En el marco del Festival de la Silleta, la Alcaldía de Medellín entregó la restauración de la escultura La familia silletera, uno de los monumentos más representativos del corregimiento Santa Elena.
“Esta escultura que representa esa familia, el hombre silletero, la mujer y la niña que son el legado de nuestro Patrimonio Inmaterial Silletero, representa la materialización de nuestro patrimonio, hace una reflexión sobre el cuidado de la cultura, del medioambiente y del territorio de Santa Elena”, dijo Álvaro Narváez, secretario de Cultura Ciudadana.
La restauración estuvo a cargo de su autora, la maestra Luz María Piedrahita, creadora de otras piezas de arte público como La eterna primavera (también ubicada en Santa Elena), Talentos en Libertad (barrio Aranjuez) o Benedikta Zur Nieden de Echavarría y Luz Castro de Gutiérrez, en la avenida La Playa; al igual que otras obras de origen privado, situadas en el Hospital San Vicente de Paúl.
El costo de la restauración ascendió a $142 millones y hace parte del plan de mantenimiento y limpieza que permitió intervenir 60 esculturas de la ciudad, por un valor de $490 millones.
“Siempre la cuidaron desde la Secretaría de Cultura y desde la Fundación Ferrocarril porque a mí me llamaban cuando la iban a restaurar. Pero cuando se empezaban a perder piezas y empezó a quedar, a mí me mandaban fotos y yo venía a ver qué estaba pasando y me daba mucha tristeza de ver la obra como se iba mutilando y cuando me llamaron a que hiciera la restauración, hicimos fue una nueva silleta”, contó la escultora de la obra, Luz María Piedrahita.
El proceso incluyó la limpieza y el mantenimiento de los personajes representados en la obra (padre, madre y niña), así como la reestructuración de la silleta, para que obtuviera mayor vivacidad y colorido. Asimismo, se hicieron ajustes para impedir que sea desmontada parte por parte o que sufra potenciales hurtos.
La restauración de esta escultura se suma a otras que ha realizado la administración Distrital, como la del Simón Bolívar del Parque Bolívar; las obras del maestro Fernando Botero; algunas piezas del cerro Nutibara, como el busto de Tomás Carrasquilla; otras del sendero de las esculturas y otras más situadas en distintos lugares de la ciudad.
La escultura La familia silletera es uno de los símbolos más sobresalientes del Distrito y ayuda a visibilizar la ancestral labor de elaborar silletas que, al día de hoy, cuenta con una petición ante el Ministerio de Cultura para convertirse en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
