Con mucho picante, se definió el campeón mundial de la Fórmula uno este domingo en el circuito de Suzuka, una carrera que hizo recordar a los dueños de antaño, donde Prost y Senna se peleaban rueda a rueda cada punto en pista en una de las rivalidades más recordadas de la gran carpa del automovilismo.
Esta vez, fue el turno para el neerlandés Max Vestappen y el monegasco Charles Leclerc, quienes se jugaban mucho en el gran premio de Japón, donde se podía definir el Campeonato Mundial de la Fórmula 1.
Bajo una fuerte lluvia en Suzuka, inició el GP de Japón con una salida de ensueño de Leclerc que se ponía delante en la primera curva, pero respondió el actual campeón con una maniobra al límite para salir en punta en las primeras de cambios. Parecía una tarde oscura para Ferrari que perdió a su piloto español Carlos Sainz Jr, quien fue protagonista de un grave accidente que provocó la salida de la bandera roja y los coches al box.
La carrera en tierras niponas duró algunos minutos detenidos, donde los coches de seguridad recogían los escombros de la pista y los pilotos esperaban que bajara la lluvia y se mejorara una visibilidad nula, teniendo en cuenta que se llegan a alcanzar los 350 kilómetros por hora.
Se volvió a largar la carrera con Max en la primera colocación asegurada en el GP de Japón, pero la estrategia de Ferrari hacía que el Campeonato Mundial de Fórmula 1 aún no tuviera un campeón, con Leclerc a la persecución del neerlandés y con Sergio ‘Checo’ Pérez pisándole los tobillos.
Inesperado lo sucedido en las últimas vueltas de una carrera recortada por la lluvia, Leclerc y Pérez protagonizaron una batalla por el segundo lugar, donde el de Ferarri realizó una mala maniobra y se fue por fuera de la curva junto al mexicano.
Al final, Max Vertappen cruzó primera y Leclerc segundo, con un Campeonato Mundial que se debía definir hasta el próximo Gran Premio. Pero los comisarios de la FIA en una tarde muy polémica, le impuseron una sanción de 5 segundos al de Ferarri que perdía la segunda colocación y le permitía al neerlandés de Red Bull gritar como el nuevo campeón de la Fórmula 1.
