acuerdo a la Ley.

Tendrá que ser una tarea un tanto difícil porque toca impedir que se dupliquen funciones del Ministerio cuando están en otros ministerios. Hay que darle la capacidad para que sea eficaz, rápido; para que sea contundente, para que pueda realizar las tareas que demanda que la mayor parte de la población colombiana deje de estar excluida en su propio país, en Colombia.

Bueno, entonces desde Istmina comienza el Ministerio de la Igualdad, Ministra Francia.

Felicitaciones.

Ojalá que en el Chocó podamos hacer varios cabildos alrededor de cómo se va adelantando la política pública para disminuir la desigualdad que separa al pueblo chocoano de poblaciones como la de Chapinero o como la del norte de Bogotá.

Dignidad en el Chocó, esfuerzos por la paz; unos esfuerzos inmensos por lograr que los niveles más altos de calidad educativa se puedan asentar en los espacios del departamento del Chocó. Que podamos hacer de la región Pacífico de Colombia, que es hoy el único lugar de toda la hoya pacífica mundial que es pobre.

No es coincidencia. Cómo en ningún otro lugar del Pacífico en Asia o en Australia o en el Norte de América, o incluso en el sur, no encontramos un espacio tan pobre como el que es el Litoral Pacífico colombiano, tiene una causa y es que allí fue la población negra de Colombia escapándose de la esclavitud, y los esclavistas, dirigiendo el país, decidieron vengarse de ese éxodo hacia la libertad haciendo excluir estas regiones, las únicas regiones del Pacífico mundial que hoy tienen altos grados de desnutrición infantil, de hambre y de pobreza.

Pues el Ministerio de la Igualdad tiene que comenzar por aquí, tiene que corregir las cargas.

Por tanto, la próxima reunión que hagamos en el Chocó será una reunión de evaluación de lo que el Ministerio ha podido adelantar para ser presentado al conjunto de la comunidad, para ser discutido, para que críticas, que siempre son buenas recibir, y ayudas y espaldarazos, que también es bueno recibirlos, podamos juntar aquí las opiniones para que el rumbo de ese Ministerio sea el mejor posible: el Ministerio de la Igualdad en Colombia

Gracias, muy amables por haberme escuchado.

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