La Barca de Calderón – Déjenme reír para no llorar

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Por William Calderón Z.

Las malévolas ocurrencias del Presidente Gustavo Petro ya están dando resultados. Como escogió la economía subterránea y mafiosa, los grupos favorecidos por el cese al fuego bilateral están haciendo de las suyas… En el Meta, por ejemplo, todos los ganaderos afincados al lado norte del río Ariari tienen que pagarle a las FARC en armas $10.000 de contribución por cada cabeza de ganado. En Yarumal, Antioquia, los insurgentes del territorio transitan libremente y adoctrinan jóvenes en las escuelas.

Ahora le tocó el turno al Clan del Golfo que procedió, en señal de protesta, a secuestrar tres (3) fiscales en Tarazá porque el ente acusador no quiso levantarle la orden de captura a ‘Gonzalito’, quien, por cierto, está pedido en extradición…

Lo grave de todo y sin capacidad de respuesta

Lo grave de todo esto, es que ni la policía ni el ejército pueden hacer, ni hacen, absolutamente nada.

Órdenes de captura volando

Hay más de 2.600 órdenes de captura que no se pueden ejecutar. El Ejército Nacional perdió su capacidad de respuesta, ataque y contención e incluso, ha disminuido sustancialmente el decomiso de la cocaína y la base de coca. El promedio de interdicción de esta droga ilegal era de 25 a 30 toneladas mes y ahora se redujo a 4,5 toneladas.

La legalización

Como si lo anterior fuera poco, se pretende legalizar la siembra de la mata de coca hasta en 10 hectáreas, logrando por esta vía que el 67% del área total plantada en el país no sea catalogada como cultivo ilegal.

Roy rezonga

Roy Barreras, Presidente del Congreso Colombiano ha dicho que estos nubarrones de la paz total, nos pueden llevar a una guerra civil e incluso a un golpe de estado. Mientras tanto, los Estados Unidos de América observan y envían mensajes de preocupación.

Se les entregó el país a los facinerosos.

Las fuerzas militares…

Las Fuerzas Militares y de Policía están maniatadas sin poder cumplir con su deber constitucional de defender la vida, honra y bienes de los ciudadanos.

El Estado Social de Derecho y la institucionalidad construida por tantos años, está siendo violentada por decreto. Se otorgan subsidios sin que los valores de los mismos cuenten con fuentes de financiación en el Presupuesto Nacional. Se amenaza y se extorsiona a la capital de la República por no ser atendido el Presidente Petro en su idea fija del metro subterráneo.

Petro y sus fijaciones mentales- Llegó el momento de los jueces

Petro cree y además sostiene, que por haber ganado las elecciones, puede imponer sus fijaciones mentales y delirios en franca violación de la ley y la Constitución Nacional.

Ojalá este si sea el momento de los jueces y que el Consejo de Estado actúe con valentía y sindéresis, declarando la nulidad del estropicio de la ley.

Es el momento de hacerse sentir…Lo que dijo Melquisedec Torres

Los colombianos no podemos pasar de agache ante la estatización que se pretende de todos los bienes, medios y servicios. Nos quieren devolver al pasado pretextando que todo no puede ser un negocio y que “eficientes empleados públicos” manejarán mejor que los privados, las actividades que realizan.

La mejor definición del Ministro de Infraestructura, Guillermo Reyes, la dio en el editorial de la Luciérnaga de Caracol el prestigioso periodista Melquisedec Torres. Para el Saboyano, Reyes es un “tinterillo y plagiador”. Ahora yo diría que se trata del mandadero predilecto del autócrata que nos gobierna.

Qué tristeza ver en lo que quedó el prestigio como jurista y profesor universitario de este personaje.

Dime con quién andas y te diré quién eres

El acolito del gobierno

El senador Carlos Trujillo, presidente del Directorio Nacional Conservador, llevó al partido, de la mano del Fincho Cepeda a ser acólito de un gobierno comunista. Es aliado en Medellín de Quintero Calle. Y desea que el próximo gobernador de Antioquia sea el liberal Julián Bedoya, sin un consenso previo para buscar que un copartidario compita limpiamente por el primer cargo de esa región del país.

Puede decirse que Trujillo no tiene principios sino un deseo inescrupuloso de pellizcar el poder para conservar la incidencia en la contratación pública y en ampliar su clientela con propósitos aviesos.

Lo dijo el cantante y compositor panameño Rubén Blades en una de las canciones de su famoso álbum Siembra: “Déjenme reír, para no llorar…”
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