Columnistas
Las tarifas al banquillo

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal
Es posible que, para los defensores a ultranza de la rigidez de la norma constitucional, la determinación del presidente Petro de suspender la delegación que el ejecutivo había hecho en la CREG, Comisión de Regulación de Energía y Gas y en las entidades similares de la Supervicios en otras áreas de servicios públicos ,sea absolutamente válida. Pero para quienes defienden el cacareado Estado de Derecho, que garantiza el respeto no solo a la Carta Magna sino a sus interpretaciones, el que el presidente Petro insista en declarar una vez más que piensa como Luis 14, el absolutista rey francés, y repita que “el estado soy yo”, puede dizque estar abriendo una brecha para que por allí se cuele una dictadura. Sin embargo, si se piensa que las tarifas de servicios públicos han sido fijadas por unas comisiones que analizando todos los factores de producción, gasto e inversión intervienen en la determinación de las tarifas y ellas presuntamente terminan siendo una herramienta para que las empresas prestadoras del servicio no arrojen pérdidas y puedan seguir invirtiendo, la actitud del presidente Petro de arrebatarles esa función a las comisiones reguladoras puede ser vista como una medida redentora para poner política y efectivamente coto al régimen abusivo de obligar a pagar a los usuarios para beneficio de quien presta el servicio. Pero a su vez también, puede ser interpretada como una medida populista que busca el aplauso del público, sacrificando el futuro de la prestación de energía, agua potable, y gas. Quizás tenga de todo esto un poquito. Que efectivamente Petro tiene aires dictatoriales al estilo de Lenin, su maestro intelectual e ideológico. Pero también es que el estilo casi mafioso de fijar tarifas solamente entre productores, sin preguntar a los usuarios ,ha llegado a su fin,y en ese caso es una medida atrevida e histórica que alguien debía tomar alguna vez para frenar el abuso. Empero hay quienes creemos que todo tiene su justo medio y que ni es tan populista ni tan antimafiosa pero que sirve a todos finalmente si se aplica con sentido patriótico y no con afán antiempresarial.
Aldrin Garcia Balvin
Caudal de votos: La clave del éxito para cualquier candidato político

Por: Aldrin García Balvin
La política es una carrera llena de desafíos y oportunidades para aquellos que buscan liderar y representar a su comunidad. En una elección, el objetivo principal de cualquier candidato es ganar la confianza y el apoyo de los votantes. Pero ¿cómo puede un candidato asegurarse de que los votantes se sumerjan en un caudal de votos para él o ella? La respuesta radica en la estrategia de marketing político.
En el mundo de la política, el marketing es esencial para llegar a los votantes y persuadirlos de que un candidato es la mejor opción para el puesto. Un buen candidato debe tener una estrategia sólida de marketing político que lo ayude a conectarse con los votantes, establecer su marca y diferenciarse de sus oponentes.
Para empezar, un buen candidato debe conocer a su audiencia. Debe saber quiénes son los votantes clave en su distrito o estado y qué temas les preocupan. Una vez que sepa esto, puede crear un mensaje de campaña que resuene con ellos y que les haga sentir que su voz será escuchada y que su voto importa.
Además, un buen candidato debe ser visible y accesible. Esto significa que debe asistir a eventos comunitarios, realizar llamadas de cortesía y visitas a negocios y hogares, participar en debates y entrevistas, y tener una fuerte presencia en las redes sociales. Al hacerlo, el candidato puede conectarse con los votantes en un nivel personal y construir relaciones duraderas.
Otro aspecto importante del marketing político es la creatividad. Un buen candidato debe ser capaz de pensar fuera de la caja y crear mensajes y materiales de campaña que sean memorables y llamativos. Desde vallas publicitarias hasta folletos y anuncios en línea, todo debe ser diseñado para atraer la atención de los votantes y hacer que se sientan emocionalmente conectados con el candidato.
Finalmente, un buen candidato debe tener una estrategia de movilización de votantes sólida. No es suficiente simplemente llegar a los votantes; el candidato debe ser capaz de inspirarlos para que salgan y voten el día de las elecciones. Esto puede hacerse a través de campañas de voluntariado, programas de registro de votantes y mensajes de motivación y empoderamiento.
En resumen, un buen candidato debe aspirar a sumergirse el día de las elecciones en un caudal de votos. Para hacerlo, debe tener una estrategia sólida de marketing político que le permita conectarse con los votantes, establecer su marca y diferenciarse de sus oponentes. Al conocer a su audiencia, ser visible y accesible, ser creativo y tener una estrategia de movilización de votantes sólida, un buen candidato puede tener éxito en las elecciones y servir a su comunidad con orgullo y eficacia.
Columnistas
A mano armada – Las crónicas de Gardeazábal

Por: Gustavo Álvarez Gardeazábal
Este país se repite con insistencia machacona y patina en el mismo charco como las vacas empantanadas sin poder salir de él. Lo peor, empero, no es que se repita como en un tiovivo ,es que nos hemos ido acostumbrando a que todo pase y que al final no pase nada porque nos convencimos de la inutilidad de aprender de lo vivido.
Lo sucedido esta semana con el diario El Heraldo en Barranquilla, cuando hombres armados en carros protegidos ingresaron para exigir la publicación de un presunto comunicado de una de las dos bandas organizadas que se están dando bala y sembrando muerte en la capital del Atlántico, es un ejemplo innegable de lo que nos está pasando.
Esa ciudad que se había salvado de caer en el remolino del desorden total parece haberse precipitado, por culpa del esquema gringo de la polarización para el manejo de la noticia policial, en un hueco que semeja a Barranquilla con Haití y pone a pensar si la pujante y equilibrada ciudad ha terminado en manos de las bandas criminales organizadas.
Empero, la búsqueda de conseguir que El Heraldo publique las versiones que desde cada bando se dan, a más de indicar la importancia que tiene aún ese diario en la vida de los barranquilleros, plantea la duda sobre si lo que ha faltado es capacidad investigativa de la realidad para presentarla como noticia o si el periódico ha caído en la trampa de aceptar como verdad única a los boletines policiales.
Pero no habían transcurrido 24 horas del evento a mano armada, cuando el ELN, que se encuentra en un proceso de negociación con el gobierno Petro para llegar a una tal paz total, arremete con fuerza para presionar, también a mano armada, un direccionamiento de las conversaciones o una suspensión radical de ellas.
Matar a un grupo de soldados en el Catatumbo, quienes prestaban servicio militar, pone en calzas prietas al gobierno para poder explicar qué clase de soldados hacen la guerra y hasta donde se puede llegar, volando oleoductos o acribillando uniformados al tiempo ,en conversaciones de paz.